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Medio Oriente - Asia - Africa

17 de febrero del 2004

El campo de tiro de las Fuerzas de Defensa de Israel

Gideon Levy
Haaretz
Traducido para Rebelión por Marina Trillo

A veces parece que la Franja de Gaza se ha convertido en el principal campo de tiro de las Fuerzas de Defensa de Israel, la zona de fuego y el campo de entrenamiento de las IDF. Las armas que utilizan allí son de dudosa legalidad, los métodos carecen del elemento de refrenamiento, y medidas punitivas que Israel no concebiría infligir en Cisjordania son habituales, en una región que produce mucho menos terrorismo que Cisjordania.

La operación del último miércoles en el barrio de Sajiyeh de la Ciudad de Gaza, en la que fueron matados 15 Palestinos -incluidos por lo menos siete civiles- fue la última ilustración, por ahora, de lo que Israel se permite hacer en Gaza. Quince muertos por liquidar a un hombre de Hamas que no era muy importante dentro de la organización es un precio intolerable. En Gaza, sin embargo, ha llegado a ser una rutina: una vez por semana o dos, las IDF incursionan, matan, derriban y se retiran, y nadie sabe exactamente a qué ayuda todo esto. ¿Por qué tienen que ser liquidados ahora en Gaza individuos en busca? ¿Es sólo para producir en revancha más terrorismo?

El hecho de que ni un solo atentado terrorista contra Israel se haya originado en la Franja de Gaza, por la verja allí existente, añade énfasis a estas preguntas. Uno empieza a sospechar que las IDF se comportan de tal modo en Gaza simplemente porque allí pueden hacer cualquier cosa que se les ocurra.

La Franja de Gaza y Cisjordania siempre han estado diferenciadas en la consciencia israelí. Mientras que a Ramallah y Belén se las considera ciudades habitadas por personas, Gaza siempre ha estado representada como un "nido de terroristas." El hecho de que vivan allí casi 1,5 millones de personas, entre ellos campesinos e intelectuales, comerciantes y artesanos, clérigos y seglares -lo mismo que en cualquier otra parte- ha sido deliberadamente distorsionado. Trate de decirle a un israelí que las playas de la Franja de Gaza figuran entre las más bellas de Oriente Medio y que la mayoría de los Gazanos son personas especialmente cordiales y cálidas. ¿Quién va a creerlo? La demonización a la que ha estado sometida Gaza, que se remonta al período anterior a la ocupación, ha hecho posible que se comporten allí de modo distinto. Igual que en las áreas ocupadas por Israel en el Líbano, que eran remotas y donde casi todo estaba permitido, la ocupación de Gaza, también, ha estado siempre marcada por un sentido de anarquía, que se remonta a las operaciones llevadas a cabo allí por Ariel Sharon y Meir Dagan (actual jefe del Mossad) en los años setenta.

Según el Grupo de Seguimiento de los Derechos Humanos Palestinos (Palestinian Human Rights Monitoring Group), hubo cinco liquidaciones en la Franja de Gaza durante los pasados cuatro meses, comparadas con sólo una en Cisjordania. ¿Por qué esta proporción? ¿Es porque los Gazanos son más peligrosos, o porque hay más manga ancha en Gaza? Las calles de Rafah se parecen al escenario de una película violenta de guerra. Es el Grozny de Gaza. Hasta la fecha, Israel ha demolido centenares de hogares, incluyendo 40 en un solo día hace dos semanas. El pretexto aducido -los túneles para pasar armas de contrabando desde el Sinaí- no puede justificar una destrucción a tal escala. Las IDF nunca se atreverían a llevar a cabo demoliciones de semejante alcance en Cisjordania. Baste recordar cómo se convirtió Jenin en un símbolo mundial hace dos años, en la operación Escudo Defensivo. En Rafah el sufrimiento es mayor que en Jenin, pero nadie se preocupa. Apenas hay corresponsales extranjeros allí, y por supuesto no hay periodistas israelíes. No es casualidad que los activistas pacifistas Rachel Corrie y Tom Hurndall y el cámara James Miller fueran matados allí.

Es también allí donde Israel renueva su arsenal. Los dardos negros de acero miniatura esparcidos en todas direcciones en septiembre 2002, en la viña de la familia Hagin, matando a una madre, dos hijos y su primo que estaban vendimiando, eran los mísiles semidardo - un arma antipersonas ilegal que generalmente se dispara desde tanques. Las IDF utilizaron por lo menos dos veces estos destructivos mísiles, cuyos dardos esparcidos ví yo clavados en los laterales de edificios a gran distancia del lugar donde fueron matados los miembros de la familia. Las IDF no se han atrevido a utilizar mísiles de dardos en Cisjordania. De modo similar, el bombardeo de centros de población desde el aire ha sido autorizado en varias ocasiones en Gaza. La fuerza aérea, aún bajo las ordenes del desenfrenado Comandante General Dan Halutz, no tendría la temeridad de lanzar una bomba de media tonelada sobre un área residencial superpoblada en Ramallah. Pero es correcto hacerlo en Gaza, como hicieron cuando la liquidación del activista de Hamas Saleh Shehadeh en julio del 2002 con una bomba de una tonelada.

Los métodos también son diferentes en Gaza. En noviembre 2001 el adjunto juez castrense abogado general admitió que existe una "vasta diferencia" entre las pautas para abrir fuego entre el Centro de Mando (Cisjordania) y el Mando Meridional (Franja de Gaza). ¿Por qué habría de ser esto así? En el área de la aislada colonia de Netzarim de la Franja de Gaza y a lo largo de la valla que rodea la Franja de Gaza, la orden es disparar a todo lo que se mueva, sin previo aviso. Las últimas víctimas fueron un grupo de niños que se acercaron a la valla en el vecindario de A-Salem de Rafah durante el fin de semana. Un chico de 10 años fue matado y tres de sus amigos heridos porque los soldados los vieron como "figuras sospechosas."

El testimonio del clima de "todo vale" fue dado por alto oficial de las IDF en 1998, durante una visita a la Franja de Gaza de representantes de organizaciones de derechos humanos. Al preguntarle si los terroristas de la Franja de Gaza eran más peligrosos, respondió, "no, pero aquí podemos actuar más."

http://www.haaretz.com/hasen/spages/394153.html