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Europa

Rusia: declaraciones de Askar Akaev

Acusan a los estados unidos de preparar el golpe en kirguistan

El derrocado presidente kirguis, Askar Akaev, declaró desde Moscú que las revueltas en Bishkek el pasado 13 de marzo fueron organizadas con la anuencia de Washington.

Según ese comunicado, elementos extranjeros ayudaron a la preparación de los líderes opositores que estimaron como fraudulentos los resultados de los comicios parlamentarios y luego encabezaron actos de desobediencia civil, al sur del país y en Bishkek.

A juicio de Akaev, uno de los responsables de lo que antes él mismo catalogara como golpe de Estado anticonstitucional, fue el embajador de Estados Unidos en esa nación centroasiática.

El político, en el poder desde 1990, señaló que los criminales y drogadictos que se opusieron a él contaban con apoyo internacional.

'En el interior, fue la oposición radical, pero había intereses exteriores también', afirmó Akayev.

'Hubo organizaciones internacionales que apoyaron y financiaron' la llamada 'Revolución de los Tulipanes' , añadió.

'Una semana antes de estos acontecimientos, leí una carta en Internet firmada por el embajador de Estados Unidos en Kirguistán, que contenía un plan detallado para la revolución', precisó.

Asimismo afirmó que las elecciones presidenciales convocadas por las nuevas autoridades para el próximo 26 de junio son ilegales.

'No he entregado el cargo y, por derecho, soy en estos momentos el único jefe de Estado legítimo', advirtió.

Akaev también ofreció garantías para el nuevo Parlamento kirguís, que ahora encabeza, Omurbek Tekebaev.

'Estoy dispuesto a regresar a Kirguistán y entregar el poder pacíficamente', aseguró.

De otra parte se conoció que un alto funcionario de la lucha antidroga en Kirguistán aseveró que la llamada 'revolución de los tulipanes' que condujo al derrocamiento del presidente Akayev también fue financiada por la mafia del narcotráfico.

El toxicólogo Yenech Nurgaliev señaló que la toma de la sede del Gobierno la semana pasada en Bishkek fue protagonizada por comandos formados en la ciudad de Osh, al sur del país, una zona convertida en plaza fuerte del tráfico de la heroína, procedente de Afganistán.

Las declaraciones de Nurgaliev al diario ruso Komsomolskaya Pravda son reproducidas este viernes en Kirguistán por cadenas de televisión y la radio.

Algunos habitantes de Bishkek aseguraron, según ese rotativo, que antes del ataque a las sedes administrativas, se obligó a los asaltantes a drogarse o, en su defecto, beber un vaso de vodka en el que se había disuelto el estupefaciente.

Nurgaliev aseguró al diario que la financiación de la operación procedió de los capos de la droga de Osh, unos 50.000 dólares procedentes de esta actividad delictiva.

También precisó que ahora la narcomafia podría pedir algo a cambio a los nuevos responsables políticos del país centroasiático.