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Argentina: La lucha continúa


EL "PACO", LA DROGA QUE MATA A PIBITOS DE 13 AÑOS EN LOS BARRIOS MARGINALES

El Gobierno mira para otro lado mientras nuevas drogas, cada vez más letales, destruyen a la juventud

Prensa de frente

Cuesta la mitad que un "faso" (cigarrillo de marihuana), y "pega" mucho más. A un peso el gramo, el paco se convirtió en la droga más barata y destructiva en las barriadas humildes del Gran Buenos Aires y algunas villas de la Capital.
Se llama así en referencia a la "PAsta base de COcaína", pero en realidad se trata sólo de una variante de la pasta base, la más peligrosa y mortal. A diferencia del clorhidrato de cocaína, que necesita un laboratorio con cierta infraestructura para su producción, el paco se elabora en cualquier piecita de barrio, con instrumentos caseros y unas pocas instrucciones.

Fumando vidrio y querosén.

La pasta base se obtiene a través de la maceración de las hojas de coca, mezcladas con solventes como la parafina, bencina o éter. La presencia de los solventes, además de la coca, refuerza el carácter adictivo y el efecto rápido, intenso y de corta duración de cada dosis. El paco, al ser procesado en forma doméstica y buscando estirar el rendimiento de la pasta base, incluye en su elaboración desde ácidos convencionales hasta vidrio molido de los tubos de luz fluorescente. Lo volátil del efecto alucinógeno se debe también a que el porcentaje real de cocaína en cada dosis no supera el 10 %; el resto son químicos o elementos adulterantes que no hacen otra cosa que profundizar las lesiones cerebrales y pulmonares. La mezcla fumada "lima" la corteza cerebral y produce en poco tiempo de consumo secuelas neurológicas irreversibles por la inhabilitación permanente de los centros nerviosos, genera la pérdida de reflejos, motricidad, inteligencia y hasta memoria en los pibes adictos.

Hipocresía y complicidad gubernamental.

El Subsecretario de Prevención de las Adicciones de la provincia de Buenos Aires, Claudio Mate, dio una curiosa explicación de la aparición de esta nueva variante de la pasta base: "la salida de la convertibilidad colocó a nuestro país como una plaza poco rentable para la cocaína de máxima pureza; por eso el mercado se adaptó insertando esta nueva modalidad". Tras esta explicación economicista, el propio gobernador Solá habló de los "Planes Traficar", en referencia a personas que perciben un plan social como ingreso y se dedican además a la comercialización de esta nueva droga. Una y otra declaración no hacen más que ocultar la verdadera trama del narcotráfico, reduciendo el problema a una cuestión de "adecuación de mercado" o poniendo el foco en la distribución final en los barrios, último eslabón de una cadena de la que el poder político es cómplice. ¿Se puede acaso llegar con la droga al quiosquito del barrio sin contar con las redes de protección de los poderes políticos municipales y el amparo y participación policial en el negocio? ¿A su vez, se puede llegar a cada municipio controlado por intendentes y comisarios sin un amparo e involucramiento de instancias políticas superiores?
Si la marginalidad y la falta de futuro son los factores centrales que explican la caída de una infancia y adolescencia en estos niveles de adicción y autodestrucción, la falta de políticas activas para revertir esta realidad convierte a los funcionarios responsables en cómplices directos o indirectos de la situación.
Por poner un ejemplo: si el Gobierno nacional hubiera implementado planes sociales de inclusión para jóvenes y adolescentes que se encuentran expresamente excluidos del Plan Jefes y Jefas de Hogar, como proponen los movimientos de desocupados desde hace años, seguramente en los barrios humildes las redes de organización que generan los movimientos sociales hubieran sido más efectivas en la contención de jóvenes que, en una proporción todavía enorme, siguen encontrando en el pegamento y ahora en el paco su principal actividad evasiva de la realidad.
Pero claro, estos pibes no entran dentro de las prioridades de nadie en el Gobierno cuando se discute el destino del superávit fiscal.