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Internacional

Torturadores y mentirosos
Los hombres de Bush, maestros en el engaño

 Sharon Smith
CounterPunch

Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández

 Los funcionarios de la administración Bush han constituido siempre una pandilla profundamente desagradable que acostumbra a silenciar las críticas a base de lanzar insultos a quienes se atreven a cuestionar su constante flujo de mentiras.
Sin embargo, recientemente, Bush, Cheney y Rumsfeld, asediados por las evidencias que pormenorizan los crímenes de guerra cometidos en los centros de detención en la Bahía de Guantánamo y que provienen de fuentes tan dispares como Newsweek y Amnistía Internacional, han podido contener a duras penas su irritación mostrando, de forma inadvertida, las pautas que siguen para engañar deliberadamente.
Eso fue lo que ocurrió cuando Amnistía Internacional publicó el 26 de mayo un informe en el que detallaba los malos tratos sufridos por los prisioneros en Guantánamo. Visiblemente fastidiado por la denominación que Amnistía dio al centro de detención de “el gulag de nuestra época”, Bush llamó “absurdo” al informe de Amnistía; Rumsfeld lo denunció como “reprensible”, y Cheney proclamó que se “sentía ofendido” por ese informe.
Pero el indignado trío no recordó los anteriores usos que su administración hizo, a fin de justificar su invasión de Iraq, de los informes de Amnistía sobre los abusos a los derechos humanos de Sadam Husein. El 27 de marzo de 2003, Rumsfeld argumentaba: “Cualquiera que haya leído los informes de Amnistía Internacional o de cualquier otra organización de derechos humanos sabe cómo el régimen de Sadam Husein trata a su pueblo”.
En la conferencia de prensa del 2 del presente mes de junio, Bush añadiendo una especie de farsa de relaciones públicas al informe de Amnistía sobre Guantánamo, rechazó las afirmaciones de tortura considerándolas como una trama urdida por ex detenidos “que odian a Estados Unidos”. E insistió: “Los Estados Unidos es un país que promueve la libertad por todo el planeta”.
La afirmación de Bush se produjo cuando empezaron a aparecer las espantosas noticias sobre lo ocurrido en Faluya, una ciudad de 250.000 personas destruida por las bombas estadounidenses en noviembre de 2004 y que todavía permanece ocupada por sus marines.
“Hay muchas mujeres de Faluya que han testimoniado haber sido violadas por soldados estadounidenses”, dijo uno de sus habitantes al periodista Dahr Jamail. Mohammed Abdulla, director ejecutivo del Centro de Estudios para los Derechos Humanos y la Democracia de Faluya/Bagdad, dijo: “Incluso en estos momentos se siguen cometiendo a diario crímenes de guerra en Faluya”.
Tras el asedio sufrido por la ciudad, sólo la mitad de los residentes de Faluya han regresado. La mayoría encontraron sus casas destruidas. Viven en tiendas, sobre los escombros (1), sin electricidad ni disponibilidad de agua potable, y los toques de queda no permiten que los civiles puedan circular por las calles después de las 21,00 horas.
Los estadounidenses se refieren en broma a Faluya como la “comunidad bloqueada” de Iraq – ya que sus residentes se encuentran atrapados dentro o fuera de los controles estadounidenses. Todos los ciudadanos de Faluya deben llevar pases de seguridad en los que figuren su nombre, las huellas dactilares y el registro del iris, que puede ser cruzado para hacer comprobaciones con los detenidos iraquíes.
El 29 de mayo, EEUU patrocinó un nuevo baño de sangre en recuerdo de Faluya, con el nombre de Operación Relámpago, por la cual EEUU y fuerzas iraquíes precintaron a toda la población de Bagdad. Unas 40.000 tropas iraquíes, apoyadas por 10.000 soldados estadounidenses, montaron 675 controles y se dedicaron a registrar casa por casa deteniendo a más de 750 iraquíes en Badad y 250 más de los suburbios situados al sur de la ciudad.
Cientos de habitantes de Bagdad se manifestaron el pasado viernes [10 de junio], llevando pancartas que pedían: “Tropas estadounidenses ¡go home!”. “Hasta los animales merecen más respeto”, declaró una mujer a la Cadena de Información Regional Integrada de Naciones Unidas después de que las tropas asaltaran su hogar.
Anteriormente, en mayo, la Operación Nuevo Mercado precedió en Hadiza a la Operación Relámpago. Un doctor de la localidad dijo a Jamail: “Los estadounidenses están deteniendo a mucha gente allí, cualquier hombre de edad entre 16 a 25 años es detenido inmediatamente sin mediar pregunta alguna”. (2)
Esta operación fue a su vez precedida por la Operación Matador en al Qaim (3), con un asedio que duró una semana y durante el cual EEUU declaró que había matado a 125 seguidores del “cerebro” de al Qaeda Abu Musab al Zarqawi, aunque los civiles de la localidad y los médicos pusieron en duda la presencia de ningún combatiente extranjero. Como uno de sus habitantes explicó a Inter Press Service: “Los combatientes son tan sólo gente del lugar que no soportan ser tratados como perros. Nadie quiere aquí a los estadounidenses”.
Los militares de EEUU están ahora trabajando uña y carne con fuerzas paramilitares de la denominada “Brigada del Lobo” – una milicia armada compuesta por 20.00 hombres reclutados en octubre de 2004 por antiguos integrantes de la policía secreta de Sadam Husein y de la Guardia Republicana. James Steele, con la lógica apropiada, es el comandante estadounidense que está trabajando con la Brigada del Lobo y que es el oficial de las Fuerzas Especiales que entrenó a los derechistas Escuadrones de la Muerte en El Salvador durante la década de los años ochenta.
En su breve existencia, la Brigada del Lobo se ha hecho tristemente famosa por utilizar las palizas, los secuestros y los asesinatos para lograr confesiones – incluso mantienen su propio show de televisión (con la aprobación de EEUU) titulado “Terroristas bajo el dominio de la justicia”, exhibiendo a iraquíes deformados por los golpes y hematomas que confiesan diversos actos “terrorismo”.
Desde el pasado agosto, el número de iraquíes bajo vigilancia estadounidense se ha duplicado por lo menos de 5.495 a unos 10.000. Muchos de ellos son liberados eventualmente debido a la ausencia de evidencias.
Esa cifra podría estar muy infravalorada. Un doctor iraquí dijo a Dahr Jamail que un grupo que trabaja por los derechos humanos iraquíes estima que al menos hay 60.000 iraquíes en instalaciones de detención por todo Iraq (4). Continuó: “Por supuesto, esto sólo sirve para empujar más a la gente a incorporarse a la resistencia, porque la desesperación les empuja a luchar contra los estadounidenses. La gente no puede soportar más”.
Estados Unidos puede proclamar que promueve la “libertad [y democracia]” (5) por todo el mundo, pero sus víctimas, si se lo permitieran, podrían testificar tan sólo de la humillación que padece todo un pueblo.
Texto original:
www.counterpunch.org/sharon06102005.html  
Notas de la traducción:
Véase en la web Iraq Solidaridad:
(1) www.nodo50.org/iraq/2004-2005/docs/jamas_29-03-05.html
(2) www.nodo50.org/iraq/2004-2005/agenda/ias_9-06-05.html
(3) www.nodo50.org/iraq/2004-2005/agenda/ayuda_sanitaria.html
(4) www.nodo50.org/iraq/2004-2005/docs/jamas_2-06-05.html
(5) www.nodo50.org/iraq/2004-2005/dosc_cronica_14-06-05.html