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Medio Oriente - Asia - Africa

Aprobado el Plan Sharon para Gaza
Egipto controlará militarmente Gaza tras la retirada formal de Israel de la Franja

CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
Loles Oliván, Nota informativa CSCAweb, 8 de junio de 2004

"La prensa israelí ha hecho público un acuerdo alcanzado entre Egipto e Israel por el cual el régimen de Hosni Mubarak se compromete a intervenir militarmente en Gaza bajo la supervisión del ejército israelí en el marco de la ejecución del 'Plan de desconexión de cuatro fases'. Presentado en los medios oficiales árabes como una "iniciativa egipcia" más amplia que "[...] estipula un alto en las acciones de violencia y que reactiva las negociaciones de paz" y asociada al papel 'mediador' que Egipto viene desempeñando en los últimos años como mandato de EEUU, la verdadera dimensión de este acuerdo sienta las bases para que el ejército egipcio asuma las tareas del control militar y de la seguridad del territorio palestino de Gaza en coordinación con Israel y bajo su mando militar"

El gobierno israelí ha aprobado el pasado 6 de junio el denominado "Plan de desconexión en cuatro fases" para la Franja de Gaza, una nueva versión de un plan previo promovido por Sharon desde finales de 2003 [1]. No sin dificultades notorias internas, Sharon ha visto aprobado su proyecto por 14 votos a favor y siete en contra, aunque con la desautorización del desmantelamiento de los asentamientos de la Franja previamente anunciado: el primer ministro Sharon deberá obtener el apoyo de sus gobierno cuando decida comenzar el proceso de evacuación de las colonias de Gaza [2].
Elaborado fuera del marco de cualquier negociación con los palestinos, a cuyo referente político oficial -la Autoridad Palestina (AP)- Sharon ha dejado de reconocer formalmente como interlocutor, este remozado Plan no deja lugar para la esperanza palestina. Al contrario, extenderá las humillaciones de los palestinos tanto en su vertiente humana y cotidiana como en la política y nacional, al anular su referente propio y establecer otros nuevos, notoriamente, árabes, que pretenden servirse de la cuestión palestina para seguir subsistiendo en la convulsa realidad que atenaza a Oriente Medio tras la ocupación de Iraq. En efecto, más allá del articulado que presenta el Plan, lo esencial de él no está apenas reflejado en su contenido [3] y tiene que ver con el acuerdo que Israel ha alcanzado con un régimen árabe, el de Egipto, para llevarlo a cabo.
Ciertamente, el Plan reproduce los mismos esquemas que han sustentado todas las propuestas del sionismo desde los años 70, en concreto, la de otorgar a los regímenes árabes vecinos a los Territorios palestinos -egipcio, en este caso- la funcionalidad de controlar conjuntamente con el propio Israel aspectos esenciales de soberanía que deberían recaer en los propios palestinos y en sus instituciones representativas, en particular, los relativos a la seguridad.
'Iniciativa' egipcia
La prensa israelí ha hecho público un acuerdo alcanzado entre Egipto e Israel por el cual el régimen de Hosni Mubarak se compromete a intervenir militarmente en Gaza bajo la supervisión del ejército israelí en el marco de la ejecución de este Plan israelí de desconexión de cuatro fases. Presentado en los medios oficiales árabes como una "iniciativa egipcia" más amplia que "[...] estipula un alto en las acciones de violencia y que reactiva las negociaciones de paz" [4] y asociada al papel mediador que Egipto viene desempeñando en los últimos años como mandato de EEUU, la verdadera dimensión de este acuerdo sienta las bases para que el ejército egipcio asuma las tareas del control militar y de la seguridad del territorio palestino de Gaza en coordinación con Israel y bajo su mando militar.
Con ello, Israel no solo se desembaraza del esfuerzo militar y económico que supone su despliegue en la Franja como potencia ocupante, sino que trae a su terreno -el del proyecto sionista- a un actor regional árabe tan fundamental como Egipto. Por su parte, la de Egipto es una vinculación asociada a los mismos requerimientos que ya desde las últimas fases del proceso de Oslo y la Hoja de Ruta [5] se hacían desde EEUU e Israel para que fuesen sus vecinos y aliados árabes, los regímenes de Mubarak y Abdallah de Jordania, los que refrendasen las imposiciones de seguridad establecidas por Israel en su beneficio con su participación activa en los mecanismos de control de la población palestina y siempre bajo supervisión estadounidense (a través de la CIA) e Israel.
Así, el acuerdo -en cuya elaboración ha intervenido activamente el jefe de los servicios de inteligencia egipcios Omar Suleiman- reza:
"[...] Egipto asumirá el entrenamiento y la preparación de tropas de seguridad palestinas para que sean capaces de controlar y llenar el vacío tras la retirada palestina" y equipará a los palestinos con aparatos y sistemas de telecomunicaciones, vehículos y armas de luz, y construirá cuarteles y prisiones en cooperación con los países donantes [...]. Al lado de la fuerza egipcia habrá elementos de seguridad, técnicos y administrativos de países amigos de Europa occidental para que asistan en las operaciones de entrenamiento, seguimiento y supervisión de la ejecución correcta de sus competencias".
Según fuentes egipcias, Egipto habría contactado ya con Gran Bretaña, EEUU, Alemania, España y Francia para solicitar su asistencia, financiación, equipamiento y expertos. El rey Abdallah de Jordania, por su parte, ha declarado, tras hacerse pública la noticia, y para no quedar excluido como interlocutor árabe preferente de Israel y EEUU a la par que Mubarak, que su régimen está dispuesto igualmente a desarrollar el mismo papel asistencial y subsidiario para garantizar la seguridad de Israel en Cisjordania [6].
Desactivar la resistencia palestina
Por su parte Arafat, a quien los responsables egipcios le presentaron la semana pasada este acuerdo, ha dado su visto bueno y, como complemento, ha añadido una nueva iniciativa que incluye un papel determinante para los servicios de inteligencia egipcios en el desmantelamiento de la resistencia armada palestina. Para ello, se ha establecido la celebración de reuniones formales entre Arafat y representantes de fuerzas palestinas con el fin de que alcancen un acuerdo que ponga las bases para que Egipto pueda alojar nuevos encuentros de las facciones palestinas que sirvan, a su vez, para "poner fin a la violencia ilegítima", tal y como ha declarado el jefe de la inteligencia egipcia.
Una vez anulados los resortes políticos de la resistencia armada palestina, podrá determinarse, con el concurso de EEUU y de Israel, quiénes han de ser las figuras palestinas que desbanquen a las fuerzas políticas nacionalistas o islamistas y se legitimen como responsables locales de unas nuevas fuerzas de seguridad palestinas [7] que, bajo supervisión egipcia y a su vez, bajo control directo de Israel, ponga orden en una Franja de Gaza libre no ya de resistencia sino de vida palestina.
Mubarak y Sharon, paralelamente, trabajaban para establecer un comité conjunto que, fuera ya del marco del Plan de desconexión de Gaza, sirva para avanzar en la normalización de las relaciones políticas, económicas y de seguridad entre Egipto e Israel. El gobierno de Abdallah, por su parte, firmaba hace solo dos semanas un nuevo acuerdo económico con el gobierno de Sharon para ampliar las atribuciones de Israel en las Zonas Industriales Cualificadas (ZIC) conjuntas que operan desde finales de los 90 en Jordania [8].
Es así como mientras que el pueblo árabe cifra la esperanza de su oscuro futuro en el Iraq y en la Palestina de la resistencia, sus dirigentes se aprestan a consolidarse como los mejores aliados del orden que el sionismo y el imperialismo pretende imponer por la fuerza militar en la región. Al tiempo, el ejército israelí atacaba militarmente ayer, 7 de junio, nuevamente, a un tercer país árabe, Líbano, al bombardear impunemente una barriada al sur de Beirut en la que se ubicaba instalaciones del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP), que un portavoz de esta organización palestina ha identificado como "sanitarias y no militares" [9]

Notas:
1. Véase en CSCAweb: El 'nuevo' plan Sharon y la imposibilidad de una nueva tregua palestina
2. Ha'aretz, 7 de junio de 2004.
3. Ver la traducción completa del Plan incluida en la columna de la izquierda.
4. Al-Ayyam, 1 de junio de 2004 (
www.jmcc.org/new/04/jun/egypt.htm)
5. Puede consultarse en CSCAweb:
Documento: "Hoja de ruta para una solución permanente al conflicto palestino-israelí basada en dos Estados"
6. Ha'aretz, 7 de junio de 2004.
7. Alloush, I.: "Quién se beneficia del asesinato del sheij Yasín y de sus compañeros?", en CSCAweb:
El asesinato de al-Rantisi y el Plan Sharon: un nuevo Balfour para Palestina - Ibrahim Alloush: ¿Quién se beneficia del asesinato del 'sheij' Yasín y de sus compañeros?
8. Sobre las ZIC, véase en CSCAweb:
Pete W. Moore: "La Jordania más nueva: libre comercio, paz y un 'as' en la manga" y enlaces relacionados.
9. Associated Press, 8 de junio de 2004.