Latinoamérica

Eleonora Gosman
Clarín

El 26 se produjo la primera gran división del Partido de los Trabajadores (PT). Cuatrocientos dirigentes, sindicalistas, políticos e intelectuales, dejaron la organización. Entre ellos, hay líderes de primerísima línea. Los argumentos son múltiples: unos advierten que se "agotó" el papel de la organización como transformadora de la sociedad. Otros se quejan de que el partido, a pesar de las internas, seguirá en manos del oficialismo; o sea, del mismo sector que lo llevó a la crisis. Y unos terceros señalan que no pueden quedarse en el PT porque su dirección desmovilizó a la sociedad.

Lo que fue el mayor partido de izquierda del continente americano está camino a su extinción. De la fuga masiva de líderes y militantes quedará con suerte un aparato controlado por el gobierno, pero sin el dinamismo y la presencia política que caracterizó al PT en sus 25 años de vida.

La salida de centenares de militantes es una expresión de repudio a una crisis política que se originó en un basto esquema de corrupción con ramificaciones en la ex dirección nacional del partido y en el propio gobierno. También es un rechazo a las internas de la organización celebradas hace 10 días, que van a un segundo turno en dos semanas, pero donde todos presumen que la corriente oficialista mantendrá las riendas del poder.

El éxodo de la organización se propagó ayer por todo el país. El sábado, en una asamblea de 800 personas, representantes del Movimiento de los Sin Tierra y de la Central Unica de Trabajadores (CUT) anunciaron que se iban. Miembro de la cúpula sindical, Francisvaldo Mendes, señaló que el fin de los disidentes es rehacer el diálogo con los movimientos sociales. "Es preciso ocupar ese espacio abandonado por el PT".

Pero ayer fue una camada de dirigentes históricos la que dejó la organización. Con casi 40 mil votos obtenidos en las internas de hace 10 días, el candidato de Esperanza Militante, Plínio de Arruda Sampaio, salió junto con el diputado federal Ivan Valente y el secretario de Movimientos Populares del PT, Jorge Almeida.

Esta salida en bloque implica una baja significativa de diputados provinciales en los estados de Amapá, Santa Catarina, Espírito Santo y Pará. Se fueron también concejales y militantes de otros 16 estados. En San Pablo, por ejemplo, se desvincularon del PT una docena de concejales. También se fue de la organización Helio Bicudo, ex vice intendente paulista.

Pero la parte peor está por venir. Hay 21 diputados nacionales, que forman el Bloque Parlamentario de Izquierda que ayer por la noche decidía si dejaría ya la organización. Entre ellos está el influyente legislador carioca Chico Alencar. Según se informó anoche, estos dirigentes estarían dispuestos a integrarse a la organización fundada por la senadora Heloísa Helena, cuando fue expulsada del PT hace un año.

Plinio de Arruda Sampaio, que recibió 40.000 votos en las internas, argumentó que PT "agotó su papel de instrumento de transformación de la realidad brasileña". Para este dirigente, uno de los históricos del PT, el crecimiento de la izquierda dentro del propio partido "no fue suficiente para cambiar los rumbos de la organización".

Junto con ellos se va el diputado paulista Ivan Valente, uno de los jóvenes más prometedores del PT. El legislador criticó la política económica del gobierno.

Por ahora, gran parte de quienes dejan el PT van al Partido del Socialismo y la Libertad (PSOL).