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Latinoamérica

En la Triple Frontera,
EEUU ya prepara su "obra maestra"

Carlos Lemos
La República

Los soldados norteamericanos emplazados en el corazón de América Latina ya están dando órdenes en la Triple Frontera. Un reporte de la agencia AFP da cuenta que, con el apoyo del socio del imperio, Corea del Sur, todos lo que ingresen y salgan de Paraguay serán fichados. La información dice que todas las personas que ingresen a Paraguay o salgan del país serán fotografiadas y tendrán que dejar muestras de sus huellas dactilares, según anunció en rueda de prensa el titular de la Dirección General de Migraciones, Carlos Liseras. El funcionario dijo que el nuevo control forma parte de un programa de seguridad que cuenta con el apoyo técnico y financiero de Corea del Sur por un monto de 650 mil dólares." Vamos a tener un control absoluto de las personas nacionales y extranjeras, de las que entran y las que salen. Al presionar el aparato con los dedos para las huellas se va a captar la imagen de las personas. Tendremos la impresión dactilar y del iris del ojo en la toma fotográfica", explicó Liseras a la AFP. Dijo que la asistencia coreana corresponde a equipamientos: lectores biométricos, lectores de pasaporte y de cédulas de identidad y almacenador de datos. "Esto se pondrá en vigencia en unos tres meses y será uno de los más modernos sistemas de Sudamérica", enfatizó el funcionario. Preguntado si el sistema entorpecerá y hará más lento el movimiento de pasajeros, respondió que, por el contrario, "agilizará el movimiento". Agregó que el sistema permitirá además controlar el movimiento irregular de personas en la frontera con Brasil y Argentina. "Vamos a disponer de bases de datos de personas buscadas o con orden de captura o desaparecidas". El Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel ya había adelantado su preocupación por la actitud del gobierno y parlamento de Paraguay que habían permitido unilateralmente el ingreso de tropas norteamericanas a su territorio. La intención de los Estados Unidos en una región clave para la seguridad continental tiene vertientes de tal peligrosidad que pocos pueden medir las consecuencias de lo que pasará. El país más poderoso del mundo, como es su costumbre, miente a cara de perro, y oculta sus verdaderas intenciones de lo que quiere hacer en la denominada Triple Frontera, que une los países de Paraguay, Argentina y Brasil. Desde ese punto estratégico, el imperio tendrá bajo sus pies el acuífero guaraní, una de las mayores reservas de agua potable del mundo. Eso sólo sería mucho y poco si se lo compara con otras ideas emanadas del Pentágono y de la CIA. Desde suelo guaraní, Estados Unidos controlará las monumentales represas hidroeléctrica, de Itaupú y Yaciretá, monitoreando los mayores potenciales de energía. Además, sus aviones supersónicos estarán a vuelo de pájaro, de cinco a diez minutos, en el Amazonas, en el Mato Grosso, en la propia represa de Salto Grande en Uruguay. Y cualquier brote de "conflicto continental" (montado por supuesto por sus propios servicios de inteligencia) será abortado por la "rápida y eficaz acción de los fuerzas libertarias del país del norte".
Se avecinan tiempos muy feos para América Latina. Los norteamericanos le harán la vida imposible a la comunidad árabe, la mayor del mundo, instalada hace años en Foz de Iguazú, Brasil y Ciudad del Este (Paraguay), unidas por el Puente de la Amistad, debajo del cual fluye el río Paraná. No será de extrañar que en cualquier momento una explosión sacuda los cimientos del enclave. De seguro que los noticieros dirán que fundamentalistas islámicos hicieron volar un edificio para que los norteamericanos abandonen cuanto antes la Triple Frontera. Entonces vendrá la consabida represalia de los superhéroes norteamericanos que luchan contra el terrorismo internacional y sin que casi nadie lo perciba comenzará una guerra de la cual somos absolutamente ajenos. No es más ni menos que otro Plan Cóndor elevado a la enésima potencia, porque la acción del imperio será directa y las consecuencias calamitosas. En la Triple Frontera conviven y trabajan 20 mil árabes y 10 mil chinos.
En reiteradas oportunidades, los primeros han sido acusados de ser los verdaderos financistas de los atentados dirigidos por Bin Laden contra Estados Unidos y Europa.
La excusa es notable para los norteamericanos que, con el campo expedito, sin que ningún gobierno de América Latina levante su voz escandalizada, hará de las suyas en un terreno virgen, donde comenzarán a crear el propicio caldo de cultivo del odio, en el cual todos nos veremos inmersos e inertes.