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Argentina: La lucha continúa


Día Mundial de Lucha contra las Represas
Defender los ríos es defender la vida

El 14 de marzo, se realizará en Esquel y Buenos Aires una marcha nacional por el Día Mundial de Lucha contra las Represas.
¿Por qué Esquel
y Buenos Aires? Porque hoy el gobierno nacional y su par de Chubut están avanzando en la construcción de 6 represas en la Cuenca del Río Corcovado, ubicado al sur de Esquel, que inundarán 11 mil hectáreas de tierras productivas y bosques nativos, desplazando de sus tierras a la comunidad mapuche Pillán Mahuiza y a comunidades campesinas, y afectando gravemente el medio ambiente para abastecer de energía extra a la planta de la empresa Aluar, ligada al grupo español Santander.
Por ello, el 14 de marzo, en Esquel, se marchará hacia el Instituto Autárquico de Colonización y Fomento bajo la consigna "Por la Tierra, por el Agua, por la Vida". En Buenos Aires, se realizará un acto simbólico frente a la Casa de de la Provincia de Chubut, Sarmiento 1172, seguido de un pedido de informe a sus autoridades.
¿Por qué cuestionar la construcción de represas? Las grandes represas se presentan como fuentes de energía limpia, renovable y que proveen desarrollo a los países, especialmente a las comunidades que viven en su área de influencia, mediante el desarrollo del eco turismo y la pesca.
La experiencia de 80 millones de desplazados en todo el mundo y los estudios realizados por los propios constructores de grandes represas demuestran que esto es falso (ver:
www.dams.org).
Las represas originan el desalojo de los pobladores indígenas y campesinos y su relocalización en tierras donde no pueden subsistir; ocasionan la pérdida de la naturaleza como sostén cultural de las comunidades; destruyen ecosistemas, lo que implica la extinción de especies animales y vegetales; incrementan la cantidad de enfermedades graves en la población afectada; y generan aumento del calentamiento global.
Además, las grandes represas no son económicamente viables y, para justificar su construcción, sus promotores subestiman los gastos y sobreestiman los beneficios. En Chubut, el propio ministro coordinador del gobierno admitió que se llevan gastados 120 millones de dólares que nadie sabe donde están y que fueron destinados a la represa en 1993.
Desde los gobiernos nacional y provincial, se le dice al pueblo que las represas atenuarán la crisis energética en Argentina. Pero nada se dice acerca de los costos sociales y ambientales que superan en mucho a los beneficios, siendo estos últimos, principalmente, para la empresa ALUAR, de Puerto Madryn. Otra vez se repite la historia, como cuando en los años 70 el gobierno militar destruyó 13 mil hectáreas del Parque Nacional Los Alerces con el mismo fin.
Frente en Defensa del Río Carrenleufú