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Latinoamérica


 

Marchas populares frente a las presiones transnacionales

Agencias

Los anuncios de nuevas manifestaciones populares y las presiones de las transnacionales, enmarcan el crucial debate que el Senado boliviano iniciará esta semana, sobre un proyecto de ley de hidrocarburos aprobado por la Cámara de Diputados.

El líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, cabeza del movimiento social que demanda fijar 50% de regalías, confirmó la preparación de manifestaciones y otras acciones para presionar al Senado a que atienda esa exigencia.

Señaló que las demostraciones serán tratadas en una asamblea de la Central Obrera Boliviana (COB) que propuso se realice en la región central productora de hoja de coca del Chapare, base del MAS.

Adelantó sin embargo que la tendencia es abstenerse de los bloqueos de carreteras que en las dos semanas precedentes afectaron severamente el transporte de carga y pasajeros y que cesaron al aprobar los diputados una ley cercana a los requerimientos sociales.

Hemos cambiado el método de lucha, de los bloqueos a las medidas acordes con la defensa de los intereses nacionales, indicó, a tiempo de señalar que las movilizaciones reclamarán igualmente la convocatoria de una asamblea constituyente.

Precisó que el martes próximo, cuando el Senado iniciará los debates de la importante ley, cientos de campesinos se congregarán en el parlamento para iniciar una vigilia para que los senadores se abstengan de recortar el texto aprobado.

Anunció que desde el martes, centenares de campesinos se trasladarán al Senado para realizar un pijcheo (masticación de coca) y vigilar la aprobación de todos y cada uno de los artículos del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados.

Los recientes bloqueos de carretras por el tema petrolero -ante los cuales el presidente Carlos Mesa amenazó con renunciar y pidió elecciones adelantadas, rechazadas por el congreso- terminaron el miércoles, tras aprobar la ley la cámara baja.

El ministro de Hidrocarburos, Guillermo Torres, y otros miembros del gobierno, rechazan el régimen tributario establecido en la ley, que al 18% de regalías actuales, agrega 32% de impuesto ineludible a la producción.

Pretenden que el Senado sustituya el segundo rubro por un impuesto gradual y acorde con la producción, que para las organizaciones sociales posibilita la evasión y hará imposible que el país reciba el 50% de la producción de hidrocarburos establecido por un referendo en julio de 2004.

Sobre el tema, Morales dijo que una importante transnacional está dispuesta a pagar 50% de regalías sobre la producción si se le exime de cualquier otro impuesto, lo que consideró hay que estudiar con detenimiento.

El gobierno y las empresas propugnan además eliminar varios artículos de la ley aprobada por los diputados, que obligan a las compañías a firmar contratos bajo las nuevas reglas del juego y establecen la anuencia de los indígenas como requisito indispensable para operaciones petroleras en sus territorios.

La Cámara de Hidrocarburos, que agrupa a las transnacionales, lanzó a su vez un comunicado según el cual, de aprobarse el proyecto de los diputados, 'se produciría una confiscación de las inversiones realizadas en el país'.

La declaración abunda en adjetivos y sugerencias de amenazas contra el texto, además de sostener que este hará insostenible el negocio, pero no menciona las amenazas de juicios internacionales que el gobierno esgrime para sostener que la ley aprobada es inviable.

Al respecto Evo Morales señaló que las transnacionales petroleras que operan en Bolivia tienen utilidades netas de más de 50% y señaló que últimamente se han beneficiado con el aumento del precio del petróleo de 22 a 56 dólares.

Explicó que de pagar 50% de regalías más otros impuestos y descontados sus costos y otros rubros, las petroleras tendrían una tasa neta de utilidad garantizada de 15%, algo normal en los parámetros internacionales.

Entretanto, el senador socialdemócrata Hugo Carvajal y otros legisladores de partidos tradicionales adelantaron la intención de modificar el texto, coincidiendo con el gobierno en que el mismo es inviable y ahuyentará las inversiones.

El senador Angel Zaballa, del MAS, manifestó grave preocupación por esa actitud que, según dijo, ignora la crisis política vigente y la realidad social que demanda defender los intereses nacionales frente a las empresas extranjeras.

Advirtió que si el proyecto fuera cambiado por los senadores, habrá situaciones peligrosas de tensión social y recordó que el clima de relativa tregua interna que vive el país se debe al texto aprobado por los diputados.

Zaballa señaló que las transnacionales no pueden hacer ninguna exigencia al país, porque los 72 contratos de operación firmados con ellas carecen de legalidad, ya que no fueron aprobados por el parlamento, como exige la legislación vigente.

El presidente de la Comisión de Desarrollo de la Cámara de Diputados, Santos Ramírez Valverde, también del MAS, advirtió hoy que el Senado está obligado a cumplir con el mandato del pueblo y no modificar, en lo sustancial, el texto aprobado por los diputados.

Los diputados Guido Añez y Neptalí Mendoza, pese a ser socialdemócratas como Carvajal, manifestaron su rechazo a cualquier modificación senatorial del proyecto, en particular en el régimen tributario.

Similar criterio manifestó el diputado William Paniagua, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y cuyos senadores se inclinan por cambiar el texto.

Ese tipo de contradicciones impidieron el éxito de un pacto de gobernabilidad entre el gobierno y la mayoría parlamentaria de partidos conservadores, que dejó sin efecto la renuncia presidencial, a cambio de la aprobación de una ley de hidrocarburos acorde con las posiciones del ejecutivo.

En caso de que el Senado altere el proyecto de los diputados, el problema será dirimido en una sesión parlamentaria bicameral.