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El Gobierno y la Constituyente
Tintaji
El Ministro de Gobierno Galo Chiriboga, dijo que la soberanía radica en el
pueblo y por lo tanto se debía consultarle si está de acuerdo en que se llame a
una Asamblea Constituyente. Paralelamente, el gobierno nacional emprendió en los
últimos días una intensa y costosa campaña publicitaria a través de la
televisión en la que se destaca el testimonio de algunas personas que repiten la
frase 'yo decido'.
Si el Ministro de Gobierno es sincero y honesto, y la publicidad es sincera y
honesta, el gobierno nacional, además de consultar a la población sobre la
Asamblea Constituyente, también preguntaría a la ciudadanía si está de acuerdo
con la firma del TLC (Tratado de Libre Comercio), si está de acuerdo en que se
mantenga la entrega de la Base de Manta a las fuerzas armadas estadounidenses y
si está de acuerdo en que se declare la caducidad del contrato con la empresa
petrolera Occidental acusada de no cumplir la ley.
Como no hay porque dudar de las palabras del Ministro ni de la publicidad,
seguramente en estos días el gobierno ecuatoriano va a proponer un plebiscito
sobre esos tres temas fundamentales para el futuro del país. Si no lo hace
seguramente el Ministro renunciará a su cargo para mantener intacta su palabra
de que la soberanía radica en el pueblo. Si nada de eso ocurre sería una
comprobación más de que la palabra del gobierno y de los funcionarios
gubernamentales vale tan poco o nada como la de la mayoría de los diputados.
Además, se podría pensar que la propuesta de Consulta para llamar a una Asamblea
Constituyente es sólo un golpe de efecto con el objetivo de conseguir 'apoyo
popular' para poder negociar mejor, en un momento de desprestigio gubernamental
y sabiendo que la consulta sería rechazada por el Tribunal Supremo Electoral.
La instalación de una Asamblea Constituyente puede ser un paso fundamental para
construir una institucionalidad en la que el eje fundamental sea la equidad.
Pero no se puede construir sobre una base de mentira. Si no se establece
mediante plebiscito la suspensión de las negociaciones del TLC, la caducidad del
contrato con la OXY, y la necesidad de concluir el convenio de la Base de Manta
(por lo menos cuando finalice en 2009 para no 'irrespetar un acuerdo
internacional'), cualquier norma de soberanía que se establezca en la nueva
Constitución será ficticia. La presión social por la Constituyente debe ir
acompañada de la presión por estos tres temas, dando así contenido a la
movilización y evitando sea utilizada por el gobierno.