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Latinoamérica


 

Levantan el estado de emergencia en Ecuador y la Corte sigue disuelta

Lo decidió el presidente Gutiérrez tras otro día de protestas contra su gestión. No se revisó la destitución del alto tribunal. La incertidumbre continúa. Críticas de la Unión Europea y de los Estados Unidos.
Ante una andanada de críticas a su decisión tomada el viernes de declarar el estado de emergencia en Quito y de destituir a la Corte Suprema de Justicia, ayer el presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez decidió dar marcha atrás y anular el decreto con la primera de las medidas, aunque mantendrá destituido al alto tribunal.
Así lo informó ayer José Guerrero Bermúdez, asesor jurídico de la Presidencia de Ecuador. "Se procederá a dar por terminado el estado de emergencia", anunció. "El presidente conversó con el titular del Congreso (Omar Quintana) y se estableció la necesidad de ratificar la terminación de las funciones de los miembros de la Corte", agregó Guerrero.
Fue al cabo del cuarto día de protestas contra su gestión, que ayer se habían multiplicado. Y luego de señales de inquietud de varios gobiernos americanos (el presidente de Chile, Ricardo Lagos, debía ir a Ecuador y suspendió el viaje), europeos y de las Naciones Unidas. EE.UU., a través de su Embajada en Quito, y la Unión Europea demandaron que se respete la Constitución.
Antes de la marcha atrás de Gutiérrez, el país se mantuvo en una gran incertidumbre mientras la oposición preparó de urgencia una convocatoria al Congreso, y el propio vicepresidente, Alfredo Palacio, acusó a Gutiérrez de dictador. Por otro lado, según el Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas, en medio de rumores de alejamiento del jefe del Ejército, estaban unidas en defensa del orden institucional.
Ayer, los quiteños salieron a la calle en caminatas o en automóviles que sonaban sus bocinas. Y gritaban "abajo el dictador" o "Lucio fuera". Unas cinco mil personas golpearon sus cacerolas durante la madrugada para presionar a Gutiérrez a que derogara sus medidas o renunciara. Mientras, en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno, unos doscientos soldados y policías fijaron cordones de alambres de púa y mallas metálicas en dos cuadras a la redonda.
Gutiérrez, un ex coronel que ganó las elecciones hace poco más de dos años con gran apoyo popular, pero que fue perdiendo consenso, había justificado el estado de emergencia (aplicado al cabo por menos de 24 horas) en razón de la necesidad de devolver "la calma y la estabilidad" a la capital de 1,2 millones de personas, sacudida desde el miércoles por fuertes protestas.
Ayer, Gutiérrez agregó que otro motivo era que el Congreso no había podido destituir a la Corte. Pero su medida fue muy criticada.
El Congreso ecuatoriano intentó reunirse ayer en secreto. Pero tras la anulación del estado de emergencia, el jefe parlamentario Quintana convocó para hoy domingo a todos los legisladores. La idea es que la bancada oficialista ratifique la destitución de la Corte y avance en reformas judiciales. Los jueces del tribunal supremo habían sido recientemente elegidos con aval de Gutiérrez.
En torno a las FF.AA. hubo confusión en la víspera. Corrió el rumor de que el comandante del Ejército, general Luis Aguas, había dimitido. Pero el gobierno negó todo. Y el jefe del Comando Conjunto de las tres armas, Víctor Hugo Rosero, leyó una declaración en el Ministerio de Defensa según la cual las FF.AA. apoyaban el estado de emergencia como medida para "evitar el caos existente al momento en Quito" y proteger a los ciudadanos, dijo.
Antes de que hablara Gutiérrez anunciando su marcha atrás, el ex presidente León Febres Cordero, socialcristiano, tras criticar la decisión presidencial, exhortó al Legislativo a que se reúna lo antes posible, para que "revoque el decreto del estado de emergencia y destituya a la Corte y de inmediato nombre una nueva". Tanto él como el alcalde de Quito, Paco Moncayo; el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; el propio vicepresidente Palacio en declaraciones al Canal Uno y Alvaro Noboa coincidieron en que Gutiérrez actuó como un dictador. Moncayo exigió la renuncia del presidente.
El año pasado Gutiérrez no pudo reactivar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por falta de respaldo político. Ya su acercamiento al FMI cuando asumió alejó a grupos que lo apoyaban. En 2004 la economía ecuatoriana creció más de 6%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) gracias a los buenos precios petroleros. La depreciación del dólar estadounidense (moneda que rige en Ecuador) en el mundo y una menor inflación le dieron más competitividad a la economía ecuatoriana. Pero pese a esos datos, la estructura socioeconómica del país andino es endeble y viene de muchos años de inestabilidad y crisis.