Hubo un aumento de la desocupación
Isidoro Gilbert
La Repblica
Miles de docentes se congregaron ayer frente al Parlamento en el marco de
la jornada de huelga y protesta en reclamo de aumentos salariales e
incremento del presupuesto para la educación.
La huelga molestó al gobierno de Néstor Kirchner porque -dice su ministro de
Educación, Daniel Filmus- la plata destinada a ese campo clave durante la
actual administración se ha duplicado llegando al 3% del PBI.
Pero la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), la mayor de la
centrales del magisterio, reclama que el 6% del PBI, y como piso, sea
destinado a la educación. Acaso el enojo oficial no sea por este último
reclamo puntual ni aun el salarial sino el hecho de que la Ctera haya hecho
su primer paro durante el actual gobierno y hasta hace poco a gran parte de
sus dirigentes se los consideraba amigos críticos, pero amigos al fin, del
proyecto de Kirchner y en un año electoral donde el Presidente reitera que
quiere ser plebiscitado, que el 90% de los maestros haya acatado la huelga es
para preocupar.
La magnitud de la concentración obligó a desviar el tránsito de una
importante zona aledaña al Parlamento que, un día antes, había vivido otro
mitin de fuste, el de la Asociación de Trabajadores de Estado (ATE) por
demandas de salarios. Ctera y ATE son los pilares de las Central de
Trabajadores Argentinos (CTA) que fue un aliado de hecho de Kirchner, pero
las relaciones se han deteriorado por la decisión oficial de negarle a esta
organización la personería gremial que le permita tener una presencia más
activa en otros gremios donde controla comisiones de fábrica para la
discusión de las reivindicaciones obreras que hoy pasan con vigor sobre el
salario aunque también por fuentes de trabajo.
Sobre el asunto, Kirchner reconoció que hay un pequeño repunte de la
desocupación pero que aguarda que para fines de año el desempleo baje a un
dígito. El actual oficial es del 13%.
A la movilización se sumó la Confederación de Educadores Argentinos (CEA),
otra entidad gremial docente nacional, la Federación Universitaria de Buenos
Aires y dos gremios de profesores secundarios y universitarios.
El titular de la Ctera, Hugo Yasky, dijo que "pedimos un cambio de fondo del
modelo educativo que se instaló en la década del 90 en la Argentina y que
significó un tremendo impacto para la escuela pública, sobre todo la
provincialización, que dejó en manos de cada jurisdicción el sostenimiento de
los salarios y del equipamiento de todo el sistema educativo".
"Si no logramos que nuevamente el Estado nacional se haga cargo junto con las
provincias en el sostenimiento de la escuela pública, esta crisis nos va a
llevar a un punto sin retorno porque la escuela pública va a terminar siendo
la escuela de los pobres. El único camino es que haya una nueva ley de
financiamiento educativo", señaló.
Tocado por el descontento, el ministro Filmus presentó un proyecto de ley de
financiamiento educativo que prevé alcanzar los 6 puntos del PBI, en un plazo
de cinco años. Pero otros funcionarios elevaron su irritación y hasta dichos
con sorna. Por caso el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, atribuyó a "un
complejo" de Ctera el paro nacional que el gremio lleva a cabo en la jornada.
Por su parte, los principales sindicatos docentes universitarios realizaron
una movilización denominada "Marcha Nacional Universitaria", en apoyo de sus
reclamos salariales y otras reivindicaciones sectoriales. La Federación
Universitaria de Buenos Aires (FUBA) adhirió con la toma de las facultades de
Filosofía y Letras, Ciencias Sociales, Exactas y Psicología y las sedes del
Ciclo Básico Común, y varias asambleas analizan extender la toma a otras
facultades, como Ingeniería y Medicina.
Este ascenso del descontento en el sector de la educación tuvo otros ecos
días recientes con la ocupación de escuelas del ciclo secundario por el
deterioro de los edificios, acompañados con cortes de calles, sobre todo en
cruces estratégicos que provocaron caos en el tránsito.
Los jóvenes reconocen que recurren a esta metodología inspirados en el
"movimiento piquetero" que estos días hizo algunas movilizaciones por el
incremento de los subsidios.
Para ciertos sectores oficiales, la sospecha es que en el sector del
estudiantado secundario hay cierta ínfula de protagonizar un remedo del Mayo
francés, de 1968. Algo exagerado aunque sea posible que militancia de los
partidos de izquierda, que hoy predominan en el control del movimiento
universitario, avance para poner también en movilización a los jóvenes
secundarios.
Dicho de otra manera, en el Gobierno ven, por distintos objetivos,
motivaciones políticas. Pero sería difícil entender manipulación tan enorme
si no hubiera reivindicaciones fuertes insatisfechas. Es muy poca atractiva
la visión que ve que "a ruido revuelto, ganancia de pescadores".
Hubo el jueves un importante paro bancario, y hay conflictos en el sector
profesional de la industria de la carne que pone en riesgo el nivel de
exportaciones que es de mucha importancia para la economía y otros paros se
realizan en la renacida industria automotriz. Así viene la mano, con un
conflicto adicional por la conducción de la CGT que algunas personas piensan,
o quieren, termina con un nuevo cisma.
FUENTE: LA REPUBLICA (URUGUAY)