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Latinoamérica

Detrás de la insolencia de las petroleras

Antonio Peredo Leigue

De pronto, Repsol endureció el gesto y amenazó, al gobierno y a los parlamentarios, declarando que podía provocar con un conflicto internacional, si se atrevían a tocar una sola coma de los contratos que les permite mantener el mejor negocio que han hecho en cualquier parte del mundo. Resulta curioso que, hace apenas una semana, los personeros de esta misma empresa declararon estar dispuestos a ajustar su contrato a la nueva Ley de Hidrocarburos.
Con la decisión de Repsol de amoldarse a las nuevas condiciones jurídicas y los principios de acuerdo con el gobierno brasileño (en consecuencia, Petrobras), el presidente Carlos Mesa consideraba superado el escollo más difícil en su relación con las empresas petroleras. Las otras empresas, con inversiones menores en el país, estaban en protesta a través de la Cámara de Hidrocarburos, pero era evidente que se verían obligadas a llegar a algún tipo de acuerdo.
La alineación de Repsol a la posición de las otras empresas, ha cambiado la situación. Es más: la embajada de España en Bolivia ha dado a entender que, el gobierno de Zapatero, respalda la postura de esa empresa.
Mensajes sugestivos

La elaboración de la nueva Ley de Hidrocarburos avanzaba a paso acelerado en la Comisión de Desarrollo Económico de la Cámara de Diputados. Esta comisión está presidida por el diputado del MAS Santos Ramírez. Sus 17 miembros pertenecen a todas las bancadas y habían logrado un consenso importante, pese a que además de los titulares se habían adscrito una quincena de diputados. Por otra parte, el proyecto que finalmente presentó el presidente Mesa al Congreso Nacional, difería en muchos aspectos del texto que se preparaba en la comisión, pero coincidía en aspectos tan importantes como la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos y la refundación de YPFB como empresa con capacidad de actuar en todas las etapas de comercialización.
Entonces, desde la Cámara de Senadores ­donde se asienta el sector más derechista de los partidos tradicionales- se reclamó hacer un trabajo conjunto. Teniendo en cuenta que surgirían dificultades en el tratamiento, se aceptó la integración de los senadores, entendiendo que de todos modos había que lidiar con esas fuerzas.
Las discrepancias no se hicieron esperar. El senador del MIR Hugo Carvajal, a quien se le encargó una de las cuatro subcomisiones, promovió una invitación a las empresas petroleras, pese a la opinión contraria del presidente de la comisión. Desde el primer momento, Carvajal, dejó en claro su coincidencia con los reclamos de las petroleras y, de hecho, alentó las posiciones inflexibles que exhibió la Cámara de Hidrocarburos en la sesión que presidió.
Las amenazas del representante de Repsol no tuvieron respuesta por parte del gobierno. Al contrario, hubo una tímida declaración anunciando que acudiría a la ONU en demanda de ayuda para impedir que se concretaran tales amenazas; vale decir: el gobierno reconoció un supuesto derecho de la transnacional petrolera para utilizar el recurso de un juicio en tribunal internacional en el que hará ³valer sus derechos².
Esto nos lleva a una primera conclusión: las petroleras han anunciado que no permitirán un cambio del modelo neoliberal. ¿En qué basan sus expectativas? Movidas subversivas ******************** Once meses después de derrocado Gonzalo Sánchez de Lozada, se han dado pasos importantes en la reorganización: reforma de la Constitución Política del Estado, referéndum obligatorio sobre política energética y, ahora, nueva ley de hidrocarburos. Sancionada esta ley, implementada con la adecuación de todos los contratos a las nuevas reglas del juego, habrían casi desaparecido las posibilidades de retornar al esquema neoliberal.
Resulta curioso que, en estas circunstancias, varios canales privados de televisión ­incluso PAT, del cual es propietario el presidente Carlos Mesa-, emitieron un corto mensaje de Sánchez de Lozada. Sin nada importante que decir, se limitó a mostrar una imagen de estadista. Inmediatamente, en el MNR se produce una conmoción de tal magnitud que provoca una restauración de los ³mandos gonistas² (así llamados los dirigentes afectos al derrocado presidente). Simultáneamente, de esa estructura reaparecida, salen anuncios de cerrada oposición al juicio de responsabilidades que debe instaurarse por los sangrientos sucesos de octubre.
Podrían apuntarse otros hechos que confirman la nueva situación, como insubordinaciones en los mandos policiales y proclamas de comités cívicos a favor de las transnacionales petroleras; empero, lo señalado hasta aquí parece ser más que suficiente. La derecha neoliberal se ha rearmado y, con mucha confianza en su fuerza, está lanzando retos insolentes.
Acciones populares Entusiasmado por el avance tenido hasta aquí, el pueblo se ha lanzado a la campaña para las elecciones municipales de diciembre. Este es el momento aprovechado por el neoliberalismo.
Pero este mismo entusiasmo puede ser aprovechado para organizar la movilización en contra de la conjura neoliberal. Habrá que vencer, una vez más, a nuestros enemigos.