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Argentina: La lucha continúa

Sin rampas, pero con amplia explanada

Prof. Juan Carlos Sánchez

El grupo Quiero Vivir Hoy, encabezado por Gladys Ferrara, volvió a la Plaza de Mayo por su reclamo por unidades accesibles en el transporte automotor y la accesibilidad en andenes ferroviarios y de subterráneos, luego de haber sido negada la entrega de su petitorio, en ocasión de la marcha del 29 de abril.

En la nota
CASA ROSADA SIN RAMPAS, hacíamos notar la inexistencia de rampas que permitan el acceso a la Mesa de Entradas de la Presidencia de la Nación, lo cual motivó la interposición de una acción de amparo que todavía se sigue sustanciando en los Tribunales Federales de la Ciudad de Buenos Aires y del cual, todavía, se sigue esperando una respuesta.

No es nada nuevo, tal vez, decir que la accesibilidad física de los edificios públicos y en el transporte es inexistente, debido a la falta de rampas y accesos adecuados para las personas con discapacidad motriz. Sin embargo, también existen dificultades para las personas con discapacidad visual y auditiva debido a las enormes barreras comunicacionales, las cuales impiden desde el desplazamiento de las primeras en el interior de los ómnibus, debido a la gran cantidad de modelos diferentes en circulación y llegando hasta las dificultades para las segundas, para saber si han solicitado correctamente la parada al conductor de la unidad en la cual viajan.

Sin contar, desde luego, con el cupo impuesto por una norma del año 1983 con respecto al transporte de media y larga distancia, estableciendo el transporte gratuito de dos personas con discapacidad o una y su acompañante en cada servicio, lo cual dificulta el traslado de familias cuyos integrantes, en su mayoría, tienen alguna discapacidad.

Estas cuestiones fueron recogidas en el petitorio enviado al Presidente Kirchner por este grupo de ciudadanos comunes con discapacidad motriz, sensorial o mental que, pese al frío reinante, estuvo en la histórica Plaza para hacerse ver porque, sin dudas, ellas constituyen los desaparecidos sociales de la democracia actual en la Argentina.

Así como hablábamos de la inexistencia de rampas, parece que son buenas las explanadas porque el ingreso de la delegación se realizó por la entrada de la calle Rivadavia, la misma por donde accede el automóvil presidencial... En suma, los han considerados como automóviles para acceder a la Casa de Gobierno para acceder por un montacargas descubierto, el mismo que utiliza el Presidente de CONADIS (Comisión Nacional Asesora para la Promoción e Integración de la Persona con Discapacidad), Dr. Jorge Mascheroni, quien es una persona con discapacidad motriz...

Al igual que la marcha anterior, se hizo presente la actriz uruguaya China Zorrilla manifestando su solidaridad con las pocas personas que asistieron y alentando a seguir este legítimo reclamo que, desde luego, es parte de muchos otros que todavía siguen esperando: una correcta prestación sanitaria, de acuerdo a la normativa vigente; una inclusión social y educativa, que permita estimular su autonomía y el debido acceso al empleo público que, actualmente, sigue cerrado gracias a la falta de reglamentación de las leyes respectivas a nivel nacional y de la Ciudad de Buenos Aires como también, como corresponde en un año electoral, debido a la incorporación prioritaria de clientes, amigos y parientes con el fin obvio de arrastrar votos...

Sin rampas y con explanada... Considerados como simples autos y no, como personas. Esa es la triste realidad de un colectivo atravesado por el desempleo y la inaccesibilidad como norma de facto por parte de la sociedad y del Estado.

Parece increíble que, en pleno siglo XXI, todavía se pretenda barrer a este colectivo como el polvillo del piso debajo de la alfombra pero lo grave, desde luego, lo constituye la inacción de las organizaciones que lo agrupan desde hace tiempo al igual que la irrelevancia social y estatal que lo envuelve...

Sin rampas pero con amplia explanada, casi segura, hacia su desaparición, hacia su exterminio luego de haber lucrado suficiente con sus problemáticas y eso resulta inaceptable ante el discurso grandilocuente de los gobiernos en materia de Derechos Humanos. Ahora bien, me queda un interrogante: ¿ serán humanos los gobernantes ? y la respuesta es muy desalentadora: no lo creo...

* Juan Carlos Sánchez es Profesor de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales en I.S.P.'Dr. Joaquín V. González'.