Internacional
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La pena de muerte
Nebera
Estados Unidos acaba de ajusticiar a un nuevo reo, la aplicaci�n de la pena
de muerte es tan habitual en este pa�s como las protestas por quienes se
concentran frente a las prisiones donde van a ser ejecutados, legalmente
ejecutados.
Estados Unidos es sin dudas uno de los pa�ses con mayor contrariedades a flor de
piel, aquellas que se muestran con una c�mara de video o se escuchan con un solo
micr�fono. Contrariedades que rara vez llegan adentro de sus habitantes, o al
menos tan adentro como para mantenerlas.
Estados Unidos es sin dudas un pa�s con demasiadas contradicciones.
La pena de muerte esta legalizada y escenificada en la mayor�a de los estados
que lo componen y son a la postre sus pol�ticos, incluido su presidente George
Bush quien se ha jactado p�blicamente de ser el gobernador que mas penas de
muerte ha firmado como bagaje pol�tico, quienes como peque�os y omnipotentes
dioses tienen la ultima palabra a la hora de condonar, rectificar o hacer mutis
sobre la sentencia y su cumplimiento.
La pena de muerte esta legalizada y llena los llamados corredores de la muerte
de presos y presas en espera, siempre en espera de una de las muchas opciones
que pueden alargar o acortar sus d�as. Espera que muchas veces se prolongue
durante a�os y a�os a�adiendo a la pena la misma dilaci�n del cumplimiento.
Se ha dicho que aquel que tiene un mill�n, y se lo quiere gastar, de d�lares
puede contratar alguno de los muchos bufetes de abogados especialistas en esto
de sacar a sus clientes del corredor mencionado. Son parte de las
contradicciones o fisuras que la ley deja para que los poderosos encuentren
siempre el camino del atajo.
Un momento pol�tico adecuado puede motivar ese indulto que solo requiere una
firma.
Y paremos de contar. No sirven manifestaciones o vigilias de velas y oraciones,
no sirven arrepentimientos o declaraciones de inocencia, no sirven
discapacidades ps�quicas demostrables o minor�as de edad, no sirve ser mujer y
estar embarazada, no sirven peticiones internas o externas, ser nativo o
extranjero. Solo la firma del gobernador y punto.
La duda razonable de la aplicaci�n de la pena de muerte a un inocente a jueces y
pol�ticos estadounidenses les importa mas bien nada. Los unos y los otros no
necesitan justificarse ante una sociedad que solo se mueve las v�speras.
Amnist�a Internacional nos dice que todav�a existen 90 pa�ses en el mundo donde
la pena de muerte esta legalizada y que los Estados Unidos, China e Ir�n tienen
el triste record del 80% de las mismas.
Nos dice que el a�o pasado 3.797 personas fueron ejecutadas de forma oficial y
a�ade que las cifras reales seguramente multiplicaran estas, nos dice y lo
sabemos o creemos con la convicci�n que nos dan los muchos a�os de no creer en
el poder, ni en los pol�ticos.
Y a�ade otros datos que pretenden llamar la atencion mundial sobre una realidad
que seguramente es mucho mas lacerante. El coste, en Estados Unidos, de la
aplicaci�n de una sola pena de muerte se eleva a 3,2 millones de d�lares �? y
China ha incluido la construcci�n de una c�mara de muerte dentro del proyecto
para las Olimpiadas del 2.008. Que fueron condenadas 7.395 personas solo en el
2.004 o que una mujer ha sido obligada abortar para poder ser ajusticiada en
tanto otra ha sido condenada a muerte por abortar.
Entre los m�todos oficiales aplicados en la ejecuci�n de un preso se encuentran
el fusilamiento, la horca, la lapidaci�n, la silla el�ctrica, la inyecci�n
letal, la decapitaci�n o la ejecuci�n por gas como mas conocidas.
A muchos de los que acostumbran a dividir el mundo entre buenos y malos, entre
ricos y pobres, entre dem�cratas y no dem�cratas, entre primer y tercer mundo
les duele ver en esta lista a Estados Unidos junto a otros pa�ses que a muchos
nos costar�a situar en el mapa como Malawi, Tayikist�n, Comoras, Guyana, Ghana,
Lesotho o Laos, seguro que les cuesta menos ver las referencias a China junto a
Cuba, Afganist�n, Sierra Leona, Ruanda, Jap�n, Jordania o Yemen, y creer�n saber
que Ir�n, Marruecos, Sudan, Congo, Iraq, Chile, Rusia, Tailandia o Vietnam est�n
por meritos propios. Pero son mas, muchos mas donde la pena capital o pena de
muerte sigue estando vigente entre sus leyes.
Existen otros pa�ses, muchos mas y mucho mas cerca de lo que creemos, donde la
aplicaci�n de la pena de muerte esta legalizada. Son esos pa�ses donde se ordena
"tirar a matar" sabiendo que su acci�n ser� justificada o se saldara con una
dimisi�n puntual de un responsable que encontrara un "retiro" mucho mas rentable
y c�modo a su responsabilidad.
Las tristes leyes que se est�n dise�ando con el icono o logotipo del
Antiterrorismo justifican la pena de muerte sin juicio, sumario, corredores de
muertes o gastos a�adidos.
Una, dos, tres, ocho balas bastan para acribillar a un hombre que corre a coger
el metro.
Una ba�era o una bolsa de pl�stico sirven para ahogar a un preso que se resiste
a declarar lo que ellos quieren que declare.
Una ventana en un tercer piso es suficiente para dejar caer a un cuerpo
esposado.
La oscuridad de la noche en un puerto de monta�a basta para acribillar a quien
se encuentra rodeado.
El ninguneo de la propia ley que habla de "presos en estado terminal o
enfermedades incurables" junto a la negaci�n de auxilios sanitarios adecuados y
su empecinada obsesi�n de mantenerlos presos hasta que revienten.
Estados Unidos es sin lugar a dudas un pa�s salvaje y terrorista, eso no lo
niegan ni ellos mismos, que mantiene y publicita la pena de muerte como parte de
su ser, que declara la guerra y la exporta all� donde le da la gana creando
campos de batalla donde sus intereses le mandan. pero hay otros pa�ses que no
publicitan, ni legalizan la pena de muerte, que no declaran guerras ni crean
campos de batallas pero acuden sumisos a la voz de mando de estos.
En Afganist�n, Iraq, Angola, Turqu�a, Ruanda, Marruecos, Colombia, Guatemala,
Filipinas, . Seg�n leo en una web "hay en el momento entre 30 y 40 guerras
activas en el mundo. La mayor�a de ellas son olvidadas por la opini�n p�blica
del mundo rico aunque los intereses de gobiernos y de compa��as de los pa�ses
m�s ricos en la tierra ha causado o ha sido mantenida la gran mayor�a". Esta
claro que la industria del armamento necesita colocar sus excedentes y las
guerras son sus mejores clientes.
Tambi�n existen otras guerras que mantienen sin declarar estados empe�ados en
ser grandes desde la negaci�n y la destrucci�n de nacionalidades hist�ricas y
sometidas por las armas, negando el derecho internacional de estos pueblos a su
propia identidad nacional. Todos los pueblos tienen el derecho a disponer de si
mismos, es el principio de igualdad de los pueblos que forma parte de la carta
fundacional de las Naciones Unidas.
La pena de muerte es sin lugar a dudas una lacra social de la que muchos de los
que se manifiestan contrarios son culpables a la hora de votar a los pol�ticos
que hacen posibles estados terroristas, la abolici�n de la misma no se logra en
una noche de vigilia, con cantos, rezos y velas. Tenemos que desmontar el poder
que la mantiene, la justifica y se alimenta de ella.
El terrorismo de estado, entre o fuera de sus propias fronteras, no se combate
�nicamente con unas palabras y en manifestaciones. Tenemos que desmontar este
poder que se hace fuerte desde el mismo.
Estados Unidos volvi� a ganar George Bush, en Gran Breta�a volvi� a ganar Tony
Blair, en el Estado Espa�ol Jos� Maria Aznar continua so�ando presidencias sin
que nada, ni nadie le exija las responsabilidades que su pol�tica genocida
involucro a su Espa�a en una guerra terrorista y asesina con mas miles de
muertos que todas las penas de muerte juntas y con m�todos mucho mas crueles que
los mencionados mas arriba.
Algo me esta ense�ando que no vasta crecer a nivel individual si no logramos que
la sociedad que nos rodea crezcan con nosotros al mismo ritmo, que no bastan las
manifestaciones puntuales contra esta o aquella guerra si no desmontamos todas
la guerras del mundo, que no bastan la vigilia, las velas, los rezos y cantos de
una v�spera si no somos capaces de pelear por la erradicaci�n de la pena de
muerte el resto de los d�as del a�o.
Algo me dice que no bastan las muestras de asombro ante las huellas de la
tortura sino exigimos al gobierno, a todos los gobiernos, que respeten los
Derechos Humanos, los Derechos Individuales y Fundamentales de todos. Que
penalicen a torturadores y desmonten leyes que la permiten y potencian.
Algo me dice que la lucha contra ese terrorismo que ellos, los gobiernos, han
creado no encontrara el eco de mi justificaci�n si lo hacen desde un terrorismo
de estado mucho mas peligroso y mordaz que el derecho de todo pueblo a
defenderse.
Algo me dice que vienen d�as mucho mas duros para todos los que so�amos Paz y
Libertad.