Internacional

Narciso Isa Conde

Todo terrorismo de Estado, además de insurgencias no terroristas, ha generado un terrorismo que brota de la opresión, la explotación, la exclusión, la humillación, el hambre y los sufrimientos. Así lo registra la historia de la humanidad.

Me refiero al terrorismo en tanto acción destructiva contra seres humanos inocentes, medios de vida, adversarios desarmados...; en tanto tortura, terror, persecución exterminadora por razones políticas, étnicas, religiosas... Al terrorismo como acción indiscriminada, como genocidio, asesinatos en masa de seres no culpables y contra objetivos no militares.

No hablo de otro tipo de acciones armadas o no armadas, insurgencias, guerrillas, insurrecciones, ajusticiamientos, guerras, sabotajes...

Creo que hay que ser bien preciso porque el uso de la violencia y el empleo de las armas no es de por si terrorismo y no es "per se" ni malo ni bueno. Todo depende de las circunstancias, de las causas, las metas, los propósitos, la moral, los contenidos y la naturaleza de los sujetos sociales y políticos que las llevan a cabo.

La frontera entre terrorismo y el no-terrorismo la determina el componente perverso de la acción militar, economica o psicológica, y muy especialmente su carácter indiscriminado, abusivo, desproporcionado, no limitado a los sujetos y actores de la confrontación violenta.

Y así definitivamente el terrorismo puede proceder desde instancias dominantes y opresivas, o de sujetos oprimidos, expoliados y vejados, constituyéndose en dos fenómenos, que aunque de naturaleza social, política y cultural diferentes, dañan indistintamente a factores ajenos a toda responsabilidad en las confrontaciones.

El terrorismo dominante generalmente es de Estado o poco estatal, ahora lo practican Estados gansterizados y mafias articuladas a ellos. Ese terrorismo es el mas conspicuo de todos y el causante de determinadas respuestas contaminadas por reacciones aberrantes o indiscriminadas.

Las guerras revolucionarias, las insurrecciones, las guerrillas pueden o no estar acompañadas de prácticas terroristas. Ellas, además, pueden ser injustas, tiránicas o imperiales, o libertadoras y emancipadoras. Eso también depende de sus contenidos.

A nadie que hable o escriba con sentido de justicia se le ocurrirá decir en República Dominicana que Enrriquillo, Lemba, Duarte, Luperón, Gilbert, Jiménez Moya, Manolo Taváres y Caamaño –Heroes de anticolonialistas, democraticas y antiimperialistas- fueron terroristas.

A nadie ajeno a la perversidad se le podria ocurrir afirmar que Ho Chi Minh, Vo Nguyen, Giap o Mao Zedong fueron terroristas. O que Fidel, Marulanda, el subcomandante Marcos o Hugo Chávez lo son.

Existe ademas el terrorismo economico (el neoliberalismo lo ha potenciado, el lenorismo social (por igual), el terrorismo psicológico, el terrorismo de genero (los femenicidios son su consecuencia) el terrorismo social y otros que brotan de las diversidades modalidades de opresión.

Acusar al Che –Guerrillero y revolucionario ejemplar, figura emblemática para gran parte de la humanidad- de terrorista rayaria no sólo en lo calumnioso, sino en lo ridículo.

Pero volviendo al planteamiento inicial es incuestionable que el terrorismo de Estado practicado por EEUU desde que se conformó como imperio, no sólo ha generado rebeldías, insurgencias y guerras justas (diferenciadas de las prácticas terroristas), sino que tambien ha provocado diversas variantes del terror indiscriminado, ejercido desde sujetos extremadamente radicalizados y fanatizados, resultado de combinaciones abigarradas de dogmatismos. Fundamentalismos y dominaciones tan perversas como crueles.

El sistema colonial y neocolonial del capitalismo ha sido generador de esror y otros terrorismos.

La recolonización neoliberal y el tipo de globalización en marcha han potenciado y han ampliado ambas vertientes del terror político-militar y otros más.

Después de todas las guerras coloniales y de todos los terrorismos de Estado del período de la "guerra fria", EEUU puso en práctica guerras terroristas contra Somalia, Irak, Irán, Libia, Yugoslavia y Afganistán.

Luego de ese período ha seguido armando a Israel para ejecutar una continua masacre del pueblo palestino, y desplegando simétricamente a la querra declarada contra Afganistán e Irak su agresividad militar en el Medio Oriente.

Después de la guerra fría arreció el genocidio economico y el genocidio del planeta desde el FMI, el Banco Mundial, la OMC, los bancos de negocios y las corporaciones transnacionales. Pretende además imponer el ALCA, el plan Colombia-Iniciativa Andina, el Plan Puebla-Panamá y campañas militares como el "Plan Patrista" en Colombia.

Contra esto se han levantado muchas rebeldías e insurgencias justas y esencialmente dirigidas contra los opresores posmodernos: las rebeldías zapatista, bolivariana, colombiana, ecuatoriana, argentina; la Intifada, las redes antiglobalizacion, los sin tierra, las protestas de los pueblos originarios, los estallidos sociales desde el empobrecimiento agobiante, las protestas en Seatle, Davos< Barcelona, Québec y Génova.

El ELN y las FARC son expresiones elevadas de esa justa rebeldía armada en Colombia.
Pero también se ha reducido y expandido la contrapartida terrorista de los /as excluidos /as, con mayor base en los grupos integristas islámicos.

El ataque a las Torres Gemelas ha sido su expresión reciente más trágica, sin descartar que haya sido estimulada por la propia CIA. Esta tesis toma mas Fuerza al paso de los días.

Y a eso se le está respondiendo con más terror de Estado, potenciado aún más la espiral viciada y destructiva dentro de las actuales confrontaciones. Con más bombas y más mísiles, que no sólo radicalizan la reacciones de las tendencias fundamentalistas adversas, sino que potencian el pánico al interior de EEUU y del Occidente "civilizado", a todas luces vulnerable e imposibilitados de prevenir y evitar nuevos ataques procedentes del interior y del exterior.

Ese es el camino del terror infinito dentro del choque brutal entre corrientes de la barbarie posmoderna dominante y a barbarie medieval oprimida y humillada.

Y es por eso que el No a la guerra de Bush debe ser rotundo, forzando a superar las causas profundas de todos los terrorismos.