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Argentina: La lucha continúa


La guiñada de San martín

 Raul Dargoltz,

"Raúl, escribí sobre los contratados. Nos impidieron la entrada con los policías, muchos de los cuales fueron también contratados por la Intervención,. y yo necesito trabajar porque mantengo con mi sueldo a dos hermanos discapacitados" me dijo Lili, con lágrimas en los ojos. Y en medio de la lluvia torrencial del viernes, en esta provincia nuestra tan paradojal, con grandes inundaciones y sequías, me dirigí por la Rivadavia totalmente anegada a la Casa de Gobierno. Estacioné como pude en Venecia y metiéndome en el agua hasta los tobillos me acerqué a las carpas que habían instalados los ex contratados de la Intervención, con un gran cartel reclamando la devolución de sus trabajos sin discriminación alguna.
"Soy educadora sanitaria, recibida en la UNSE , obtuve mi cargo por concurso y trabajaba en una UPA del Barrio Smata" me dice Claudia. "Yo soy obstetra, también me recibí en la UNSE e ingresé por concurso. Atendía más de 20 mujeres por día en la UPA del Mishky Mayu.", agrega Cecilia, mientras juntábamos nuestras cabezas bajo una lona raída que apenas contenía la intensa lluvia que nos inundaba. "Yo trabajaba en la Subsecretaría de Justicia y soy psicóloga, recibida en la UCSE", me comenta Claudia, sentada bajo las patas del caballo de San Martín, apretujados con otros seis compañeros, para protegerse de la lluvia mientras me ofrece un mate caliente. "Es mi primer trabajo, nunca pude ingresar con la Nina", agrega Marcela, también educadora sanitaria, a quien conozco de la UNSE".
"!Vos aquí, siempre dónde hay problemas!", reconocí entre los presentes a Gustavo, un dirigente estudiantil, ex cadete motorizado, con quien muchas veces nos encontramos. en la calle luchando contra De La Rúa y sus ajustes educativos, y contra el Juarismo. "Hola Raúl, desde que me recibí de agente sanitario nunca pude conseguir un cargo, ni en el Municipio radical, ni en la provincia juarista. Tengo familia que mantener y la Intervención no me preguntó mi filiación política". "Profe, esperamos que vengan a vernos los docentes de la Universidad y nos apoyen. De allí egresamos" me dice Marcela, también educadora sanitaria. "...Los quieren dividir, ofreciendo contratos de tres meses, para colmo mucha gente tiene miedo y piensa que va a conseguir mucho más en forma individual, hablando a algún diputado amigo, o a un puntero radical. Sabes a que me hace acordar, Raul?", me dice Cristina, una querida compañera militante de los Derechos Humanos: "A la mejor época de la Dictadura Militar. Sólo falta que aparezca Musa Azar.".
Levanté mi mirada y ví la remodelada Casa de Gobierno ardiendo por el Santiagueñazo. Lo alcancé a reconocer al ex gobernador Fernando Lobo, escapando en el camión de bomberos, que no fue discriminado y lo premiaron al designarlo como Juez del Trabajo en Buenos Aires. Lo vi también ingresando a la misma, en medio de las vallas, al autito chocador Carlos Diaz, ex gobernador de la Nina, hoy viable, que conserva su puesto de médico en el Hospital de Niños de La Banda, o al récord Guiness Ricardito Leguizamón, a Salido, a Pena, a Rubén Dario Moreno, a todos los ex funcionarios del Matrimonio Ilustre, a todas las Quijotas con Faldas que nunca rindieron concursos e ingresaron por la ventana , ninguno de ellos, ni sus esposas, o esposos, ni sus hijos, que llevaron a Santiago a la pobreza y al oprobio, fueron discriminados y echados. Es más hasta el Pololo y sus amigos vuelven en cualquier momento.
"Gracias a nosotros que estuvimos siempre en la calle cayeron los Juárez y no hubo ley de lemas y ellos, los radicales, que nunca hablaron ni marcharon, ahora nos echan. Nos discriminan. De aquí Raúl no nos movemos...", me dicen Graciela de la Sec. de Derechos Humanos, Sandra y Débora de la Secretaría General, advirtiendo en sus ojos fatigados la firme determinación de luchar por su derecho constitucional a un trabajo digno.
Santiago fue empobrecida y las políticas neoliberales implementadas después de 1976 destruyeron las economías regionales produciendo un masivo abandono del campo a la ciudad. La nueva población urbana sólo pudo incorporarse al sector informal, especialmente a la construcción y al empleo público. El juarizmo privilegió las demandas urbanas sin abandonar el asistencialismo en el interior pauperizado. Los planes de viviendas, el empleo público o la entrega de bienes directamente por el Matrimonio Ilustre fue la política utilizada, Al ser exigua la inversión privada, el empleo público operó como un refugio social, un "subsidio de desempleo" para los "pobres no marginales".(1)
Los gastos de personal de la administración publica provincial aumentaron desde 1978 –1992 del 40% al 53%.. Y en el mismo período la obra pública descendió del 40% al 13%. En el proceso electoral del 3/10/1993, previo al Santiagueñazo, los empleados públicos crecieron de 31.000 a 40.000 agentes, para revertir el triunfo cómodo del jinete del zaino.
El acceso a la Administración Pública no radicó en una planificación integral de la provincia pensando en la idoneidad del agente para el desempeño de los cargos públicos. Dependió de la estructura clientelar, de la militancia política del agente y en la. lealtad al caudillo provincial o a sus "punteros". El empleo público mantuvo esa relación semifeudal, patriarcal, entre los electores y el elegido que permitió tener una administración superpoblada, con empleados temerosos de perder su puesto, escaso y preciado. Además la brecha es cada vez mayor entre los empleos privados y el estatal. En el primero hay una gran precarización y sobre explotación de la fuerza de trabajo; mientras que en el sector público se mantienen las condiciones laborales y generalmente se pagan mejores salarios
.Señores diputados del Frente Cívico traten la situación de los contratados y no se escapen vergonzosamente por la puerta trasera. Gerardo y Emilio no discriminen a los santiagueños nombrados por la Intervención Federal. Sus sueldos están contemplados en el presupuesto y si les falta dinero pueden declarar inconstitucional también el decreto de don Hipólito, el ministro radical de Lanusse, que renovó arbitrariamente el contrato con Canal 7 por Cinco Millones de Pesos, para que podamos deleitarnos en vivo y directo de la timba generalizada, Casinos y Juegos de Azar, de propiedad del poder económico.
San Martin fue el mayor discriminado de nuestra historia. Rivadavia, el "más grande hombre civil argentino", según Mitre, le negó su apoyo y la oligarquía portuaria no le renovó su contrato para realizar la epopeya de los Andes. Murió pobre, olvidado, en Francia, sin ninguna jubilación de privilegio como la de nuestros políticos. Amaba la Justicia, La Verdad y la Libertad. Es por eso que siempre le dio la espalda al Juarismo.
La lluvia había cesado, el cielo amenazó con abrirse, y cuándo estaba retirándome lo escuché claramente al Gran Capitán pronunciar su frase más célebre, que debe guiar nuestro destino: "Serás lo que debas ser o sino no serás nada... ni siquiera un simple contratado" mientras les guiñaba uno de sus ojos, cómplice y contento, a Claudia, Cecilia y sus compañeros que lo estaban utilizando como refugio. Me retiré entonces muy feliz recordando las palabras del obispo brasileño Helder Cámara: "Me gustan los pájaros que se enamoran de las estrellas y caen fatigados a fuerza de volar persiguiendo la luz"
Notas:
(1) Dargoltz R, Gerez O, Cao H,"Santiago del Oprobio a la Esperanza", inédito, 2.005