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Latinoamérica

La vida política, económica y social domina el espectro de un año electoral
Las expectativas de Nicaragua en 2006

Lester Juarez
El Nuevo Diario

Analistas y políticos nicaragüenses coinciden en que el tema electoral y la economía nacional marcarán la vida del país en el año 2006, aspectos en que ponen sus expectativas. No obstante, el analista Aldo Díaz Lacayo alertó que la intervención estadounidense tiende a profundizarse. El candidato presidencial Eduardo Montealegre dijo confiar "que continúe el crecimiento económico y se profundice la lucha contra la pobreza", mientras Herty Lewites promete "echarlas todas" para fortalecerse como "una alternativa electoral"

La vida política, social y económica de Nicaragua será compleja en el año 2006 de acuerdo con las proyecciones del analista Aldo Díaz Lacayo, pues considera que las elecciones desatarán una serie de imposiciones y maniobras políticas por parte del gobierno estadounidense ante la posibilidad de un triunfo electoral del Frente Sandinista (FSLN).
"Desde el punto de vista electoral veo un año muy intervenido. Tengo la impresión que las elecciones de noviembre van a ser las más intervenidas de Nicaragua, más que la de 1928 y 1936, por la intervención brutal a través del dinero y las ONG que se dedican ‘a la promoción de la democracia’, ligadas a la derecha, Washington y medios de comunicación", afirmó.

Dijo que el imperialismo ha desarrollado una convención social contraria a la izquierda para legitimar a la derecha, porque todo lo que huela a FSLN y Daniel Ortega "es ilegítimo, censurable y en consecuencia condenable".

"Existe una contradicción brutal, casi insalvable, entre el objetivo estadounidense de incrementar la polarización entre la izquierda y la derecha en Nicaragua y la necesidad de arrebatarle el liderazgo a Ortega y a Arnoldo Alemán, en el caso del PLC (Partido Liberal Constitucionalista)", apuntó

¿Otro revés gringo?

Dijo que la intención de Estados Unidos (EU) de crear liderazgos alternativos en la derecha es un mecanismo para "torcerle el brazo" a Alemán, aunque considera improbable que eso ocurra. "Si Alemán fuera vulnerable sería posible que le torcieran el brazo, pero lo veo improbable. Por el lado del FSLN es imposible que le doblen la mano a Daniel Ortega, al contrario, entre más agresión exista contra él mayor será la insistencia de su candidatura, porque se vuelve un punto de honor en el FSLN y en el pueblo de Nicaragua, que de alguna manera es antiimperialista", comentó.

Díaz considera que la principal preocupación de EU, con el resurgimiento de la izquierda en Latinoamérica, es que ese fenómeno se propague a Centroamérica, y no descarta que el tipo de campaña a impulsar en Nicaragua dependa de un eventual triunfo del candidato mexicano Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

"Si en julio gana el PRD en México va a ser peor la presión estadounidense en Nicaragua, porque no solamente ganó Evo (Morales, de Bolivia); (Hugo) Chávez en Venezuela; (Luis Inácio) Lula, en Brasil; (Néstor) Kirchner, en Argentina; Tabaré (Vázquez, de Uruguay), la situación podría empeorar para el FSLN si en Costa Rica gana (Óscar) Arias", consideró

El final del Diálogo

Dijo que para Estados Unidos es primordial que exista un candidato fuerte de la derecha, pero requieren "doblarle el brazo" a Alemán para fortalecer la candidatura de Eduardo Montealegre o José Antonio Alvarado, de Alianza Liberal Nicaragüense-Partido Conservador (ALN-PC) y Alianza por la República (APRE), respectivamente. De lo contrario "ni san Eduardo Montealegre ni san José Antonio Alvarado va a mover un solo voto del PLC", anotó.

Agregó que todo lo que evidencie la intervención "brutal, descarnada y abierta" de Washington en las elecciones de 2006 favorecerá al FSLN.

Considera que no es la división de la derecha la que dará el triunfo al FSLN, sino que tiene las mejores condiciones para ganar, por el desprestigio de los tres últimos gobiernos de los últimos 15 años. Otra razón es que el FSLN y la Convergencia dominan el 90% de las alcaldías del país, que representa más del 80% de la población nicaragüense.

"Estos alcaldes harán hasta lo imposible en 2006 por capitalizar el poder municipal en función de la campaña electoral y las elecciones nacionales. El FSLN no tiene la oposición de la Iglesia Católica ni las denominaciones evangélicas, y por último, no hay duda que la ola de izquierda en América Latina tiene que expresarse con una simpatía en el pueblo de Nicaragua", confió.

Considera que el tema de la elección de la Junta Directiva del Parlamento y el Diálogo Nacional son elementos indirectos de las elecciones, pero advirtió que el Diálogo podría terminarse en noviembre, con los resultados electorales.

Optimismo en el PLC y la Convergencia
Esteban Solís
El secretario nacional del PLC, Noel Ramírez, consideró normal que siendo 2006 un año electoral haya incertidumbre política y económica. "Recuerdo que en 2001, cuando estaba al frente del Banco Central de Nicaragua (BCN) y se decía que el entonces candidato Enrique Bolaños no arrancaba, se sentía esa incertidumbre", dijo.

"Afortunadamente tenemos un nivel de reservas bastante adecuado, pero las entidades monetarias deben estar alerta y darle seguimiento al comportamiento político el año que viene", alertó.

Según Ramírez, es fundamental, para que haya confianza entre los nicaragüenses y haya estabilidad económica y política, que se perciba que las elecciones van a ser legítimas y cuenten con el respaldo de toda la sociedad. "Esto pasa porque no se den inhibiciones de hecho y de derecho de personas y de partidos políticos", confió.

Añadió: "En el momento que el pueblo nicaragüense sienta que instituciones estatales o gobiernos amigos (Estados Unidos) inhiben de hecho a partidos o candidatos, va a percibir que las elecciones se están deslegitimando, lo que podría provocar una alteración de la estabilidad económica y política de Nicaragua", advirtió

Julia Mena: "Hay fe y esperanza"

Más allá de los aspectos puntuales, la ex vicepresidenta de la República, Julia Mena, desde su posición de liberal e integrante de la Convergencia Nacional, consideró que el próximo año será de muchas esperanzas para el pueblo nicaragüense.

"He recorrido el país, sobre todo lugares donde jamás ha llegado el progreso, donde la gente ha sido olvidada por los gobiernos de turno y hubo intercambio de balas en los años 80. He visto la reconciliación entre quienes antes hicieron la guerra. Hay fe y esperanzas de que muy pronto, con un gobierno de la Convergencia y el FSLN, habrá un verdadero cambio en este país", comentó.

El Ejecutivo también tiene sus consideraciones con respecto al año 2006. Ariel Montoya, secretario privado del presidente Enrique Bolaños, dijo no creer que se genere una incertidumbre económica, porque el gobierno ha obtenido resultados positivos en la macroeconomía.

"En 2006 a pesar de ser un año electoral, habrá un repunte económico gracias a la gerencia empresarial que ha avanzado con pasos sólidos. El Presidente seguirá gobernando con posiciones políticas sanas y de consenso para garantizar la continuidad de la democracia", dijo Montoya