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Argentina: La lucha continúa

Fortabat, Rocca, Coto, Macri, Pagani y muchos más
Figuritas repetidas del establishment empresario

Emilio Marín
LA ARENA

Algunos de los cenáculos empresarios, como IDEA, se vanaglorian de contar con los 350 grupos económicos más fuertes del país. Otros, como AEA, dicen lo mismo de sus 70 socios. La Sociedad Rural Argentina, por su parte, jura representar 'al campo' con sus 2.000 socios. Esas cámaras patronales y sus fundaciones logran posicionarse en forma privilegiada ante los gobiernos de turno, incluso el actual, con el que también tienen sus diferencias. Muchos son figuritas repetidas.

Colita de cuadril

El señor Alfredo Coto aún debe recordar los viejos tiempos en que gerenciaba una cadena familiar de carnicerías y hacía ganancias vendiendo más baratas las colitas de cuadril. Hoy ya no toca esa carne pero sigue blandiendo la cuchilla, al menos en forma figurada, para amenazar incluso al poder político y asegurarse su alta tasa de rentabilidad.

Por ejemplo, en noviembre del año pasado intervino en el 40º Coloquio de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino) en Mar del Plata y embistió contra la doble indemnización en caso de despido. Esa tenue protección contra las cesantías venía de 2002 y los empresarios como 'don Alfredo' la querían borrar de un plumazo. Néstor Kirchner se lo va concediendo de a poco, como si estuviera cortando milanesas. Al menos así lo vé el ex carnicero.

Un mes después del coloquio, en diciembre de 2004, el supermercadista nacional se quejó de la disposición del PEN de otorgar un aumento salarial. 'De pronto salen estos 100 pesos para todo el mundo, y creemos que esto no es bueno para la economía' dijo, quejándose de tan leve mejora de haberes. Para él era mucha plata, porque explota a 18.000 dependientes.

El personaje es una de las figuritas repetidas del mundillo empresario, porque además de presidir su cadena de supermercados, recientemente multada por el gobierno, hace lo propio con ASU (Asociación de Supermercadistas Unidos) y con el 41º Coloquio de IDEA a celebrarse en Mar del Plata a fines de noviembre. El polifuncional es director de IDEA y tesorero de AEA (Asociación Empresaria Argentina), la entidad que surgió hace pocos años de la fusión entre el Consejo Empresario Argentino y la Fundación Invertir.

IDEA tiene por lema: 'es ético que las empresas sean eficientes y generen utilidades. Las utilidades respaldan nuevas inversiones y puestos de trabajo seguros y bien remunerados'. Pero no solamente 'don Alfredo' sino muchos otros de sus directivos violan ese precepto. Por eso los empleados de Coto quieren salirse del convenio de Comercio arreglado con el sindicato de Armando Cavalieri y entrar en el de Camioneros, de Hugo Moyano, donde se gana el doble.

Cuando hay intentos de nueva afiliación, el dueño de la cadena llama a la policía. Lo mismo cuando los mercantiles y desocupados quieren hacerle un reclamo, como el 25 de agosto en la Sociedad Rural, donde Coto sería orador junto a Roberto Lavagna en las Jornadas de Supermercadismo organizadas por ASU. La Federal hizo su trabajo, meta palos nomás.

Fichas en todas partes

Al menos Coto podrá decir que está 'sólo' en dos cámaras del establishment: AEA e IDEA. Otros pulpos son peores a la hora de meter fichas aquí y allá, como Organización Techint, Clarín, Petrobras, Loma Negra, Molinos, etc.

Si se analizan los directorios de las cámaras donde se nuclean los grupos más concentrados se verá que Techint está prácticamente en todas. Pruebas al canto. Como director de IDEA está Fredy Cameo, vicepresidente de Siderar, una de las firmas controladas. Techint no ocupa cargos pero es aportante en FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas), el 'tanque de ideas' neoliberal por excelencia que junto con IDEA dio soporte al proceso privatizador en Argentina. Gracias a esa tendencia de los ´90, el grupo siderúrgico de los Rocca se quedó con Somisa y formó Siderar, sumó áreas petroleras de la ex YPF por medio de Tecpetrol, rutas concesionadas, etc.

Como todo pulpo, Techint tiene tentáculos. Su capo, Paolo Rocca, es uno de los vicepresidentes de la Asamblea Empresaria Argentina (AEA). Otro directivo, Luis Betnaza, es vice de la Unión Industrial Argentina (UIA). Antes por medio de Eduardo Baglietto y ahora con otros operadores, domina la Cámara Argentina de la Construcción.

La familia Rocca no puede quejarse de la labor de lobby que ejercen sus ejecutivos en esos ámbitos siempre cercanos al poder. La empresa está en séptimo lugar del ranking de los exportadores, con casi mil millones de dólares en ventas. Por estas razones obvias es de las que más apoyan a Lavagna y su política de dólar alto. Además participa de la ampliación del gasoducto del norte, una obra por varios centenares de millones de dólares. Y tiene casi aprobado el plan para las cloacas en la ciudad de Córdoba, sin licitación, por 350 millones de pesos.

Aquella organización divide su trabajo y pone un ejecutivo aquí y otro allá. En cambio hay otros holdings que repiten el mismo personaje en todas las cámaras. Una de dos: o éstos tienen el don de la ubicuidad o son unos ñoquis. Un ejemplo extremo es Juan M. Forn, vicepresidente de Molinos, tesorero de la UIA, vicepresidente 2º de IDEA, miembro organizador del 41º Coloquio de la entidad y finalmente prosecretario de FIEL. ¿Cómo hace Forn para estar en todos esos lados al mismo tiempo? ¿O solamente presta el nombre y su industria agroalimentaria pone allí otros operadores para hacer sus negocios? Mal no le va porque antes, como parte de la escudería Bunge & Born, y en los últimos años con Pérez Companc, Molinos ocupa el lugar nº 13 entre las mayores exportadoras con 675 millones de dólares.

El contraste

Otras figuraciones extremas en directorios del empresariado de primera línea vienen por el lado de Clarín, Arcor, Loma Negra, etc.

El multimedios colocó a su vicepresidente José A. Aranda como director de IDEA y a Héctor Magnetto, con tanto poder o más que Ernestina de Noble, en una de las vicepresidencias de AEA.

Arcor 'moja' con Luis Pagani, titular de esa Asamblea que de argentina tiene apenas el nombre: allí tienen su asiento multinacionales como Quickfood, Dow Química, Unilever y Petrobras. La número uno de golosinas, que llegó al sitial enancado en Domingo Cavalllo, tiene sus incrustaciones en la secretaría de la UIA (Adrián Kaufmann) y la dirección de FIEL (Fulvio Pagani hijo).

El presidente de Arcor tiene vasos comunicantes con multinacionales cuyos negocios no tienen nada que ver con los chocolates, salvo en el color oscuro del producto y de algunas operaciones. Pagani fue cooptado por Repsol-YPF y revista en el directorio de la petrolera. Al criticar las retenciones a las exportaciones, hizo rancho común con los oligarcas de la Sociedad Rural. Ese gesto no era de pura solidaridad sino en defensa de intereses propios: estaba hablando por las exportaciones de Arcor y Repsol que son asunto de vida o muerte para el industrial.

Otra figuretti es Amalia Lacroze de Fortabat, dueña de Loma Negra hasta que se oficialice su venta al grupo brasileño Camargo. La señora que fungió hasta el año pasado como embajadora especial de Argentina está en el consejo consultivo de FIEL y retiene la tesorería de esta fundación con un directivo de su cementera, Manuel Sacerdote (ex BankBoston). 'Amalita' es simultáneamente vicepresidente de la Asociación Empresaria encabezada por Pagani.

La conducta de la señora muestra la inconsistencia ideológica de los lemas supuestamente morales de IDEA. Otro de los apotegmas de la entidad que figuran en su página de internet reza: 'las personas, empresas e instituciones asociadas asumen el compromiso de mantener como principio un comportamiento ético y moral correcto'.

Sin embargo, en agosto último la Cámara en lo Penal Económico avaló la multa de 310 millones de pesos que la Comisión en Defensa de la Competencia había impuesto a cuatro cementeras. El organismo, dependiente de Economía, sostuvo que esas firmas habían cartelizado sus precios. Las sancionadas fueron Loma Negra, Cementos San Martín, Juan Minetti y Cementos Avellaneda. Quiere decir que la viuda de Fortabat no había actuado según los seudos mandamientos de IDEA.

No es la única, por supuesto. Otro de esos dogmas sostiene: 'Las personas, las empresas y las instituciones nucleadas en IDEA nos comprometemos a pagar los impuestos y cumplir con las leyes'.

Sin embargo, el secretario de la institución y socio honorario es Jorge Rubén Aguado, ex gobernador bonaerense con la dictadura y titular del Correo durante la privatización de Macri, que adeudó 700 millones de pesos de cánon impago al Estado.

Otro dirigente es Eduardo Eurnekian, de Aeropuertos Argentina 2000, con causas por evasión e incumplimientos de pliegos licitatorios. Otros socios del 'club' empresarial son Juan Cambiasso, presidente del Consejo de Administración de Marval O’Farrell & Mairal y el contador Eduardo C. Coduri, director de Ernst & Young, un bufete y una consultora sindicados como asesores de cómo las empresas pueden evadir impuestos.

El presidente de IDEA es Enrique Pescarmona, tristemente célebre por haber dicho 'es fácil hacer negocios con plata'. ¿Con la plata de quiénes los hacía?