VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Medio Oriente - Asia - Africa

Israel cumple sus amenazas y provoca una nueva matanza en la ciudad de Rafah

·La cómplice «comunidad internacional» solo expreso testimoniales condenas pese a los 22 palestinos muertos Israel cumplió sus amenazas y sembró de muerte y destrucción la ciudad de Rafah, al sur de la franja de Gaza, donde en una brutal operación mató a 20 ciudadanos palestinos -otros dos más fueron muertos en Cisjordania-. Las tropas israelíes iniciaban a primera hora de ayer la «Operación arco iris sobre las nubes», ofensiva en la que participan tanques, blindados y helicópteros. La gigantesca incursión durará «tiempo indefinido».

Los desesperados llamamientos palestinos a la «comunidad internacional» de los últimos días para que Israel detenga su maquinaria de muerte y destrucción, esta vez en Rafah, no lograron su propósito. El Gobierno de Ariel Sharon desoyó las críticas y las tímidas peticiones en ese sentido y, en otro ejercicio de impunidad, bombardeó el barrio de refugiados de Tel al-Sultan, al oeste de Rafah, ciudad cercada y aislada del resto de la franja de Gaza desde el lunes. Al menos veinte personas han muerto, entre ellos un hermano y hermana de 13 y 16 años.

Las denuncias palestinas y árabes se multiplicaron ayer para alertar sobre los «crímenes de guerra israelíes», «la catástrofe humanitaria», «la limpieza étnica», el «genocidio», así como las críticas internacionales, pero las palabras y la críticas en el papel, a tenor del desprecio israelí por la legalidad internacional y el discurrir del conflicto, nunca detendrán al «Estado terrorista israelí». El consejero de seguridad de la ANP, Yibril Rayub, acusó a Estados Unidos de «proporcionar cobertura» a la masacre israelí.

Así, la anunciada matanza, bautizada como «Operación arco iris sobre las nubes», que según el relato de las Sagradas Escrituras apareció después del diluvio bíblico, se ponía en marcha pasada la medianoche del lunes. Una columna de tanques, vehículos blindados y todoterrenos apoyados por helicópteros de combate Apache, de fabricación estadounidense, irrumpieron en el barrio, donde continúan su operación de destrucción masiva de viviendas y registros casa por casa en busca de «terroristas palestinos», además de ampliar el llamado «corredor Filadelfia».

Las distintas organizaciones de la resistencia palestinas unieron sus fuerzas ante el invasor, pero dada la disparidad de medios la defensa de la ciudad era un cometido imposible.

Los helicópteros lanzaron misiles contra los habitantes del barrio y, según el responsable de los servicios de urgencia de Rafah, Murid Kromb, también abrieron fuego deliberadamente contra las ambulancias.

Al respecto, el doctor Mohamed Salameh, alto responsable médico palestino, corroboró esa información y pidió «a la comunidad internacional, y en particular a la Cruz Roja y a otras organizaciones humanitarias que actúen de inmediato en Rafah y detengan las masacres cometidas por los israelíes».

Si ya antes de la gigantesca incursión alrededor de 3.000 personas habían abandonado sus hogares, cuando se supo que la columna de blindados se acercaba a la ciudad, otros miles de palestinos dejaban sus viviendas llevándose lo que podían y sus documentos.

«Esto es una guerra real de Israel contra nosotros», afirmó el alcalde de Rafah, Saed Zurub, que explicó que los ocupantes israelíes habían cortado la electricidad y el suministro de agua. «El propósito del Ejército es destruir nuestras infraestructuras. Rafah es el campo de refugiados más pobre en la franja de Gaza y del mundo, llamo a la comunidad internacional para que sea consciente de que si la operación continúa, seremos testigos de una catástrofe humanitaria», aseveró.

Amna Abu Shawesh, profesora de 45 años, relató que la operación le recuerda a las historias que le contó su padre cuando su familia abandonó su casa en Ashdod antes de 1948.

Las mujeres y los niños se han cobijado en los colegios abiertos por la ONU, mientras que las mezquitas se encuentran repletas de gente, aseguró la Cruz Roja Internacional.

Al conocerse la vasta operación israelí, los habitantes de Ramala declararon una huelga general y salieron a las calles en protesta. En Naplusa los invasores mataron a un palestino, y en Jenin a otro.

Shalom pide a Moratinos que presione a los palestinos El ministro israelí de Exteriores, Silvan Shalom, reclamó ayer en Madrid a la UE «una actitud más equilibrada y objetiva» en Oriente Medio, y pidió a su colega español Moratinos, que reclame a la ANP pasos contra el «terrorismo». Moratinos olvidó que la guerra emprendida por Israel, como la de Irak, también es injusta, y dijo que condena el «terrorismo» contra Israel y que en esa lucha ambos Estados «pueden ir juntos». Ni una palabra sobre el «terrorismo» israelí.