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Argentina: La lucha continúa

'Patriotismo económico' o entreguismo petrolero

Félix Herrero
Desafios – Infomoreno*

La crisis petrolera que se está viviendo intensamente en muchas partes del mundo con la invasión norteamericana a Irak, las compras de empresas petroleras para adquirir reservas en una verdadera guerra económica que asegure el futuro (la 'guerra por las reservas'), la crisis petrogasífera sufrida por Estados Unidos a causa de un huracán, la suba importante del precio del crudo en el último año, etcétera, tiene aspectos positivos: como en toda crisis, caen los eslóganes, en este caso los librecambistas, y se descubren las falacias con que se pretendió ocultar la verdad durante décadas.

Estados Unidos practica hacia adentro el patriotismo económico

Una notable situación de conflicto entre el discurso y los hechos, o entre las palabras mediáticas de los dirigentes y sus acciones se manifestó recientemente cuando una petrolera estatal china quiso comprar, a mejor precio que el ofrecido por Chevron (¡oh!, ¿dónde está la sagrada ley de la oferta y la demanda?), a la Unocal de California. A pesar de las declamaciones de libreempresismo, de la postura de que en Estados Unidos existe 'libertad empresaria' y libre movimiento de capitales, el Congreso de ese país -en acuerdo con el Poder Ejecutivo- dijo que los chinos no pueden comprar petroleras de los norteamericanos. Igual práctica realizan los países europeos(1).

Uno pensaría entonces, que la novena petrolera estadounidense tiene múltiples pozos y contratos de extracción de petróleo en el subsuelo norteamericano y que la oferta china molesta porque, como el país norteamericano dejó de ser autosuficiente, una firma asiática podría manipular reservas y extracción en pleno territorio imperial.

Pero las cosas no son así, porque Unocal es una empresa que se dedica sobre todo a explorar y explotar gas y petróleo en países de 'ultramar', lo que para la estatal china(2) la hacía aún más interesante. La empresa china estaba dispuesta a pagar cerca de 18 mil millones de dólares por la Unocal, pero se tuvo que conformar, por ahora, con la compra de la canadiense PetroKazajistán por 4.100 millones de dólares. Esta petrolera canadiense ha implantado sus inversiones y desarrolla sus actividades en ese país que limita con China.

O sea que no interesa tanto el destino del petróleo (porque seguramente se seguiría proveyendo a China, India y otros países asiáticos, además de los Estados Unidos) sino el origen de los capitales o de las empresas que gestionan volúmenes de petróleo en el mundo y disponen los precios.

¿Cuál fue el argumento por el que se decidió que una petrolera China no podía hacerse dueña de una empresa estadounidense? Aquí no hubo dobles discursos ni juegos de palabras: en el Senado de los Estados Unidos se dijo claramente que el país debía imponer un 'patriotismo económico' y que la venta de petroleras es antipatriota. ¿Por qué no adujeron este mismo motivo cuando el Fondo, los gobiernos norteamericano y europeos, y los tecnócratas del pensamiento único gozaban pagando consultores y gobernantes para que Argentina, a igual que Bolivia, se quedara sin ninguna empresa pública de energía, comunicaciones y transporte? Es decir, cuando se regalaban las empresas estatales que gestionaban los recursos naturales y se perdía el suelo, el subsuelo y el cielo. ¿Por qué no avisaron que existía un patriotismo económico al que solo parecen tener derecho los imperialismos económicos? Ingenua pregunta ahora, que no esperamos que alguien la conteste.

Argentina privatizo porque no tuvo patriotismo nacional

Esta falta de patriotismo económico tiene mucho que ver con la también reciente discusión sobre el destino dado por las provincias argentinas, las diez que aceptaron las privatizaciones, a los fondos originados por las ventas de YPF y GdE. Debemos distinguir el destino o utilización de esta plata con la falta de patriotismo que la originó.

Origen y destino, dos términos tan gratos a los contadores de las cuentas empresarias y a los economistas de las cuentas nacionales. Sobre esto se discute en el país a propósito de la colocación de la plata santacruceña en el exterior. Como en un coro afinado, quienes discutían si estaba bien que los gobernantes de Santa Cruz no hubieran invertido en el país en vez de colocar financieramente el dinero en el exterior, la discusión evitó esclarecer el origen de esos fondos y la contraprestación que habrían recibido los que se beneficiaron de la privatización. ¿Fue ese dinero la retribución por la aprobación legislativa de las privatizaciones, o por el apoyo a la reforma de la constitución del 94, que legisló contra el Artículo 40 de la del 49? No se trata solamente de saber si una provincia colocó su ahorro en las plazas financieras internacionales o si otras hicieron inversiones reales (está por verse) o destinaron el dinero a sus gastos corrientes. Pero la discusión pertinente no debe reducirse en este caso al destino de los fondos, sino a la complicidad 'originaria' en la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

Las provincias petroleras recibieron acciones de YPF y dinero en efectivo por una presunta deuda por liquidación de regalías, que no tenía justificación jurídica cierta para exigirla a la Nación. Muchos son los que piensan que fue el pago a las provincias petroleras por silenciar y apoyar la privatización, en un procedimiento similar al que se plegaron ciertos dirigentes sindicales más cercanos a las empresas que a los trabajadores.

Por eso, siempre hay que saber primero de dónde viene la plata y en pago de qué, antes de saber en qué se va a gastar, para no entrar en discusiones sobre lo secundario.

El neoliberalismo decía que apoyaba la federalización del país, pero en realidad el modelo produjo la feudalización del subsuelo nacional: se fraccionó la base de sustentación general en el interés de diez gobiernos provinciales que, entre todos, tenían el 12 por ciento de las acciones de YPF, las que fueron transferidas a una velocidad llamativa(3). Si no las hubieran vendido, las diez provincias petroleras serían el sector que individualmente contaría con la mayoría accionaria de YPF.

Las dos preguntas de este artículo son: ¿Por qué los Estados Unidos no permite desprenderse de sus empresas petroleras?, y ¿por qué los gobernantes argentinos hicieron lo contrario?. Y ahora, cuando se renueva la discusión sobre el destino del dinero de Santa Cruz y su prometida 'repatriación', la discusión debe centrarse en el origen de los fondos provinciales, sin renunciar nunca al esclarecimiento del precio que aceptó el Gobierno Nacional, cuando primero vendió parte de YPF a un precio total de 6.900 millones de dólares (se vendió en etapas), y luego los extranjeros transfirieron la empresa estatal argentina a otros extranjeros en un valor de casi 15.000 millones de dólares. La pregunta final debe estar dirigida a conocer quiénes fueron los que se beneficiaron con esta venta y en cuántos millones de dólares se hizo. Venta que, como todos sabemos, no tuvo los límites del patriotismo económico que hoy impone, sólo para adentro, el imperio estadounidense

Notas:
1) Francia recientemente impidió la venta de Danone a capitales estadounidenses porque se la consideró empresa ejemplar de la industria francesa.
2) Union Oil of California (Unocal) es la novena petrolera estadounidense y explota hidrocarburos en Tailandia, Indonesia, Myanmar, Bangladesh, Azerbayán, y explora en Vietnam. Fuera de Asia, extrae gas en Holanda y petróleo en Congo.
3) Más allá del tiempo que algunas provincias se tomaron, a la espera de que las acciones incrementaran las cotizaciones iniciales, como sucedió.

* Félix Herrero es Ex presidente de Yacyretá y Salto Grande-Vicepresidente del MORENO.