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Entrevista a Elías Jaua, Ministro para la Economía Popular
"Desplazar una vieja clase política es fácil. Pero desplazar los viejos modos de relación y de producción capitalista es lo más complejo"
Revista Laberinto
El día 29 de septiembre de 2004 en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, con
la presencia de un miembro de nuestro Consejo de Redacción, Laberinto pudo ser
testigo de la presentación pública y oficial del nuevo Ministro de Economía
Popular Elías Jaua. Una cartera de gobierno fundamental para el futuro de este
país que trata de salir de la monoproducción petrolera, alcanzar una economía
diversificada y romper con el modelo de dominación económica externo y autóctono
que durante siglos ha sometido al pueblo venezolano. Elías Jaua es venezolano de
35 años, sociólogo por la Universidad Central de Venezuela, antes de su actual
responsabilidad de gobierno ha acarreado otras responsabilidades como
Coordinador de la Unidad de Asesores de la Presidencia de la Asamblea Nacional
durante 2001-2003 o la de Ministro en el Ministerio de la Secretaría de la
Presidencia de La República Bolivariana de Venezuela durante los años 2000-2001.
Con la ayuda de nuestros colaboradores en Venezuela Rafael Rico y Clara
Domínguez pudimos hacer llegar estas cuestiones al Ministro Jaua quien ha
atendido calurosamente nuestro pedido. Esperamos que a nuestros lectores les sea
interesante y aclaradora esta entrevista que trata uno de los aspectos claves en
todo proceso de cambio: la economía.
Laberinto: Su nombramiento como Ministro de Economía Popular es un hecho
reciente y con este se crea una nueva cartera del gobierno revolucionario de
Venezuela. ¿Qué ha supuesto para usted adquirir esta responsabilidad?
Elías Jaua: La tarea de construir un ministerio que permita desarrollar
una política para avanzar hacia la conformación de una estructura económica de
país supone, en primer lugar, un gran reto dentro del proceso revolucionario.
Nos ha tocado confrontar o asumir muchas tareas, pero sin duda alguna esta es la
tarea que efectivamente va a marcar si el proceso bolivariano es o no es una
revolución. Desplazar una vieja clase política es fácil. Pero desplazar los
viejos modos de relación y de producción capitalista es lo más complejo.
Laberinto: El Presidente Hugo Chávez ha afirmado varias veces que Venezuela
debe de romper con el modelo capitalista. ¿Qué papel juega en esto su Ministerio
y qué estrategia se plantean desde el gobierno para lograr este objetivo?
EJ: En primer lugar, capacitar y formar a una nueva generación de
emprendedores que valoren efectivamente lo que es la producción, el valor del
trabajo, el consumo necesario y la necesidad de armonizar las necesidades de
consumo de nuestra sociedad con la preservación del medioambiente y con el
aprovechamiento racional de los recursos estratégicos con que cuenta nuestro
país.
Esa es la primera estrategia, formar nuevos emprendedores que además se terminen
organizando en formas de asociación cooperativa. Que no simplemente sean
capitalistas individuales sino que avancen hacia formas colectivas de
producción, de distribución de la riqueza y por su puesto de consumo.
Laberinto: En la nueva economía venezolana en construcción, además de la
nueva empresa estatal PDVSA y de las pequeñas y medianas empresas privadas, está
destacando el llamado a la formación de cooperativas y los denominados Núcleos
de Desarrollo Endógeno. ¿Podría explicar lo que significan los Núcleos Endógenos?
Y, ¿cuál es la importancia y qué papel juegan las cooperativas en la
construcción de una alternativa al capitalismo en Venezuela?
EJ: Un Núcleo Endógeno es en realidad un espacio, en primer lugar,
histórico que reconoce a la gente, sus tradiciones de producción y sus formas
culturales. En segundo lugar, es un espacio geográfico que tiene potencialidades
propias. Por eso el término "Endógeno": se aprovechan las potencialidades de un
espacio geográfico, del saber hacer de una población, para emprender una
actividad productiva en un espacio delimitado de la geografía nacional que
articulados con otros muchos núcleos de desarrollo conformen ejes y zonas de
Desarrollo Endógeno Integral. Y llamamos integral porque, no sólo están
limitados a una actividad productiva, sino a la recuperación de la estructura
social de las poblaciones en las cuales se va a desarrollar la actividad
productiva.
¿Qué perseguimos con esto? En primer lugar, el autosostenimiento del consumo en
nuestra sociedad, principalmente en materia de autosostenimiento básico:
alimentación, vestido, calzado. Y más adelante innovación tecnológica. Pero
nuestra primera etapa es ser capaz de autosostenernos en las necesidades básicas
de consumo de nuestra población.
En segundo lugar, ocupar nuestro territorio. El modelo rentista-petrolero hizo
que el 80% de la población se concentrara en la región norte costera. Nosotros
queremos ir progresivamente ocupando nuestro territorio a partir de la ocupación
productiva de todos los espacios que fueron abandonados por nuestra gente a lo
largo de la época del rentismo petrolero.
Dentro de esto, no queremos que solamente sea la iniciativa individual privada
la que motorice este nuevo modelo de Desarrollo Endógeno, sino que sean,
fundamentalmente, formas cooperativas las que tengan el protagonismo principal
en el desarrollo de este modelo.
Laberinto: Según se nos presenta, este modelo económico mixto, pero con
supremacía de la economía de propiedad social, se nos hace semejante a modelos
como el cubano o el chino. Guardando las diferencias, ¿son las experiencias de
Cuba y China modelos de aprendizaje para la estrategia de la transformación
económica de Venezuela?
EJ: En verdad que como modelo no pretendemos imitar,- respetando las
particularidades de Cuba y de China-, el modelo que cada uno de estos países ha
desarrollado. Lo que sí estamos dispuestos, y así lo hemos hecho, es el
aprendizaje de experiencias de ambos modelos y de muchos otros modelos en el
mundo que nos permitan desarrollar con éxito el levantamiento de una economía
basada sobre valores completamente distintos a la racionalidad del capitalismo.
Particularmente de Cuba hemos tenido un gran aprendizaje, una gran colaboración
y cooperación que agradeceremos eternamente. Igualmente de China y de la
República Islámica del Irán, entre otros muchos pueblos y países que han
aportado y han nutrido este proceso revolucionario. Pero el modelo que nosotros
estamos construyendo es precisamente un modelo endógeno, desde adentro, desde
las propias particularidades históricas de Venezuela.
Laberinto: En la construcción y gestión de este nuevo modelo económico, ¿cuál
es el protagonismo que adquieren las organizaciones de trabajadores y
campesinos? Y, ¿hasta dónde llega la resistencia de burguesía terrateniente
venezolana para llevar los cambios a cabo?
EJ: Recientemente hemos dado un paso revolucionario en la conformación de
este nuevo modelo económico. Acabamos de expropiar los activos de una gran
empresa capitalista que había sido quebrada por sus dueños como parte de la
estrategia de sabotaje económico a la Revolución Bolivariana. Sus trabajadores
la mantuvieron operativa durante un año, sólo los trabajadores. Y finalmente se
produjo un juicio por quiebra. La Asamblea Nacional decretó la utilidad pública
y el ejecutivo ha decretado su expropiación.
Allí vamos a hacer un modelo de cogestión con los trabajadores. Ellos van a
tener un alto porcentaje de la participación, no sólo accionarial, sino de la
dirección de la empresa. VENEPAL es una empresa de producción de papel que
además nos va a garantizar el suministro para todas las políticas educativas que
está implementado el gobierno.
Este es el modelo hacia donde queremos avanzar. Hay una lista importante de
empresas que han sido quebradas en las cuales estamos en proceso de negociación
con sus dueños, y en otras, vamos a activar los mecanismos de juicios que
esperamos que sean los excepcionales.
En materia del movimiento campesino, sin duda alguna que esta revolución le ha
dado un alto componente al tema de la Reforma Agraria Integral, que implica, no
sólo la dirección de la agricultura y de la industria, sino, fundamentalmente,
la dignificación de los campesinos y las campesinas. Sin duda alguna que aquí ha
habido una de las grandes resistencias por parte de la burguesía. La aprobación
de la Ley de Tierras en el año 2001 fue uno de los activantes de la conspiración
que culminó con el golpe de estado del 11 de abril de 2002.
En esta batalla por la Reforma Agraria los sicarios de los terratenientes han
asesinado a casi 80 campesinos durante estos cinco años de gobierno
revolucionario. Estamos en una etapa de aplicación de esta Ley de Tierras y ya
empiezan a verse los primeros signos de resistencia de esta oligarquía
terrateniente, que además es improductiva. Porque no se trata de la extensión de
tierras que tengan, sino que extensiones de tierra que son países de Europa,
están absolutamente sin producir en manos de cuatro o cinco familias.
Laberinto: Como en el caso de VENEPAL, la empresa de papel, ¿podríamos decir
que el gobierno está aprovechando el intento de sabotaje por parte de la
burguesía y terratenientes para avanzar en el proceso de repartición de la
riqueza y socialización de los medios de producción?
EJ: No se trata de un acto de revancha política, se trata de un acto de
justicia. Esta empresa, en primer lugar, es vital para el desarrollo de toda la
actividad educativa en nuestro país y fue quebrada también por razones políticas
pero también por monopolizar la producción por parte de otra gran empresa de
papel.
Y en segundo lugar, esta empresa dejó en la calle a más de 3.000 trabajadores,
que además ellos fueron los que tomaron la iniciativa de no permitir que la
planta se cerrara, que se mantuvieron allí por encima de la voluntad de los
dueños, en un ejemplo extraordinario de la conciencia política que ha venido
adquiriendo la clase trabajadora en Venezuela. Y, finalmente, con el apoyo del
Estado, en ejercicio pleno del mandato de la Constitución, en nuestro estado de
derecho y de justicia, se activaron todos los mecanismos legales que culminaron
con el proceso de expropiación de VENEPAL.
Nosotros queremos que esto sea la excepción. Hemos convocado a aquellos
empresarios que tengan cerradas sus empresas a establecer alianzas estratégicas
con el Estado, a establecer modelos de cogestión privados-sector trabajador y el
Estado, apoyándolos con una política crediticia. Para que, efectivamente,
podamos emprender un modelo de activación del aparato industrial de nuestro país
que fue barrido por el neoliberalismo durante toda la década del noventa y
barrido por el fascismo en su intento de quebrar económicamente a la Revolución
Bolivariana.
Laberinto: Hablemos ahora de la integración económica en América Latina. El
ALCA se presenta como un proyecto imperialista diseñado en los Estados Unidos y
con extensión a todo el continente americano. Ante este proyecto, el Presidente
Hugo Chávez plantea otro proyecto: el ALBA. ¿Qué plantea el ALBA y cuál es la
diferencia frente al ALCA?
EJ: Principalmente, el ALBA coloca en el centro de la integración la
solidaridad entre los pueblos y no la competencia comercial. En segundo lugar,
es un proyecto que busca la democratización del bienestar y la riqueza de todo
nuestro continente y no el saqueo por parte de los Estados Unidos de América de
la riqueza que produce el resto del continente. En tercer lugar, se plantea una
igualdad en las condiciones de mercado y que no simplemente, como el ALCA, busca
secuestrar el mercado en América Latina para las corporaciones empresariales
norteamericanas, incluso en detrimento de otras economías del mundo como la UE,
China y los distintos bloques económicos del mundo.
En cuarto lugar, va a los temas concretos de integración, no se queda en los
acuerdos comerciales generales, sino que establece acuerdos directos de
integración. Por ejemplo, de empresas estatales a empresas estatales para
fortalecer la capacidad energética de nuestro continente; busca crear nuevos
mecanismos de comunicación social, como en el caso de TVSur (1), que es la
articulación del esfuerzo estatal (y no gubernamental) (2) de actores de la
comunicación social en todo el Sur del mundo; busca la posibilidad de la ayuda
inmediata frente a las contingencias sociales, sean naturales o producto de la
situación de miseria en que habitan nuestros pueblos; se basa en el respeto de
la soberanía y la autodeterminación de cada uno de los pueblos de la América
Latina y desecha la tesis de la soberanía compartida, que no es más que una
política de tutelaje policial y militar por parte de los Estados Unidos de
Norteamérica. Estas son las diferencias esenciales, entre muchas otras, que
desde mi punto de vista diferencian el ALBA del ALCA.
Laberinto: ¿Qué supone para la economía venezolana y para las
responsabilidades que usted lleva en su Ministerio la entrada de Venezuela en el
MERCOSUR?
EJ: En una primera etapa, como señalaba anteriormente, el modelo de
Desarrollo Endógeno busca lograr estabilizar nuestra capacidad de consumo
básico. En esta primera etapa la meta es llegar a sustituir importaciones que
sean básicas para la sociedad venezolana. Por lo tanto, es prematuro todavía
hablar cuál puede ser el impacto de nuestro ingreso en MERCOSUR dentro del
modelo de Desarrollo Endógeno que estamos activando en Venezuela. Habrá que
esperar el desarrollo del propio modelo y ver cómo se van desarrollando los
lazos de articulación y la apertura de mercado para esta producción que va a
generar.
Laberinto: Hablemos del impacto de la Revolución Bolivariana. En América
Latina pareciera que todo está en proceso de ebullición y los movimientos
sociales y políticos de la izquierda se presentan en claro avance. ¿Los cambios
políticos, económicos e ideológicos que están sucediendo en Venezuela influyen
de alguna manera en estos movimientos?
EJ: En América Latina, en primer lugar, lo que está sucediendo es una
rebelión contra un modelo de exclusión al cual se pretendió someter a la mayoría
de la población latinoamericana. Los pueblos de América Latina, y yo creo que
del mundo, no se resignan a que sean echados al basurero de la historia por el
neoliberalismo. La implementación criminal y salvaje de las políticas
neoliberales en la década del 90 fueron generando focos de resistencia en los
distintos sectores de la sociedad latinoamericana: en los trabajadores, la
universidad, los campesinos, los intelectuales, en los militares como hecho a
destacar, que iniciando el siglo XXI se han activado hacia una ofensiva,
saliendo de la resistencia, activándose hacia una ofensiva.
Nosotros en realidad siempre hemos sido muy cuidadosos y humildes en esto de
pretender que nuestra revolución pueda ser referencia o pueda determinar las
decisiones que otros pueblos tomen en la lucha por la liberación. Pero creo que
lo importante de nuestro proceso es mostrar un camino que es posible, que no es
una utopía, que sí se pueden desarrollar políticas destinadas a crear otro
mundo, lo estamos logrando. Que se es capaz con audacia e inteligencia de
resistir los embates del imperialismo.
Porque parte de la campaña ideológica, y muchas veces incluso estimulada por
intelectuales de la izquierda, es que ningún proceso revolucionario en este
contexto tiene posibilidad porque los Estados Unidos lo aplastaría. Bueno,
nosotros hemos demostrado que además de los deseos y empeño de los Estados
Unidos por aplastar esta revolución no han podido. Porque la audacia de este
pueblo, de su liderazgo encarnado en el Presidente Chávez, ha logrado esquivar
todos los cálculos y todas las emboscadas que ha colocado el imperialismo.
Entonces, ¿es viable políticamente la revolución en América Latina? Venezuela lo
está demostrando. ¿Es viable el desarrollar políticas destinadas a la generación
de una sociedad de bienestar? En Venezuela lo estamos demostrando y esa es
nuestra humilde contribución a este gran movimiento de resistencia, y ahora de
ofensiva, que están desempeñando los pueblos de la América Latina.
Laberinto: Desde la izquierda internacional, reconocidos intelectuales de
prestigio cuestionan si en Venezuela estamos hablando de una auténtica
revolución económica, política y social o se trata de una reforma. ¿Qué opina
usted de esto?
EJ: Si se ve desde una perspectiva externa y apegada a los principios
marxistas en términos de cambio de estructura y superestructura, cualquier
intelectual pudiera concluir que en Venezuela lo que hay es un proceso de
reforma. Pero si alguien se dedica a sumergirse en la realidad venezolana, a
conocer el contexto del que venimos, a conocer las particularidades de cómo la
vieja clase dominante mediatizó a nuestro pueblo, a nuestros militares, cuáles
eran las condiciones en que se encontraba el país en el momento en el que surge
esta fuerza cívico-militar. Si alguien se dedica a sumergirse en ese contexto,
en esa realidad, en las condiciones culturales en las que se da el proceso
bolivariano, sin duda alguna, tendría que concluir que aquí sí hay una
revolución. Una revolución que está en proceso, una revolución que todavía tiene
que avanzar mucho, particularmente en este tema de la transformación de la
estructura económica y social.
Si alguien se dedica a sumergirse en la realidad venezolana, en las condiciones
culturales en las que se da el proceso bolivariano, sin duda alguna, tendría que
concluir que aquí sí hay una revolución
Después de todo lo que ha pasado, particularmente en los dos últimos años, los
venezolanos de hoy en día podemos decirle al mundo que estamos realizando una
revolución no escrita, no de manuales, que para nosotros mismos a veces resulta
difícil comprender la dinámica de este proceso tan vertiginoso, tan lleno de
pueblo que es lo que le da una condición de revolución.
Porque las políticas que se desarrollan no son elaboradas en laboratorios o
escuelas revolucionarias, ha sido el desarrollo de la propia creatividad de
nuestro pueblo el que ha permitido el ejercicio de transformaciones que sin duda
alguna,- al comparar lo que había antes y lo que había ahora -, significan un
gran salto adelante en la sociedad venezolana.
Laberinto: ¿Se piensa tocar la estructura?
EJ: Sí, estamos empezando a tocar los modos de producción, las relaciones
de producción y a buscar maneras alternativas a las formas de propiedad. No está
planteado, al menos para esta generación de venezolanas y venezolanos, la
suplantación radical de las relaciones de propiedad. Pero sí creo que esta
generación va a lograr una democratización de las relaciones de propiedad en
nuestra sociedad.
Laberinto: Desde la revista Laberinto queremos agradecerle el tiempo y la
atención que nos ha prestado. Y queremos hacerle llegar a su pueblo y a su
gobierno nuestro firme apoyo a las transformaciones profundas y necesarias que
esta revolución está llevando a cabo en Venezuela. Cuenten siempre con la
solidaridad y la colaboración de Laberinto en su causa de lucha, puesto que
nosotros también la reclamamos como nuestra.
Muchas gracias a vosotros, y me gustaría pediros si es posible que me suscribáis
también a vuestra revista.
1 TVSur es una iniciativa del gobierno de Venezuela para poner en marcha la
futura televisión de América Latina.
2 En la nueva TVSur los medios de comunicación alternativos y comunitarios
tendrán un papel fundamental.
http://laberinto.uma.es