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Europa

Gran Bretaña presiona a Pakistán para que ponga bajo control las "madrasas"


Musharraf dice que Londres tiene el problema en casa  El presidente de Pakistán, el general golpista Pervez Musharraf, llamó ayer a Gran Bretaña y a Pakistán a luchar de forma conjunta contra el «terrorismo islamista». El dirigente paquistaní ha iniciado una vasta campaña de detenciones en su país, pero advirtió que Londres tiene el problema en casa.

Omar Bakri

Pakistán se halla en el ojo del huracán desde los atentados del 7 de julio en Londres, que no ha dejado de presionar al país asiático desde que se conoció que los autores de la primera ola de atentados habían viajado a Pakistán antes de los mismos. Ayer, Pervez Musharraf envió un mensaje de solidaridad a su colega Tony Blair, pero al mismo tiempo le advirtió que los británicos también «tienen mucho que hacer».
En un largo mensaje difundido por la televisión pública paquistaní, Musharraf afirmó ayer que «nosotros tenemos ciertamente un problema [en Pakistán], pero permítanme decir que también tienen mucho que hacer en Gran Bretaña».
Musharraf reclamó en urdu y en inglés que no se eche la culpa a sus país por el 7-J, y destacó que los kamikazes de la primera ola de atentados eran ciudadanos británicos educados en Gran Bretaña, donde «operan grupos terroristas con total impunidad», añadió.
En opinión del presidente paquistaní, «en este momento hay que ayudarse en lugar de hablar contra otros. Estamos juntos en la lucha contra el terrorismo y debemos seguir juntos», apuntó en referencia a las críticas recibidas por parte de algunos medios de comunicación británicos.
Al mismo tiempo, el presidente paquistaní condenó «con fuerza» el 7-J, y dijo que sus autores «no pueden ser llamados seres humanos» y que es «una desgracia» que hubiera musulmanes implicados.
Desde entonces, las autoridades paquistaníes llevan a cabo una basta operación policial contra organizaciones islámicas especialmente contra escuelas coránicas (madrasas) presionadas por Londres, e investiga los posibles contactos de los detenidos con los tres suicidas británicos.
Sin embargo, la campaña de arrestos le está creando serios problemas domésticos.
La alianza de seis partidos musulmanes Muthahida Majlis Amal (MMA) ha convocado para hoy, durante la oración del viernes, protestas contra las detenciones y ha acusado al presidente de ceder a las presiones de los países occidentales tras el 7-J.
El MMA protestará contra la «agenda secular» del Gobierno de Musharraf y su intención de «agradar a Washington y Londres», según explicó un portavoz de la organización.
El primer ministro paquistaní, Shaikat Aziz, defendió, por su parte, los arrestos de clérigos y estudiantes, alegando que están dirigidos contra supuestos elementos extremistas y como parte de la lucha contra el «terrorismo».