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Argentina: La lucha continúa

Identifican a una de las dos monjas francesas desaparecidas

Agencia Dyn

Siguen volviendo del olvido El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de Leonie Duquet, que fue secuestrada en 1977, junto a algunas de las primeras Madres y a su compañera de orden religiosa Alice Domon.
Los restos de Leonie Reneé Duquet, una de las dos monjas francesas secuestradas y desaparecidas en la dictadura militar, fueron identificados por especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que lo habían desenterrado del cementerio de General Lavalle donde estaba inhumado como NN.
Así lo confirmó esta tarde en conferencia de prensa el juez Horacio Cattani, integrante de la Cámara Federal porteña, en el marco del denominado Juicio por la Verdad, para intentar que los deudos de los desaparecidos encuentren los cuerpos de sus familiares, víctimas del terrorismo de Estado.
Los restos de Duquet fueron identificados por el EAAF mediante el estudio en los huesos del ADN genético, el cual arrojó 99,92% de compatibilidad con el de un sobrino suyo y otros parientes, residentes en Francia.
A Duquet la secuestró el 10 de diciembre de 1977 un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que integraba el entonces teniente de fragata Alfredo Astiz, el cual se había infiltrado con el nombre falso de Gustavo Niño en el primer grupo de familiares de desaparecidos y terminó secuestrando a doce de ellos.
La arrancaron de la casa que ocupaba en la parroquia de San Pablo, en el barrio de Ramos Mejía, y de ahí la llevaron al campo de concentración de la ESMA, donde se encontró con su par religiosa Alice Domon y once personas más que habían sido secuestradas tres días antes en la iglesia de la Santa Cruz.
Horacio Méndez Carreras, abogado de la familia de las monjas y Director de Derechos Humanos de la Cancillería, dijo hoy que "Astiz fue el responsable del secuestro de la hermana Duquet y lo hizo para borrar todos los testigos y vestigios de que él había sido el entregador de los secuestrados en la iglesia de Santa Cruz".
Ese grupo solía reunirse en la Iglesia de Santa Cruz, de los padres pasionistas, hasta que el 8 de diciembre de 1977 hubo un encuentro al que concurrió Astiz, quien se hacía pasar por hermano de un desaparecido. A la salida el marino 'marcó' dándoles besos de despedida a doce personas.
Entre ellos estaban la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devicenti, Esther Ballestrino de Careaga y a María Eugenia Ponce de Bianco.
Los marinos represores mantuvieron al grupo unos pocos días en la ESMA, e inclusive ante la repercusión en Francia y otros países por el secuestro de las monjas, las fotografiaron en el interior de la ESMA, con un ejemplar del diario "La Nación" y una bandera de "Montoneros" detrás, para simular que estaban secuestradas por ese grupo armado.
Finalmente optaron por deshacerse de las religiosas y los familiares de los desaparecidos arrojándolos al mar en "vuelos de la muerte". Pero la corriente marina devolvió siete cuerpos y entre el 20 y 30 de diciembre fueron apareciendo en la playa del balneario bonaerense Santa Teresita. De allí los enterraron como NN en el cementerio de General Lavalle.
Los antropólogos del EAAF empezaron a trabajar allí en 2004 y en diciembre desenterraron los cuerpos, a los que sometieron a una seria de pericias hasta llegar al determinante análisis genético de ADN para certificar totalmente sus identidades, que dio positivo, agregaron las fuentes.
Luis Fondebrider, especialista del EAAR que trabajó en este caso, dijo a DyN que "ya tenemos identificados a cinco y restan dos por identificar, pero entre éstos hay certezas de que ninguno corresponde al de la monja francesa Alice Domon". Los identificados son Angela Aguad, Azucena Villaflor de Devicenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Eugenia Ponce de Bianco, y, ahora, Duquet.
Por el caso de las monjas francesas, Astiz y sus camaradas del Grupo de Tareas de la ESMA, Jorge Acosta, Antonio Pernias y Héctor Febres están procesados con prisión preventiva, que cumplen en la base naval de Zárate, por resolución del juez federal Sergio Torres.
Además Astiz en 1990 fue juzgado en ausencia en París por el caso de las monjas francesas y recibió la pena de cadena perpetua.
Fuente: DYN