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Latinoamérica

Frei betto de nuevo en el llano


Sergio Ferrari,
desde Porto Alegre, Brasil

Solidario con Lula; positivo con respecto a algunos avances en la política social y en las relaciones internacionales, Frei Betto sin embargo no concuerda con las prioridades económicas del actual gobierno brasilero, tal como lo expresa en esta entrevista exclusiva.
Escritor y teólogo de la liberación, histórico militante popular - « aunque nunca fui afiliado al Partido de los Trabajadores »- el religioso dominico acaba de abandonar el gobierno luego de ocupar, durante 730 días, la coordinación del Programa « Hambre Cero », principal bandera social de Lula.

P: Pareciera que la ecuación más angustiante en el Brasil de hoy es la que se vive entre el tiempo político que se agota y la posibilidad real de cambios que beneficien a la población más marginada...
R: Sí, es verdad. Chico Buarque ha hecho una observación muy interesante en este sentido. Dijo que Lula fue electo después que había pasado el tiempo político de los cambios. Pienso que todavía hay tiempo...sobre todo pensando que Lula tiene asegurada su reelección para 2006.
P: Al hablar con ciertos dirigentes sociales se nota una gran preocupación...¿Cuál es el margen real de paciencia del movimiento social?
R: Todavía bastante amplio. Porque Lula es muy inteligente, no rechaza al movimiento social, mantiene abiertas las puertas del diálogo que funciona.
Sin embargo ese diálogo debe ser corroborado por políticas concretas que efectivamente realicen transformaciones, ya que si no hay cambios la gente va a estar decepcionada. No en el sentido de que no apoyar a Lula en el 2006, sino que va a buscar una alternativa militante fuera del Partido de los Trabajadores.
P: ¿ Cuándo comenzó a colaborar en el 2003 con el Porgrama « Hambre Cero », imaginaba este escenario actual?
R: Nunca fui ingenuo. Sabía que la política económica iba a ser conservadora...No pensaba que podría llegar a ser, sin embargo, tan conservadora como la actual. Y pensaba también que las políticas sociales iban a ser más fáciles en su implementación que lo que realmente son. Al principio tuve una visión un poco más optimista que la de algún tiempo después de estar en el gobierno.
P: ¿ Cómo definiría al actual gobierno?
R: Como un chofer de un carro que intenta avanzar en lo social pero activando permanentemente el freno de mano de lo económico.
P: Algunos hablan que Lula está « cercado » o « mal aconsejado»...
R: No. Lula es responsable de todas las decisiones del gobierno. No me parece que esté mal asesorado. Creo que hizo una opción ante esta contradicción que vive el país. Entre una política social dinámica y una política económica conservadora. Lula está muy consciente. Pienso que mientras mantenga el actual equipo económico va dificultarse el verdadero desarrollo duradero de Brasil.
P: Paradójicamente, algunos índices dan cuenta de ciertos logros macroeconómicos...Y diversas encuestas hablan de un aumento de la popularidad del presidente especialmente entre sectores marginados.
R: Es así. Y se explica porque Lula ha aumentado la autoestima del pueblo brasilero. La gente ahora piensa que si un obrero que nunca ha ido a la universidad puede gobernar bien este país, cada uno de nosotros podemos tener dignidad. Aprecian mucho a Lula que sigue siendo un dirigente carismático. Se siente identificada. Y no tiene permanentemente en su cabeza el análisis político refinado. Esto favorece al gobierno a pesar de ciertas contradicciones que nosotros constatamos.
P: Hace más de 25 años que le une una amistad muy fuerte con Lula. ¿Podría decir que su relación es la misma que cuando él era un militane obrero metalúrgico de base?
R: Sí. Fui y sigo siendo muy amigo de él. Del punto de vista del caracter, es el mismo hombre de siempre. Con una sensibilidad social muy grande, dado que viene de la miseria más profunda. Pero del punto de vista de su visión estratégica, en cuanto a como lograr un país más justo, creo que hubo cambios. Hoy es menos de izquierda, más pragmático y está administrando lo que él considera posible y no tanto lo sería deseable.
P: ¿Piensa que el PT dejó de ser un partido de izquierda?
R: No. Porque hay lucha interna, contradicciones. Algunos están eufóricos con la política económica de este gobierno. Otros están perplejos y hay también los descontentos.
P: ¿Y usted, cómo se define?

R: Como un perplejo optimista
P: Me gustaría volver a algo esencial ¿ Porqué reunció a su cargo público ?

R: Porque no tenía más argumentos para defender la política económica del gobierno. Se lo dije claramente a Lula y él lo entendió...Por otra parte aunque el gobierno hubiera sido mejor, también lo hubiera dejado. No tengo vocación de funcionario.