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Argentina: La lucha continúa

La muerte de una luchadora de las madres de plaza de mayo...
Olga Aredes

Nora Ciapponi

Olga Aredes no fue cualquier persona para mí. Ni ella, ni su esposo y compañero, desaparecido en la dictadura militar y a un año de recobrar la libertad.

Fue el hogar que yo tuve en Libertador General San Martín (El Ledesma) durante los años 1974-1975, cuando vivía alternadamente allí viajando desde Tucumán, militando con los trabajadores del ingenio azucarero.

El era médico y ella odontóloga, vivían modestamente atendiendo a los pobres trabajadores del Ingenio que sufrían las más terribles enfermedades ya prácticamente desaparecidas: sífilis, tuberculosis, y el terrible mal de chagas entre otras.

Aredes había sido elegido Intendente de ese pueblo pobre, y al poco tiempo fue destituido por las autoridades, a pesar de que el pueblo lo quería entrañablemente y lo defendía. Era una persona de una bondad sin límites...Unido por un férreo compromiso con los pobres, sufría profundamente viendo que todo el esfuerzo que él y otros médicos hacían desde el hospital por curar a niños desnutridos y trabajadores reventados de sol a sol en la zafra, no encontrarían nunca salud porque compartían sus ranchos miserables con las vinchucas, el barro y el estiércol....¡Ese era el imperio de los Blaquier!

Así los conocí, así nos hicimos profundamente amigos y compañeros de lucha....Así conocieron al PST (Partido Socialista de los Trabajadores) entre mate y mate, alentándome siempre a la tarea de movilizar a los trabajadores, de luchar contra la injusticia, junto a ofrecerme una y otra vez un lugar donde dormir un rato, donde acudir por el teléfono, donde bañarme, o simplemente descansar en la sombra de su patio...

Los quise y los respeté mucho... Luego, en la dictadura, tomando derechos humanos, hicimos lo que pudimos cuando Aredes estuvo detenido.

La última vez que nos encontramos con Olga fue en General Mosconi hace unos años atrás, cuando la Gendarmería atacó a balazos a quienes reclamaban trabajo....

Fué un encuentro lleno de recuerdos, de emociones. Ella estaba ya enferma, pero erguida como siempre, al lado del pueblo ultrajado.

Fue la primer Madre que en ese imperio de los Blaquier inició las rondas de los más de 40 desaparecidos de 'La noche del apagón' en 1976....

A su familia, a su inclaudicable hijo Luis, -del que siempre recibí e-mail con amplia información-, quiero transmitirles mi más hondo dolor, pero también y especialmente, el orgullo de haberla/los conocido y compartido la lucha y los sueños por un país y un mundo lleno de seres humanos como ellos.