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Argentina: La lucha continúa

Modelo agroexportador o modelo sustentable

Finalmente este viernes culminó el Contra-encuentro "No a la soja sustentable" con una movilización sobre el evento oficial en Foz de Iguaçu, Brasil, que promueven la World Wildlife Found (WWF) junto a otras ONGs ambientalistas y los empresarios de la soja de los países del cono sur.
Radiomundoreal cierra su cobertura desde el Contra-encuentro con el tercer reporte desde el lugar donde se llevaron a cabo las actividades del mismo, en las instalaciones del Instituto Técnico para la Investigación Agrícola - ITEPA, dentro de un asentamiento del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil.
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Con la frente en alto

Con una manifestación frente al Hotel Bourbon en Foz de Iguaçú, donde se encuentra reunida la Mesa sobre Soja Sustentable, terminaron este viernes al mediodía las actividades del "Contra-encuentro de la Soja Sustentable".
Argentinos, paraguayos, brasileños, uruguayos y personas de otras nacionalidades que se acercaron hasta el asentamiento del ITEPA, del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil (MST), participarán en la medida de protesta.
Los miembros del Grupo de Reflexión Rural (GRR) y de la Vía Campesina Argentina decidieron luego de analizarlo largamente, concretar esta actividad frente a donde la World Wildlife Fund (WWF) y otras ONGs deciden cómo hacer más "vendible" el paquete de la soja para el continente americano.
Una soja que en su amplísimo porcentaje se produce para vender al exterior y que ni siquiera es fundamental en la dieta de los pueblos latinoamericanos.
La medida que hace posible esta manifestación frente al Hotel Bourbon fue anunciada ayer por la noche por altoparlantes y contó con el consenso de las cientos de personas presentes aquí en el ITEPA.
Por la tarde del jueves grupos del entorno de 20 personas se reunieron en distintas partes del asentamiento, generalmente sentados en el pasto, y analizaron las problemáticas de las plantaciones de la soja a gran escala en los distintos países pero también del modelo que ampara esas plantaciones por detrás.
En ese sentido, se habló de modelo agroexportador, de agronegocio, de explotación campesina, de exclusión social de los más desposeídos, enormes ganancias de sectores políticos y económicos en los distintos países.
Sectores beneficiados que generalmente están relacionados a las trasnacionales encargadas de llevar adelante las producciones de monocultivos como la soja, o de rociarlas con herbicidas mortales que ellas mismas producen. Un círculo que se cierra perfecto y donde siempre ganan los mismos.
Alguien dijo por ahí que no es que el modelo capitalista y exportador no funcione, sino que muy por el contrario, funciona a la perfección porque está hecho para favorecer a las clases sociales más altas.
Es que en fin no se trata solo de la soja: también es el maíz o los monocultivos de eucaliptos. Por detrás hay un modelo, un sistema, que entre otras cosas considera que América Latina debe seguir produciendo para que las poblaciones de los estados del norte se alimenten.
Esos empresarios necesitan ganancias y hay que asegurarlas, aunque haya que producir lo innecesario, usar venenos de todos los tipos, correr a los campesinos de sus tierras, o a los indígenas, hambrear poblaciones enteras, matar gente o lo que fuese. Así de crudo, así de real.