Hace 66 años...

Comienzo de la Segunda Guerra Mundial

Pedro Meluzá López

AIN

La imponente mole de granito se aprecia desde varias millas mar afuera en el Báltico y domina la portuaria ciudad de Gdansk, en el norte de Polonia.

Semeja una espada de 25 metros de alto con filo hacia el cielo y recuerda la heroica resistencia de una unidad del ejército polaco que durante casi siete días hizo frente a potentes fuerzas hitlerianas atacantes por tierra, mar y aire.

Westerplatte devino hacia el primero de septiembre de 1939 gloriosa página de la lucha antifascista. Por ese lugar comenzó la Segunda Guerra Mundial hace 66 años.

En virtud del Tratado de Versalles, 1919, que puso fin a la I Guerra Mundial, Gdansk fue declarada ciudad libre. Con posterioridad la Sociedad de Naciones aprobó la creación allí de un puesto polaco denominado depósito militar de tránsito. Abarcaba unas 75 hectáreas en una península a la entrada del puerto.

A partir de 1933, con la subida al poder de Adolfo Hitler, se acrecentó la agresividad antipolaca de las autoridades de Gdansk, subordinadas a los intereses nazis.

Se sucedieron provocaciones contra el puesto.

El 25 de agosto entró en el puerto de Gdansk el acorazado alemán 'Schleswig Holstein' que, según un comunicado oficial, llevaba a bordo solamente cadetes en faena de entrenamiento marino. Falso.

Una unidad de asalto muy bien armada, integrada por más de 200 soldados, había subido al navío en pleno mar Báltico.

La noche del 31 de agosto era clara y con luna llena. El acorazado alemán había anclado frente a Westerplatte. En su cuaderno de bitácora el capitán anotó a las 4:43 de la madrugada del primero de septiembre: 'El navío va al ataque'.

Cuatro minutos más tarde, los 14 cañones del barco rompieron el silencio del amanecer. ¡Había comenzado la Segunda Guerra Mundial!

Desde las primeras escaramuzas, los invasores recibieron una firme respuesta de los defensores del lugar.

El dos de septiembre, ante la tenaz resistencia de la guarnición. Allí acantonada, 47 aviones de la Luftwaffe alemana descargaron bombas y metrallas sobre el cuartel.

Mil soldados alemanes llegaron como refuerzo, con una batería de cañones. A pesar de las continuas embestidas, siempre fueron rechazados.

En la madrugada del día siete los hitlerianos iniciaron su decimotercer ataque contra el cuartel de Westerplatte. Esta vez la acción concertó aviación, cañoneo desde el acorazado y por la artillería terrestre y el incendio de los bosques circundantes.

Sin apoyo exterior, acosados por mar, tierra y aire, el jefe del puesto izó bandera blanca a las 10 de la mañana. El saldo de bajas era elocuente. De los dos mil soldados alemanes participantes de la agresión, la mitad resultó muerta o herida. El destacamento polaco de 202 hombres sufrió 14 muertos y 11 heridos.

Tras la liberación de Polonia y el fin de la II Guerra, se inauguró en Westerplatte el monumento a sus héroes.