Latinoamérica

H. Galván

Álvarez Renta es un hombre de grandes amigos (mejor dicho de grandes cómplices). Y es que la corrupción no cae del cielo, sino que se reproduce donde las condiciones se lo permiten. Es como una enfermedad que se incoa donde florece la complicidad y la impunidad. Y eso es República Dominicana.

Precisamente en el caso de Álvarez Renta, (el rey midas) el régimen de complicidades imperante en el país, es el que ha permitido que esto suceda.

Para ilustrar el caso voy a referir tres anécdotas breves: 

En el año de 1998 Luís Álvarez Renta fue detenido en el Palacio de la Policía por ser "el hombre del maletín en la adulteración de la Ley de Telecomunicaciones", duró 72 horas en la cárcel, y en tan poco tiempo recibió una visita de gran importancia. Era el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien había viajado en innumerables ocasiones en su confortable jet privado, y acudía en este momento a "consolarlo". ¡Que símbolo de amistad!

Sin embargo, Álvarez Renta no fue acusado de nada. El círculo de quienes telefonearon al presidente Leonel Fernández, en aquel entonces, e intervinieron para lograr su libertad no se quedó en el Cardenal, participaron: Oscar de la Renta, Ramón Báez Figueroa, Donald Reid Cabral, Francisco José Arnáiz, José Miguel Bonetti y Agripino Núñez Collado y José Francisco Peña Gómez.

En el 2003 Álvarez Renta vuelve a ser apresado, esta vez vinculado al fraude de Baninter, pero para esa fecha estaba nombrado por Hipólito Mejía como embajador en Francia. ¡Imagínese que Embajador!

Estando preso, su amigo íntimo (y asesor) Nicolás de Jesús López Rodríguez, lo vuelve a visitar, esta vez en el palacio de Justicia de Ciudad Nueva, para expresarle su amistad y apoyo.

Y pocos días después, en un hecho sin precedentes, sale una carta publicada en espacio pagado- hoja completa- el 7 de julio de 2003, donde se solicitaba que la "justicia actuara con imparcialidad y celeridad" ante el caso. Y "con el debido respeto a la presunción de inocencia y de los demás derechos que la constitución garantiza a todos los ciudadanos dominicanos". ¡Suponga usted la inocencia!

Esa carta publica estaba firmada nada más y nada menos que por Juan B. Vicini, Roberto Bonetti, Ernesto Vitienes, José Miguel Bonetti, Mario Cabrera, Hugo Brache,  Marcial Najri, Antonio Najri, Oscar de la Renta, Donald Reid Cabral, Miguel Barletta, Arturo Pellerano y otros "honorables" empresarios de la República. (Diógenes Pina/Clave Digital)

Pero el indicador más importante de que en el país florece la complicidad, es que tuvo que ser una corte de Miami, la que condenara al señor Álvarez Renta a pagar 174 millones de dólares por el fraude de Baninter. Es entonces que unose pregunta: ¿Para que carajo sirve la "Justicia" Dominicana?

¡Sólo combatiendo, y derrotando ese régimen de complicidad, (y castigando a los cómplices) derrotaremos la corrupción en el país!
 ¡Y lo haremos, seguro!