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Medio Oriente - Asia - Africa

Israel y los neoconservadores de Bush

Al servicio de dos banderas

Stephen Green
CounterPunch
Traducido para Rebeli�n por Germ�n Leyens

Desde el 11-S, un peque�o grupo de "neoconservadores" en la administraci�n [de EE.UU.] ha destripado efectivamente � ellos dir�an reformado � las pol�ticas exterior y de seguridad estadounidenses tradicionales. Las caracter�sticas notables de la nueva doctrina Bush incluyen el uso preventivo de la fuerza unilateral, y el debilitamiento de Naciones Unidas y de los principales instrumentos e instituciones del derecho internacional... todo en pro de la lucha contra el terrorismo y por la promoci�n de la seguridad interior.
Algunos esc�pticos, al notar las pasadas asociaciones acad�micas y profesionales de los neoconservadores, sus escritos y sus declaraciones p�blicas, han sugerido que su agenda subyacente es el alineamiento de las pol�ticas exterior y de seguridad de EE.UU. con las de Ariel Sharon y la derecha israel�. La nueva l�nea dura de la administraci�n respecto al conflicto israel�-palestino lo sugiere ciertamente, como tal vez lo hace la destrucci�n � con soldados y fondos de EE.UU. � de la capacidad militar de Irak, y la actual campa�a beligerante de los neoconservadores contra los otros dos pa�ses que quedan como contrapeso a la hegemon�a militar israel� en la regi�n: Ir�n y Siria.
�Han seguido dobles agendas los neoconservadores, muchos de ellos altos oficiales en el Departamento de Defensa, en el Consejo Nacional de Seguridad y en la oficina del vicepresidente, mientras presumen de trabajar por la seguridad interna de Estados Unidos contra sus enemigos terroristas?
Una mirada a los antecedentes en la seguridad interna de algunos de los mejor conocidos de ellos sugiere la respuesta.
El doctor Stephen Bryen y sus colegas
En abril de 1979, el asistente suplente del Ministro de Justicia (Deputy Assistant Attorney General), Robert Keuch, recomend� por escrito que Bryen, entonces funcionario del Comit� de Relaciones Exteriores del Comit� de Relaciones Exteriores del Senado, pasara ante un jurado de acusaci�n para establecer la base para un proceso por espionaje. John Davitt, en aquel entonces Jefe de la Divisi�n de Seguridad Interna del Departamento de Justicia, estuvo de acuerdo.
La evidencia era considerable. Se hab�a o�do a Bryen en la cafeter�a del Hotel Madison, ofreciendo documentos confidenciales a un funcionario de la Embajada de Israel en presencia del director de AIPAC, el Comit� de Asuntos P�blicos EE.UU.-Israel. M�s tarde se determin� que el funcionario de la Embajada era Zvi Rafiah, jefe de estaci�n del Mossad en Washington. Bryen se neg� a ser sometido al detector de mentiras por el FBI sobre el prop�sito y los detalles de la reuni�n, mientras que la persona que lo presenci� acept� pasar por el pol�grafo y aprob� la prueba.
El FBI tambi�n pose�a el testimonio de una segunda persona, una funcionaria del Comit� de Relaciones Exteriores, de que ella hab�a visto a Bryen en su oficina del Senado con Rafiah, discutiendo documentos confidenciales esparcidos sobre una mesa delante de una caja de fondos abierta en la que supuestamente deb�an estar protegidos. Poco despu�s de la aparici�n de este segundo testigo, las huellas digitales de Bryen fueron encontradas en documentos clasificados sobre los que hab�a declarado por escrito al FBI que jam�s hab�an estado en su posesi�n... los que supuestamente hab�a ofrecido a Rafiah.
A pesar de todo, despu�s de la negativa del Comit� de Relaciones Exteriores del Senado de dar acceso a funcionarios del Departamento de Justicia a archivos que eran cruciales para la investigaci�n, la recomendaci�n de Keuch respecto al jurado de acusaci�n, y finalmente la investigaci�n misma, fueron cancelados. Esta decisi�n, tomada por Philip Heymann, Jefe de la Divisi�n Criminal del Departamento de Justicia, constituy� una amarga desilusi�n para Davitt y para Joel Lisker, el investigador jefe del caso, seg�n informaron a este autor. Un factor que complic� las cosas fue que Heymann fue antiguo compa�ero de escuela y colega en la oficina de la Corte Suprema del abogado de Bryen, Nathan Lewin.
A Bryen se le pidi� que renunciara a su puesto en el Comit� de Relaciones Exteriores poco antes de la conclusi�n de la investigaci�n, a fines de 1979. Durante el a�o y medio siguiente, actu� como Director Ejecutivo del Instituto Jud�o de Asuntos de Seguridad Nacional (JINSA), y suministr� servicios de consultor�a a AIPAC.
En abril de 1981, el FBI recibi� una solicitud del Departamento de Defensa para una autorizaci�n de seguridad de �Top Secret� para el doctor Bryen. �Richard Perle, que acababa de ser nombrado Secretario de Defensa Adjunto para Pol�tica de Seguridad Internacional, propon�a a Bryen como su asistente suplente del Secretario! Dentro de seis meses, bajo considerable presi�n de Perle, Bryen obtuvo autorizaciones como �SCI-Top Secret� (informaci�n confidencial compartimentada) y Top Secret.- "OTAN/COSMIC".
Lealtad, patriotismo y car�cter
La investigaci�n de Bryen se convirti� en realidad en el tema m�s controvertido en las audiencias de confirmaci�n del propio Perle en julio de 1981. Bajo un agresivo interrogatorio del senador Jeremiah Denton, Perle se mantuvo firme. "Considero al doctor Bryen como un individuo de impecable integridad... Tengo la mayor confianza en [su] lealtad, patriotismo y car�cter".
Varios a�os m�s tarde, a principios de 1988, Israel entr� en las etapas finales de desarrollo de un prototipo de su misil antibal�stico terrestre "Arrow". Un elemento que faltaba en el programa eran los "klystrons", peque�os amplificadores de microonda que son componentes cr�ticos en el sistema de adquisici�n de alta frecuencia, basado en radar, que fija los misiles entrantes. En 1988, los klystrons se encontraban entre los desarrollos m�s avanzados de la investigaci�n de armas estadounidense, y su exportaci�n estaba, por cierto, estrictamente prohibida.
La oficina del Departamento de Defensa involucrada en el control de las exportaciones de tecnolog�a de defensa era la Administraci�n de Seguridad de Tecnolog�a de la Defensa (DTSA) dentro de la oficina ISP de Richard Perle. El director (y fundador) de la DTSA era el adjunto de Perle, el doctor Stephen Bryen. En mayo de 1988, Bryen envi� un formulario com�n a Richard Levine, oficial de transferencia tecnol�gica de la Armada, inform�ndole de la intenci�n de aprobar una licencia para Varian Associates, Inc. de Beverly, Massachusetts para exportar a Israel cuatro klystrons. Esto fue hecho sin las consultas usuales con los funcionarios de transferencia de tecnolog�a del Ej�rcito y de la Fuerza A�rea, o de ISA (Asuntos Internacionales de Seguridad) o de DSAA (Agencia de Asistencia a la Seguridad de la Defensa.)
La respuesta de Levine fue "no". Se opuso a que se otorgara la licencia y solicit� una reuni�n sobre el asunto con las oficinas apropiadas (antes mencionadas). En la reuni�n, todos los funcionarios presentes se opusieron a la licencia. Bryen respondi� con la sugerencia de que volver�a a preguntar a los israel�es por qu� necesitaban esos componentes en particular para su defensa. M�s adelante, despu�s de que el gobierno israel� present� lo que un empleado del Departamento de Defensa describi� como "una respuestita de mierda", Bryen simplemente notific� a los asistentes a la reuni�n de que se hab�a recibido una respuesta aceptable, se otorg� la licencia, y se entregaron los klystrons.
Sin embargo, ya hab�an despertado a los perros durmientes. El Secretario de Defensa Adjunto para ISA de aquel entonces (y ahora Secretario Adjunto de Estado) Richard Armitage, envi� al doctor Bryen una carta se�alando que el Departamento de Estado (que aprueba las licencias de exportaci�n) deb�a ser informado de la reacci�n "uniformemente negativa" del Departamento de Defensa sobre la exportaci�n de klystrons a Israel. Bryen hizo lo que se le dec�a y la licencia fue retirada.
En julio, Varian Associates se convirti� en la primera corporaci�n de EE.UU. formalmente excluida de contratos con el Departamento de Defensa. Dos colegas superiores en el Departamento de Defensa, que desean mantener el anonimato, han confirmado que este intento de Bryen de obtener klystrons para sus amigos no fue poco usual, y constitu�a en realidad "procedimiento operativo corriente" en cuanto a su persona, recordando numerosas instancias en las que compa��as de EE.UU. no obtuvieron licencias para exportar tecnolog�a problem�tica, s�lo para que despu�s se supiera que compa��as israel�es exportaron subsiguientemente armas y tecnolog�as similares (derivadas de las estadounidenses) a los clientes / gobiernos respectivos.
A fines de 1988, Bryen renunci� a su puesto en el Departamento de Defensa, y trabaj� durante un periodo en el sector privado con una serie de firmas de consultor�a en la tecnolog�a de la defensa.
Bryen y la Comisi�n China
En 1997, Defense Week inform� (27 de mayo de 1997) que... "la oficina de Inteligencia Naval de EE.UU. reafirm� que tecnolog�a de EE.UU., derivada del proyecto anulado del caza [israel�] Lavi, est� siendo utilizada en el nuevo caza chino F-10". El a�o siguiente. Jane's Intelligence Review inform� (1 de noviembre de 1998) sobre la transferencia por Israel a China del sistema aerotransportado Phalcon de alerta avanzada y control, del misil Python de combate a�reo y del caza F-10, conteniendo "electr�nica al �ltimo nivel tecnol�gico de EE.UU.".
La preocupaci�n por la continua transferencia de tecnolog�a avanzada de armas de EE.UU. al floreciente programa militar chino condujo, en los �ltimos meses de la administraci�n Clinton, a la creaci�n de un organismo consultivo del Congreso llamado Comisi�n de Revisi�n de Econom�a y Seguridad EE.UU.-China. La carta de la "Comisi�n China", como es conocida com�nmente, indica que su prop�sito es..." controlar, investigar, e informar al Congreso sobre las repercusiones para la seguridad nacional de la relaci�n comercial y econ�mica bilateral entre Estados Unidos y la Rep�blica Popular China". La carta tambi�n refleja el conocimiento de las filtraciones de tecnolog�a "por la puerta trasera": "La Comisi�n tambi�n considerar�, en la medida de lo posible, los modelos de comercio y de transferencia a trav�s de pa�ses terceros".
Era casi predecible que en la nueva administraci�n Bush, el doctor Stephen Bryen
llegar�a a formar parte de la Comisi�n China. En abril de 2001, con el apoyo del Secretario Adjunto de Defensa Paul Wolfowitz y del senador Richard Shelby (republicano de Alabama) Bryen fue nombrado miembro de la Comisi�n por Dennis Hastert, presidente de la C�mara. En agosto pasado su nombramiento fue prolongado hasta diciembre de 2005.
Al ser informado de que Bryen hab�a sido nombrado a la Comisi�n, la reacci�n de un antiguo alto funcionario de contrainteligencia del FBI fue: "�Dios m�o, eso quiere decir que tiene una autorizaci�n �Q�! (Una autorizaci�n �Q�, que debe ser aprobada por el Departamento de Energ�a, es la nomenclatura para una autorizaci�n de c�digo de Top Secret para tener acceso a la tecnolog�a nuclear.)
Michael Ledeen, Consultor del caos
Si Stephen Bryen es el guru de la tecnolog�a militar en el pante�n neoconservador, Michael Ledeen es actualmente su principal te�rico, historiador, erudito y escritor. Se�ala, en el sitio en la red de su consultora, Benador Associates, que es "... una de las autoridades principales del mundo en inteligencia, historia contempor�nea y asuntos internacionales" y que... "Como dice Ted Koppel: �Michael Ledeen es un hombre del Renacimiento... en la tradici�n de Maquiavelo�". Tal vez lo que sigue agregue un poco de color y consistencia a la descripci�n:
En 1983, por recomendaci�n de Richard Perle, Ledeen fue contratado por el Departamento de Defensa como consultor sobre terrorismo. Su supervisor inmediato fue el Secretario Adjunto Principal para Asuntos de Seguridad Internacional, Noel Koch. Desde temprano en su trabajo conjunto, Koch not�, preocupado, el h�bito de Ledeen de detenerse en su oficina externa (la de Koch) para leer materiales confidenciales. Cuando los dos hicieron un viaje a Italia, Koch fue informado por la estaci�n local de la CIA que cuando Ledeen hab�a vivido anteriormente en Roma, como corresponsal de The New Republic, hab�a sido controlado en los archivos de la Agencia como agente de influencia de un gobierno extranjero: Israel.
Poco tiempo despu�s de su retorno del viaje, Ledeen solicit� a su jefe ayuda para obtener dos informes altamente confidenciales de la CIA que dijo estaban en poder del FBI. Hab�a escrito a mano en un trozo de papel los "designadores alfanum�ricos" para identificarlos. Esos identificadores eran tan estrictamente confidenciales como los propios informes... lo que provoc� en la mente de Koch la pregunta de qui�n se los hab�a dado a Ledeen si no ten�a las autorizaciones necesarias para obtenerlas �l mismo. Koch inmediatamente inform� a su asistente ejecutivo que Ledeen no deb�a tener m�s acceso a materiales confidenciales en la oficina, y Ledeen simplemente dej� de ir al "trabajo".
A principios de 1986, sin embargo, Koch oy� que Koch hab�a entrado al NSC como consultor, y suficientemente preocupado por las implicaciones de seguridad interna de la conducta de su antiguo asistente, organiz� una entrevista con dos agentes del FBI sobre el tema. Despu�s de dos horas de informaci�n, se le dijo a Koch que el FBI estaba solamente interesado en la penetraci�n de la inteligencia militar sovi�tica. Las ulteriores entrevistas prometidas por los agentes nunca tuvieron lugar.
Koch pens� que era extra�o, ya que pasaba s�lo meses despu�s del arresto del analista de inteligencia naval Jonathan Pollard acusado de espionaje para Israel. Frustrado, Koch escribi� en detalle toda la historia de la consultor�a de Ledeen en el Departamento de Defensa, y la envi� a la oficina del senador Charles Grassley, que en aquel entonces era miembro del Comit� Selecto del Senado sobre Inteligencia, responsable del control, entre otros, del FBI.
Un antiguo alto funcionario de contrainteligencia del FBI se sorprendi� y se mostr� esc�ptico al ser informado sobre los fallidos intentos de Koch de interesar al FBI por una investigaci�n de Ledeen, se�alando que a principios de 1986, el Departamento de Justicia ya estaba efectivamente involucrado en varias investigaciones en curso, concurrentes, sobre espionaje israel� y robo de tecnolog�a militar estadounidense.
Maquiavelo en Tel Aviv
Los tard�os intentos de Koch por atraer la atenci�n oficial hacia su antiguo asistente, ocurrieron demasiado tarde, en todo caso, porque unas pocas semanas despu�s de abandonar su consultor�a en el Departamento de Defensa, a fines de 1984, Ledeen hab�a encontrado un ventajoso empleo (confidencial) en el Consejo Nacional de Seguridad (NSC). En realidad, seg�n una cronolog�a, ahora desclasificada, preparada para la investigaci�n de Ir�n-Contra por el Senado y la C�mara, Ledeen ya estaba sugiriendo dentro del a�o calendario 1984 a Oliver North, su nuevo jefe en el NSC... "contactos israel�es podr�an ser �tiles para obtener la liberaci�n de los rehenes de EE.UU. en L�bano". Tal vez significativamente, es la primera anotaci�n en la "Cronolog�a de Eventos: Di�logo EE.UU.-Ir�n", de fecha 18 de noviembre de 1986, preparada para las Audiencias Conjuntas de la C�mara y el Senado para las Investigaciones Ir�n-Contra.
Lo que llama tanto la atenci�n en los documentos relacionados con Ledeen que forman parte de la Colecci�n Ir�n-Contra del Archivo Nacional de Seguridad, es la perfecci�n con la que las opiniones de los colegas de Ledeen en el NSC reflejaban, y validaban, las preocupaciones de seguridad interna de Noel Koch sobre su consultor.
--el 9 de abril de 1985, el analista de Medio Oriente del NSC, Donald Fortier,
escribi� al Consejero Nacional de Seguridad Robert McFarlane que los funcionarios del NSC estaban de acuerdo en que el papel de Ledeen en el asunto deb�an limitarse a llevar mensajes al primer ministro israel� Shimon Peres sobre los planes de cooperar con Israel respecto a la crisis dentro de Ir�n, y espec�ficamente que no deb�a confiarse en �l para que pidiera a Peres informaci�n operacional detallada.
--el 6 de junio de 1985, el Secretario de Estado George Shultz escribi� a McFarlane que: "el historial de Israel de tratos con Ir�n desde la ca�da del shah y durante la crisis de los rehenes [muestra] que la agenda de Israel no es la misma que la nuestra. Consecuentemente, dudo si una relaci�n de inteligencia como la que propone Ledeen sea algo en lo que podemos basarnos por completo y que podr�a desviar seriamente nuestra propia percepci�n y an�lisis de la escena iran�".
-- el 20 de agosto de 1985, la Oficina del Subsecretario de Defensa inform� a Ledeen por memorando que su autorizaci�n de seguridad hab�a rebajada de Top Secret-SCI a Secret.
-- el 16 de enero de 1986, Oliver North recomend� a John Poindexter que "por [la] seguridad de la iniciativa Ir�n" se le pidiera a Ledeen que pasara por peri�dicos ex�menes en el detector de mentiras.
-- m�s adelante, el 24 de enero, North escribi� a Poindexter sobre su sospecha de que Ledeen, junto con Adolph Schwimmer y Manucher Ghorbanifar, podr�an estar ganando dinero personalmente con la venta de armas a Ir�n, a trav�s de Israel.
Durante las audiencias conjuntas de la investigaci�n de Ir�n-Contra de los comit�s selectos de la C�mara y del Senado de 23-25 de junio de 1987, Noel Koch atestigu� que comenz� a sospechar cuando se enter� de que el precio que Ledeen hab�a negociado para la venta al gobierno israel� de misiles TOW b�sicos fue de 2.500 d�lares cada uno.
Despu�s de consultar con sus colegas del Departamento de Defensa, se enter� de que el precio m�s bajo que EE.UU. hab�a recibido alguna vez por la venta de misiles TOW a un gobierno extranjero hab�a sido en una venta anterior a Israel a 6.800 d�lares por pieza. Koch, que manifest� que para comenzar �l y sus colegas en el Departamento de Defensa no estaban a favor de la venta, decidi� que �l � Koch � deb�a renegociar el precio de 2.500 d�lares para que pudiera ser defendido por el "sistema de administraci�n de la defensa". En una reuni�n clandestina durante un d�a domingo en la sala de primera clase de la secci�n de TWA en el Aeropuerto Nacional, Koch se reuni� a tomar una taza de caf� con un funcionario de la misi�n de adquisici�n israel� en Nueva York, y acord� un precio de 4.500 d�lares por misil, casi el doble de lo que Ledeen hab�a "negociado" en Israel.
En este caso existen dos posibilidades � una ser�a un soborno, como lo sospechaban sus colegas del NSC, y la otra ser�a que Michael Ledeen estaba efectivamente negociando para Israel, no para EE.UU.
Como su amigo Stephen Bryen (sirvieron mucho tiempo juntos en el Consejo de Asesores de JINSA) Ledeen ha estado fuera del servicio para el gobierno desde fines de los a�os 80... hasta la actual administraci�n Bush. �l, como Bryen, es actualmente miembro en servicio en la Comisi�n China y, con el apoyo del Subsecretario de Pol�tica del Departamento de Defensa, Douglas Feith, ha estado empleado desde 2001 como consultor para la Oficina de Planes Especiales (OSP). Las dos actividades incluyen el manejo de materiales confidenciales y requieren autorizaciones de seguridad de alto nivel.
Los cabecillas - Perle, Wolfowitz y Feith
Uno podr�a preguntarse c�mo, con historiales de seguridad como estos, los se�ores Bryen y Ledeen se las han arreglado para tener segundas y terceras oportunidades para volver al gobierno en puestos estrictamente confidenciales.
La explicaci�n es que ellos, junto con otros neoconservadores de ideas afines, tienen amigos en puestos muy elevados en la actual administraci�n Bush. En particular, Bryen y Ledeen han sido repetidamente izados a puestos de defensa y seguridad por el actual miembro del Consejo de Pol�tica de Defensa y antiguo presidente del organismo, Richard Perle, por el Secretario Adjunto de Defensa Paul Wolfowitz, y el Subsecretario de Pol�tica del Departamento de Defensa, Douglas Feith.
Como mencionara anteriormente, Perle, en 1981, como Secretario Adjunto de Pol�tica de Seguridad Internacional (ISP) contrat� a Bryen como su asistente. Ese mismo a�o, Wolfowitz, como jefe del equipo de Planificaci�n Pol�tica del Departamento de Estado contrat� a Ledeen como consejero especial. En 2001, Douglas Feith, como Subsecretario de Pol�tica del Departamento de Defensa contrat�, o aprob� la contrataci�n de Ledeen como consultor para la Oficina de Planes Especiales.
Los cabecillas tambi�n se han ayudado mutuamente a trav�s de los a�os. Frecuentemente. En 1973, Richard Perle us� su influencia (y la del senador Henry "Scoop" Jackson) como alto miembro del Comit� de Servicios Armados del Senado para ayudar a que Wolfowitz obtuviera un puesto en la Agencia de Control de Armas y Desarme. En 1982, Perle contrat� a Feith en ISP como su Consejero Especial, y luego como asistente del Secretario Adjunto para Pol�tica de Negociaciones. En 2001, el Secretario Adjunto del Departamento de Defensa, Wolfowitz, ayud� a Feith a obtener su nombramiento como Subsecretario de Pol�tica. Feith luego nombr� a Perle como Presidente del Consejo de Pol�tica de la Defensa. En algunos casos, esta ayuda mutua, conlleva riesgos, como por ejemplo cuando la contrataci�n por Perle de Bryen como su suplente en ISP se convirti� en un tema extremadamente controvertido en las audiencias de nombramiento en el Senado del propio Perle como Secretario Adjunto.
Todos los nombramientos o contrataciones antes mencionados involucraban trabajo confidencial para el que se requer�an autorizaciones de seguridad de alto nivel y las investigaciones de antecedentes por el FBI asociadas con ellas. Cuando el nivel de la autorizaci�n no est� por sobre el Top Secret gen�rico, sin embargo, los resultados de esos controles de antecedentes son vistos s�lo por la autoridad contratante. Y en este caso, si los nombrados eran Bryen o Ledeen y las autoridades de contrataci�n eran Perle, Wolfowitz o Feith, los nombrados no necesitaban preocuparse por los resultados de las investigaciones. En el caso de la contrataci�n en 1981 de Bryen como su suplente por Perle, por ejemplo, documentos publicados en 1983 bajo la Ley de Libertad de la Informaci�n indican que el Departamento dio autorizaciones extraordinariamente elevadas a Bryen sin haber recibido m�s que una peque�a parte del archivo de investigaci�n del FBI de 1978-1979.
RICHARD PERLE: LA FILTRACI�N COMO H�BITO
Perle lleg� a Washington por primera vez a principios de 1969 � ten�a 28 a�os � a trabajar para un gabinete estrat�gico neoconservador llamado "Comit� para mantener una pol�tica prudente de defensa". Dentro de meses, el senador Henry "Scoop" Jackson ofreci� a Perle un puesto en su equipo, trabajando con el Comit� de Relaciones Exteriores del Senado.
Y pocos meses despu�s � en menos de un a�o � Perle estuvo implicado en su primera investigaci�n de seguridad. Una escucha telef�nica autorizada del FBI para la embajada israel� en Washington, registr� a Perle discutiendo con un funcionario de la embajada informaci�n confidencial que dijo que hab�a sido suministrada por un funcionario del Consejo Nacional de Seguridad. Una investigaci�n del NSC y del FBI para identificar al funcionario se concentr� r�pidamente en Helmut Sonnenfeldt. Este �ltimo hab�a sido previamente investigado en 1967 cuando era funcionario del Bur� de Inteligencia e Investigaci�n del Departamento de Estado, por sospechas de haber transmitido a un funcionario del gobierno israel� documentos confidenciales sobre el comienzo de la guerra de 1967 en Medio Oriente.
El segundo entrevero de Perle con la ley ocurri� en 1978. Fue el destinatario de un informe confidencial de la CIA sobre presuntas violaciones sovi�ticas de tratados en el pasado. El filtrador (y autor) del informe era el analista de la CIA David Sullivan. El director de la CIA, Stansfield Turner, se enfureci� por la revelaci�n no-autorizada, pero este �ltimo renunci� antes de que pudiera despedirlo. Turner urgi� al senador Jackson para que despidiera a Perle, pero lo sacaron de apuros con una simple reprimenda. Jackson, para coronarla, contrat� inmediatamente a Sullivan para que trabajara en su equipo. Sullivan y Perle se hicieron grandes amigos y co-conspiradores, y juntos establecieron una red derechista informal, que llamaron "el Grupo Madison", por su sitio usual de reuniones � ya lo adivinaron � la cafeter�a del Hotel Madison.
En 1981, poco antes de ser nombrado Secretario Adjunto de Defensa para Pol�tica de Seguridad Internacional (ISP) � con responsabilidad, entre otras cosas, por el control de las exportaciones tecnol�gicas de defensa de EE.UU., Richard Perle cobr� honorarios considerables de un fabricante de armas, Tamares, Ltd. de Israel. Poco despu�s de asumir ese puesto, Perle escribi� una carta al Secretario del Ej�rcito instando a que se evaluaran y compraran proyectiles de 155 mm fabricados por Soltam, Ltd. Despu�s de abandonar el puesto en ISP en 1987, trabaj� para Soltam.
PAUL WOLFOWITZ: UN AMIGO BIEN COLOCADO
En 1973, en los �ltimos d�as de la administraci�n Nixon, Wolfowitz fue reclutado para trabajar para la Agencia de Control de Armamentos y Desarme (ACDA). El nombramiento fue algo ir�nico, ya que a fines de los a�os 60, cuando era estudiante graduado en la Universidad de Chicago, Wolfowitz hab�a sido estudiante y protegido de Albert Wohlstetter, un influyente y vehemente opositor de cualquier forma de control de armas o desarme, frente a los sovi�ticos. Wolfowitz tambi�n llevo a la ACDA un fuerte apego a la seguridad de Israel, y una cierta confusi�n sobre su obligaci�n hacia la seguridad nacional de EE.UU.
En 1978, fue investigado por proporcionar un documento confidencial sobre la propuesta venta de armas de EE.UU. a un gobierno �rabe, a un funcionario del gobierno israel�, a trav�s de un intermediario de AIPAC. Se inici� una investigaci�n y fue abandonada, a pesar de todo, y Wolfowitz continu� trabajando en ACDA hasta 1980.
En 1990, despu�s de una d�cada de trabajo con el Departamento de Estado en Washington y en el extranjero, Wolfowitz fue llevado al Departamento de Defensa como Subsecretario para Pol�tica por el Secretario de Defensa de entonces, Richard Cheney. Dos a�os m�s tarde, en 1992, la primera administraci�n Bush lanz� una amplia investigaci�n interdepartamental sobre la exportaci�n de tecnolog�a confidencial a China. Preocupaba especialmente en la �poca la transferencia a China por Israel de misiles Patriot de EE.UU. y / o de tecnolog�a. Durante esa investigaci�n, una situaci�n muy reminiscente del affaire Bryen/Varian Associates/klystrons de dos a�os antes, el Pent�gono descubri� que la oficina de Wolfowitz impulsaba la exportaci�n a Israel de misiles avanzados aire-aire AIM-9M.
En este caso, el Estado Mayor Conjunto, consciente de que Israel ya hab�a sido sorprendido vendiendo la anterior versi�n AIM 9-L versi�n del misil a China, violando un acuerdo escrito con EE.UU. sobre reventa de armas, intervino para anular el propuesto negocio AIM 9-M. El presidente del Estado Mayor Conjunto de la �poca era el general Colin Powell, actual Secretario de Estado.
Wolfowitz continu� actuando como Subsecretario para Pol�tica del Departamento de Defensa hasta 1993, hasta bien entrada la administraci�n Clinton. Despu�s, sin embargo, como la mayor�a de los otros neoconservadores m�s destacados se vio relegado a tratar de ayudar a Israel desde afuera durante el resto de los dos per�odos de Clinton. En 1998, Wolfowitz fue uno de los que firmaron una carta abierta al Presidente, organizada por el "Proyecto por un Nuevo Siglo Estadounidense". La carta, que citaba la continua posesi�n de "armas de destrucci�n masiva" por Sadam Husein, llamaba a la acci�n militar para lograr un cambio de r�gimen y la desmilitarizaci�n de Irak. A Clinton no lo convenci�, pero pronto llegar�a un individuo m�s cr�dulo.
Y, por cierto, cuando George W. Bush asumi� la presidencia a principios de 2001, lleg� la oportunidad de Wolfowitz. Escogido como Secretario Adjunto en el Departamento de Defensa de Donald Rumsfeld convenci� a su jefe para que nombrara a Douglas Feith como Subsecretario de Pol�tica. El d�a despu�s de la destrucci�n del World Trade Center, el 12 de septiembre. Rumsfeld y Wolfowitz presentaron la posibilidad de un ataque inmediato contra Irak durante una reuni�n de emergencia del NSC. Al d�a siguiente, Wolfowitz realiz� la informaci�n de prensa del Pent�gono, e interpret� la declaraci�n del presidente sobre "terminar con estados que auspicien el terrorismo" como un llamado a un cambio de r�gimen en Irak. A Israel no lo mencionaron.
Douglas Feith: partidario de la l�nea dura, riesgo de seguridad
El nombramiento por Bush de Douglas Feith como Subsecretario de Pol�tica del Departamento de Defensa a principios de 2001 debe haber sido una sorpresa, y un presagio, incluso para veteranos conservadores de las administraciones Reagan y de George H.W. Bush. Como Michael Ledeen, Feith es un escritor prol�fico y un conservador radical bien conocido. Adem�s, no lo contrataron como consultor del Departamento de Defensa, como Ledeen, sino como el tercer funcionario por su importancia en el Departamento de Defensa de EE.UU. Feith fue ciertamente, el primer, y probablemente �ltimo, alto funcionario del Pent�gono que se ha opuesto p�blicamente a la Convenci�n de Armas Biol�gicas (en 1986), al Tratado de Fuerzas Nucleares Intermedias (en 1988), a la Convenci�n de Armas Qu�micas (en 1997), al Tratado de Misiles Antibal�sticos (en 2000), y a todos los diversos acuerdos de paz de Medio Oriente, incluyendo Oslo (en 2000).
Tal vez m�s revelador todav�a, si el equipo de transici�n lo hubiera sabido, era el punto de vista de Feith de la "cooperaci�n tecnol�gica", tal como lo expres� en un art�culo en Commentary en 1992: "Es del inter�s de EE.UU. y de Israel que se eliminen los impedimentos innecesarios para la cooperaci�n tecnol�gica entre ambos. Las tecnolog�as en manos de pa�ses responsables, amigos, como Israel, sirven para impedir la agresi�n, reforzar la estabilidad regional y al hacerlo promover la paz".
Lo que Douglas Feith no dijo, fue que �l pensaba que algunos individuos pod�an decidir por s� mismos si al compartir informaci�n confidencial realizaban "cooperaci�n t�cnica", una divulgaci�n no-autorizada, o una violaci�n del C�digo 794c de EE.UU., la "Ley del Espionaje".
Diez a�os antes de escribir el art�culo de Commentary, Feith hab�a tomado una tal decisi�n por su propia cuenta. En esa �poca, marzo de 1972, Feith era analista de Medio Oriente en la secci�n de Asuntos de Oriente Pr�ximo y de Asia del sur del Consejo Nacional de Seguridad. Dos meses antes, en enero, el juez William Clark hab�a reemplazado a Richard Allen como Consejero Nacional de Seguridad, con la intenci�n de limpiar la casa. Un total de nueve funcionarios del NSC fueron despedidos, incluyendo a Feith porque hab�a sido objeto de una investigaci�n de si hab�a suministrado material confidencial a un funcionario de la embajada de Israel en Washington. El FBI inici� la investigaci�n. Y Clark, que hab�a servido en la contrainteligencia del Ej�rcito de EE.UU. en los a�os 50, tomaba muy en serio tales asuntos... de un modo m�s serio, al parecer, que Richard Allen.
Feith, sin embargo, no se qued� desocupado durante mucho tiempo. Richard Perle, que en 1982 serv�a en el Pent�gono como Secretario Adjunto para Pol�tica Internacional de Seguridad, lo contrat� inmediatamente como su "Asesor Especial" y luego como su suplente. Feith trabaj� en ISP hasta 1986, fecha en que abandon� el servicio gubernamental para formar una firma legal peque�a pero influyente, residente en aquel entonces en Israel.
En 2001, Douglas Feith volvi� al Departamento de Defensa como Subsecretario para Pol�tica de Donald Rumsfeld, y fue en su oficina donde se cre� la "OSP", la Oficina de Planes Especiales. La OSP cre� � un invento de punta a punta seg�n algunos � gran parte de la inteligencia que Bush, Cheney y Rumsfeld utilizaron para justificar el ataque contra Irak, para mal-planificar la reconstrucci�n de posguerra en ese pa�s y luego para apuntar un dedo acusador contra Ir�n y Siria... un deleite absoluto para el primer ministro Ariel Sharon.
Motivo de preocupaci�n
Numerosos individuos con fuertes v�nculos con pa�ses extranjeros han servido al gobierno de EE.UU. con honor y distinci�n, y ciertamente lo har�n en el futuro. Sin embargo, los m�ximos funcionarios en nuestras ramas ejecutivas y legislativas deber�an tener mucho cuidado cuando hacen nombramientos a puestos que tienen que ver con aspectos confidenciales de la seguridad nacional. Deber�an ser rechazadas las personas designadas que han demostrado, en su servicio anterior para el gobierno, una disposici�n a sacrificar los intereses de la seguridad nacional de EE.UU. a favor de los de otro pa�s, o su incapacidad de distinguir entre las dos cosas.
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Stephen Green es periodista independiente en Vermont. Su correo es:
green@counterpunch.org
http://www.counterpunch.org/green09032004.html


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