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Latinoamérica


 

Se eleva a cinco el número de activistas ultimados en febrero en Brasil
Asesinan a líder ambientalista en una reserva ecológica brasileña

 

Creció 31% el número de muertes por conflictos agrarios en el gobierno de Lula: Folha de Sao Paulo

AFP Y REUTERS

Campesinos sin tierra se manifiestan en Río de Janeiro en repudio al asesinato de la misionera Dorothy Stang FOTO Reuters
Rio de Janeiro, 23 de febrero. El dirigente ambientalista brasileño Dionisio Ribeiro Filho fue asesinado anoche en la entrada de una reserva ecológica del estado de Río de Janeiro, informaron este miércoles fuentes oficiales, con lo que se eleva ya a cinco el número de activistas ultimados este mes en Brasil.
Ribeiro, de 59 años, conocido por su lucha contra la caza ilegal de animales silvestres y la explotación ilegal del palmito en esta zona de selva atlántica, fue abatido de un tiro de escopeta en la cabeza, cerca de la reserva biológica de Tinguá, municipio de Nova Iguazú, al norte de la ciudad de Río de Janeiro.
"Defender el medio ambiente se convirtió en una actividad de alto riesgo", dijo el jefe de la reserva de Tinguá, Luis Henrique dos Santos, en referencia al asesinato este mes de la monja estadunidense Dorothy Stang, comprometida con la defensa de la selva amazónica en el estado de Pará, donde es común que los latifundistas reivindiquen grandes extensiones de tierras públicas con títulos falsos y las exploten sin preservar las especies en extinción.
Ribeiro recibía amenazas desde hace algún tiempo, señaló Dos Santos, quien agregó que las 11 personas que trabajan en la reserva de Tinguá son objeto de "amenazas veladas y cotidianas".
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, dijo que se puso en contacto con las autoridades de Río para esclarecer el crimen, que "puede ser por razones socioambientales u otros motivos, porque es área con muchos problemas sociales, tensiones y violencia".
El secretario provincial de Seguridad Pública de Río, Marcelo Itagiba, anunció que la captura del asesino de Ribeiro es la "prioridad número uno" de la policía local.
La reserva ocupa 27 mil hectáreas, que se extienden entre las "ciudades dormitorio" de la Baixada Fluminense, en la región metropolitana de Río de Janeiro, y las serranías del norte de este Estado.
Según Dos Santos, se trata de una zona "con carencias (sociales) enormes, por lo cual muchas personas entran en la reserva para cazar o arrancar plantas de palmito". Añadió que también existen sospechas de la presencia de traficantes de aves tropicales.
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables dijo que la protección de la región es vital para preservar el suministro de agua potable a varias ciudades del estado.
En tanto, la policía local dio por esclarecido el asesinato de Stang, el 12 de febrero en el estado amazónico de Pará, tras la detención de los dos autores materiales y del intermediario que los contactó, pero aún sigue prófugo el latifundista que fue el autor intelectual.
Ahora buscaría investigar si otros latifundistas de la región de Anapu son cómplices y si hicieron un fondo común para pagar a los asesinos, a quienes se les prometió el equivalente a 19 mil dólares, dijo el comisario Valdir Freire.
La misionera creó un "proyecto de desarrollo sustentable" para 420 familias de campesinos sin tierra en un área de 120 mil hectáreas, lo que le habría ganado la hostilidad de los madereros y los propietarios ilegales de terrenos.
Una columna de opinión en el diario Folha de Sao Paulo dijo que el gobierno federal creó hace varios años un "kit" destinado a administrar las crisis provocadas por matanzas de sin tierras e indígenas, que incluye "declaraciones indignadas del presidente y sus ministros, presencia de ministros en el área del accidente (si es posible acompañando el entierro); promesa de castigo "implacable" contra los criminales, detención de tres o cuatro sospechosos (más tarde liberados por falta de pruebas)" y anuncios que den a la opinión pública la impresión de que el gobierno está actuando enérgicamente.
Como ejemplo de este tipo de anuncios el periódico citó un paquete ambiental que incluye la creación de cinco gigantescas reservas en la Amazonia, pues el columnista se pregunta quién vigilará el área y con qué recursos, cuando poco antes de ser asesinada Stang pidió al Ministerio de Justicia dinero para comprar combustible para que un vehículo policial llegara a su domicilio a protegerla.
El gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva heredó ese "kit" y lo aplicó en el caso de la misionera estadunidense, dijo la columna de Plinio Arruda Sampaio, cuando cualquier medida aislada sin programa de reforma agraria efectivo sólo es una "cortina de humo".
Además, señaló que durante el gobierno de Lula las muertes por conflictos agrarios crecieron 31 por ciento en relación con los tres últimos años de gestión de Fernando Henrique Cardoso: 44 muertes entonces y 58 en el nuevo gobierno.
Desde que asumió la presidencia, el ex obrero metalúrgico no consiguió cumplir ninguna meta de asentamientos de campesinos sin tierra. En 2004, 80 mil familias fueron beneficiadas, de una meta de 115 mil, según datos del Movimiento de Trabajadores sin Tierra.