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Argentina: La lucha continúa

    Dónde vayan los iremos a buscar
        ¡cárcel a los genocidas!

Juan Carlos Fotea Dinieri, oficial de la Policía Federal argentina, durante la dictadura militar (1976/1983) participó activamente en el plantel de torturadores y asesinos que operaba en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada)
Desde julio de 1998 está imputado en el procedimiento que por genocidio, torturas y terrorismo se sigue contra militares argentinos en la Audiencia Nacional.
Fotea fue reconocido y acusado por María Alicia Milia de Pirles, que lo identificó como integrante del Grupo de Tareas que operaba en la ESMA que la secuestró y la torturó. Fotea utilizaba los alias de "Fernando" y "Lobo", y participaba también como oficial del grupo que comandaba Raúl Guglielminetti, apodado "Mayor Gustavino", imputado asimismo por delitos de genocidio, terrorismo y torturas.
Juntamente a María Alicia Milia de Pirles, otros supervivientes de la ESMA reconocieron a Juan Carlos Fotea como uno de los represores que actuaron en aquel siniestro campo de concentración durante los años 1976 y 1978. Asimismo el oficial Fotea vino varias veces a España, vinculado al ya mencionado Guglielminetti cuando estuvo en Madrid y detenido en los años 80 por delitos comunes relacionados con negocios de seguridad y custodia, que un grupo de represores argentinos realizaban en  España.
El 24 de noviembre de este año Juan Carlos Fotea fue detenido por estar reclamado en Argentina por el secuestro y asesinato del periodista y escritor argentino Rodolfo Walsh, ocurrido el 25 de marzo de 1977. Es casi probable que Fotea sea extraditado a Argentina por estos hechos, aunque deberá declarar en la causa por la que está imputado por la Justicia española. En el caso de que el juez Grande-Marlaska decida procesarle, debería ser  la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la que finalmente decidiera si Fotea se queda en España para ser juzgado o si se le envía a Argentina para que se enfrente a la causa por el secuestro y asesinato de Rodolfo Walsh.
Hasta aquí parecería que sólo se trata de nombres, es verdad que de nombres de víctimas y verdugos; hasta aquí parecería que se trata sólo de algo acaecido en el último período dictatorial argentino; hasta aquí parecería que se tratara solamente de trámites y decisiones judiciales en uno y otro lado del océano... y ciertamente que esta secuencia son hechos objetivos innegables, como también la importancia que sea enjuiciado y correspondientemente condenado, ya que esto suma y solidifica el ansia que la justicia deje ser una parábola del derecho, y que el tantas veces invocado principio de justicia universal comience a ser la concreción de la regla y no la excepción perdida.
Rodolfo Walsh fue secuestrado y acribillado a balazos. Era un periodista, un escritor, un militante popular, un honrado trasgresor de la ignominia.
Es uno de los 30.000 detenidos-desaparecidos que el terrorismo de Estado impuesto por las fuerzas represivas, pretendieron eliminar. Pero la memoria colectiva no se ha doblegado en el olvido. La lucha contra la impunidad hace emerger día a día que las consignas salgan de las voces que no callaron nunca, y que el pacto de rebeldía a la injusticia garantice que todos los asesinos responsables y cómplices del genocidio cometido, sean enjuiciados y cumplan las condenas en la cárcel.
Por último, permítannos decirle a Rodolfo Walsh y todos las/os compañeras/os desaparecidos: Aquí nuestro renovado compromiso: A ustedes que están presentes en todos los rincones y en todos los sueños, con ustedes y por ustedes es entonces hacer posible lo imposible.

NO OLVIDAMOS. NO PERDONAMOS. NO NOS RECONCILIAMOS. JUICIO Y CASTIGO
Asociación Ex Detenidos-Desaparecidos : aedd@exdesaparecidos.org.ar
Comisión Cárcel a los Genocidas (Madrid): comisioncarcelgenocidas@yahoo.es
Diciembre 12, 2005