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Latinoamérica

Haití Bajo las Botas USA-ONU

Por el Cimarrón

En nuestra América no existe una nación mas oprimida, atropellada e intervenida que la hermana Republica de Haití. Y eso es mucho decir.

No existe un pueblo mas hombreado y una naturaleza mas despredada que la haitiana. Y eso también es mucho decir.

Imperios, tiranos y verdugos se han encargado de desandar la obra de la independencia y la liberación social que encarnaron Toussaint Louverture y Dessaline.

Por dos siglos se han burlado del heroíco cimarronaje que conquistó en 1804 la primera independencia en América Latina y el Caribe y la primera revolución antiesclavista del "nuevo mundo", aportándole apoyo desinteresado al gran libertador Simón Bolívar.

Nuestra América no conoce de un pueblo mas sufrido y mas heroíco, de un país mas excluido.

Contra él se suman todas las discriminaciones:

La racial frente a su orgullosa negritud.

La religiosa frente a la preservación de su "vudú".

La social y cultural por su identidad con el África súper empobrecida.

La imperial por su dignidad nacional.

Tregua no ha tenido, ni tiene todavía.

Hoy se encuentra bajo las botas yanquis con la compañía de tropas francesas, brasileñas, argentinas, chilenas....

Todos con el "casco azul" de la inefable Organización de las Naciones Unidas.

¡Siete mil soldados! Extranjeros.

¡Mil seiscientos veinte y dos policías!

Una suma similar a la del viejo ejército duvalierista.

Y ahora esta en discusión aumentar sensiblemente el número de soldados invasores. Están punto de aprobarse 1,500 soldados invasores mas y el señor Lafortú, gobernador de la colonia haitiana, ha declarado que se necesitaran un total de 35mil o 40mil soldados extranjeros para un pais de 8.5millones de habitantes como tiene Haití.

Hablen así porque ya se inició la resistencia.

Porque ya el pueblo haitiano comenzó a superar la pasividad y a convertir su indignación en protesta.

Porque ninguna intervención militar extranjera puede ser pacificadora o asistencialista.

Porque ya los invasores han tenido que acompañar a los policías nacionales en sus incursiones represivas en los rebeldes barrios empobrecidos, con un saldo creciente de muertos y heridos, incluido los primeros cascos azules.

Diez muertes civiles en el curso de una cruenta represión en el mercado de Puerto Príncipe.

Dieciocho asesinados recientemente en el barrio popular de Belhair.

Comenzó la cuenta regresiva de la luna de miel posterior a la maniobra intervensionista con que se expulsó a un Jean Beltrand Aristide sensiblemente desgastado y desacreditado y se contaminó la rebelión popular naciente con un operativo militar dirigido por ex –oficiales duvalieristas armados y entrenados desde República Dominicana y manipulados por la CIA, hoy debilitados y contenidos en su ambición de poder pero todavía contenidos y protegidos.

Resistencia popular creciente, montaje electoral poco creíble y excluyente de las fuerzas que adversa la intervención. Gobierno colonial con traje nacional, carente de toda autoridad propia.

Tropas extranjeras formalmente dirigidas por un general brasileño y realmente tuteladas por el Pentágono.

Brasil hace la asistencia social, mientras EU monopoliza la inteligencia militar y policial.

Y el gobierno dominicano que ya se prestó en época Balaguer a ceder su territorio, puertos y aeropuertos para el paso de las tropas yanquis y francesas, cede la soberanía de la frontera con Haití al Pentágono y a la CIA, según anunciara recientemente el Presidente Fernández a su regreso de Washington.

Intervención de hecho en toda la isla que revela temores a las rebeldías emancipadoras en esta "hora de los hornos" de nuestra América.

Así esta hoy Haití en la vecindad de Republica Dominicana. Pero comienzan a sonar los caracoles en labios de su rebelde negritud.