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Latinoamérica

La izquierda, el empresariado y los trabajadores

Un pacto social por anticipado

Los esfuerzos de seducción desplegados por la izquierda en aras de obtener el triunfo en la primera vuelta están cosechando sus réditos: la coincidencia en temas sensibles del empresariado, y la ausencia de resistencia por el lado de la central de trabajadores.

Mario H Peralta
Brecha

Las últimas actividades de Tabaré Vázquez y de su ministro de Economía en un eventual gobierno de izquierda Danilo Astori han provocado reacciones positivas en sectores anteriormente refractarios a dicha fuerza política. Tanto las misiones al exterior -ya con los gobernantes de países vecinos y de España, o con los organismos multilaterales de crédito- como las presentaciones programáticas realizadas ante el empresariado uruguayo arrojaron buenos resultados y una serie de coincidencias, que en primera instancia alejan un escenario de confrontación con los organismos internacionales y los empresarios nacionales.
La numerosa concurrencia en las actividades realizadas en la Intendencia de Montevideo (IMM), con la participación de los principales dirigentes del agro, la industria y el comercio, y los conceptos allí vertidos por los empresarios que escucharon a Vázquez, demuestran no sólo una adecuada composición de lugar de las distintas cámaras empresariales (la izquierda lidera cómodamente las encuestas de intención de voto) sino el inicio de un diálogo tenazmente buscado por el EP-FA.
En otro plano, las distintas actividades del candidato de la izquierda y su equipo económico han dejado en evidencia que la iniciativa en la campaña electoral reside en dicha fuerza política, al grado que sus oponentes, el blanco Jorge Larrañaga y el colorado Guillermo Stirling, no tuvieron mejor idea que seguir literalmente sus pasos. Así, Larrañaga peregrinó a Washington y Argentina, quedando como única movida propia la visita al presidente Ricardo Lagos de Chile. Vázquez, además, ha combinado las presentaciones realizadas en la IMM con una intensa gira por distintas localidades del interior del país.
Pero el hecho fundamental de la campaña es el disciplinamiento de los distintos sectores del EP-FA luego que se produjera la designación de Astori para la cartera de Economía. A partir de ese nombramiento (sordamente resistido por algunos grupos frenteamplistas), y reunión de los senadores "cabezas de lista" mediante, la izquierda ha logrado unificar su discurso, aunque para ello debió dejar de lado algunas definiciones del último congreso frenteamplista. En ese plano, la dupla Vázquez-Astori ha impuesto una concepción de campaña muy clara, que con el objetivo de ganar en primera vuelta descarta cualquier propuesta que pueda motivar el recelo del "centro" o la oposición del empresariado nacional.
En esa idea de un "cambio con todos", desarrollada por el candidato de la izquierda, los empresarios han mostrado que aceptarían nuevas reglas de juego (por ejemplo, la negociación colectiva con sus trabajadores, ausente desde 1992) y el EP-FA ha reconocido un papel determinante de la iniciativa privada en el desarrollo del proyecto de país productivo que plantea.
Así, Vázquez sostuvo el lunes 23 que en respuesta a cómo construir ese Uruguay productivo, "quiero decirles algo que ustedes ya saben, pero que por una elemental razón de convicción, lealtad y responsabilidad siento debo reiterar en esta ocasión: en materia de competitividad y crecimiento productivo el sector privado es determinante. El sector público tiene que cumplir su cometido -inexcusable, por cierto- de crear un entorno favorable para la competitividad y el crecimiento, pero las responsabilidades del sector privado en esta materia son ineludibles e intransferibles".
Afirmación que condimentó Astori en diversas declaraciones públicas, con la idea de la caída de los monopolios de las empresas públicas, ya jaqueados o inexistentes -en su opinión- por los avances tecnológicos. El esquema de participación estatal en la economía se completa con la idea (aprobada por la coalición de izquierda) de avanzar en asociaciones de los entes estatales. También en el respeto de los contratos existentes (o sea de las concesiones), tanto en el caso del agua como en otros ámbitos de la actividad.

RESPUESTAS DESDE ARRIBA.

La plataforma electoral del EP-FA -aprobada en general y por mayoría el lunes 23 en la Mesa Política del FA, pero dada a conocer con anterioridad por la fórmula presidencial- afina los contenidos de los grandes lineamientos programáticos difundidos en oportunidad de las elecciones internas de junio último. Sólo los sectores denominados radicales (26M, Unión Frenteamplista-Partido por la Victoria del Pueblo, Corriente de Izquierda y 20 de Mayo) se opusieron a un capítulo en especial: el referido a la seguridad social. En este punto la plataforma deja de lado la resolución del último congreso frenteamplista, que planteaba la sustitución del régimen de las AFAP. En ese tránsito desde el congreso al presente, la propuesta mutó en la regulación de las AFAP, aceptando un régimen mixto, donde se procurará bajar las comisiones que cobran las administradoras a sus afiliados y utilizar esos fondos para la reactivación de la producción.
Dirigentes de dichos grupos dijeron a BRECHA que también quedaron por el camino la "solución legal" al tema del endeudamiento interno, el acotamiento del secreto bancario y la creación de un fondo de garantía de depósitos, pensado para garantizar la estabilidad del sistema financiero ante eventuales "corridas". Iniciativas todas, agregaron, que no contaban con el beneplácito de los bancos privados. Reconocieron, sin embargo, que el texto desarrolla en los otros capítulos una "concepción de izquierda del país productivo".
En opinión del presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, José Luis Puig, la exposición de Vázquez del lunes 23* sirvió para comprobar que "en muchos de los temas, en principio, estamos de acuerdo. Hubo un asunto que nos gustó mucho: la participación que Vázquez le piensa dar, si es gobierno, al sector privado en las instancias que mencionó y sobre todo en la instalación del Consejo de Economía Nacional. Eso nos pareció muy positivo", aseguró a BRECHA.
En consonancia con esa línea de razonamiento, la economista y asesora de dicha cámara, y vicepresidenta de República AFAP, María Dolores Benavente, señaló que acepta la participación del Estado en la medida que sea necesario (es decir sólo en el área de la salud, la educación y la seguridad); "ese es el principio de subsidiaridad del Estado que nosotros compartimos. Hay una participación natural por encima de la cual el Estado molesta".
Sin embargo, para Puig en la exposición de Vázquez faltó detallar cómo sería "la política tributaria, cuál va a ser el nivel de presión fiscal y cómo se van a financiar algunas actividades que él promocionó".
El presidente de la Cámara de Comercio advirtió que no pudo escuchar a Astori, quien en el mismo encuentro ratificó la implementación del impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) como eje del sistema tributario, señalando que su aplicación también se extenderá al agro (esta vez no hubo, como ocurrió cuando el economista Carlos Viera planteó la necesidad de gravar la actividad del sector agroexportador, ninguna reacción dentro de filas de la izquierda).
Al igual que Benavente lo hizo por la tarde de ese lunes, Puig cuestionó el énfasis puesto por Vázquez en el Mercosur y la prioridad hacia la industria nacional en las compras del Estado. "Respecto a las compras del Estado vemos un problema internacional, por las normas de contratación que sugieren no discriminar a las empresas extranjeras. Habría que ver en qué forma se hace", sostuvo el directivo de la cámara. Benavente fue más lejos y afirmó que ese sistema de compras podría permitir la institucionalización de "becas" para algunas empresas, sin que ellas hicieran un esfuerzo competitivo.
En cuanto al pacto regional, Puig advirtió que "es necesario no estar jugados sólo al Mercosur. Es un dato de la realidad ,ya que mientras nosotros negociábamos a nivel regional, otros sacaron ventaja porque lo hicieron en otro ámbito al mismo tiempo", sostuvo, en referencia al acuerdo entre Chile y Estados Unidos.
En otro aspecto Benavente, que coincidió con Vázquez en el mantenimiento de la política monetaria, sin embargo sostuvo que es necesario avanzar "en una institucionalidad diferente de la política monetaria tal cual está planteada en Uruguay, porque no creemos conveniente que la misma autoridad monetaria sea la que regula las AFAP y los bancos".
Sobre otro de los ejes de la presentación de Vázquez, la rebaja de aportes patronales a la seguridad social del comercio y los servicios con la contrapartida de la generación de empleo, más los subsidios temporales a la inversión productiva, Puig dijo que su sector es el que tiene menos ventajas; "siempre que ha habido exoneraciones fueron para otras ramas y no para la nuestra. Hay que ver sector por sector el tema de las contrapartidas. Somos partidarios de la neutralidad fiscal, porque no queremos que lo que nos den a nosotros se lo quiten a otros".
En relación con la reimplantación de la negociación colectiva en el ámbito laboral, Puig recordó que "los últimos convenios colectivos que rigieron hasta 1992 contaron con una participación muy activa de la Cámara Nacional de Comercio. Lo único es que tenemos la preferencia de que sea bipartita y no tripartita. Nosotros creemos que las negociaciones que tienen mejor resultado son las que tienen lugar entre los trabajadores y los empresarios. Pensamos también que las negociaciones deberían ser caso a caso y no por rama. Sin embargo estamos abiertos a cualquier otra fórmula".

RESPUESTAS DESDE ABAJO.

De la actividad del lunes y de otras que ya se realizaron (por ejemplo la referida al relacionamiento de un gobierno de izquierda con las organizaciones sociales y sindicales) ha participado la plana mayor del PIT-CNT. Incluso en la presentación del tema "Uruguay productivo" la central sindical conformó un panel con las gremiales empresariales, completando así las puntas en cuestión en la idea programática del EP-FA.
Tal presencia conjunta responde a la concepción de un acuerdo social como sustento del proyecto productivo que pregona la izquierda. Vázquez sostuvo en su intervención que promoverá un "compromiso ciudadano por el desarrollo productivo sostenible que involucre al gobierno, al sistema político, a los agentes económicos, a los trabajadores y a otros referentes de la sociedad civil en un acuerdo para el crecimiento económico y la efectiva participación de la gente en el bienestar de la sociedad sobre bases de sentido nacional y una lógica de reconocimiento, negociación y articulación entre las partes, porque los compromisos ciudadanos son, sustancialmente, acuerdos democráticos".
Esa idea de que en la concreción del proyecto no existen interlocutores privilegiados para la izquierda es en sí una novedad (aunque anunciada en los últimos tiempos) que rompe con la cultura otrora dominante en esa corriente política. La reacción del movimiento sindical ante ese fenómeno ha sido la de realzar la independencia de clase frente a cualquier gobierno, si bien no desconoce la importancia de desplazar a los partidos tradicionales del gobierno.
Para el dirigente del PIT-CNT Marcelo Abdala, el país está en un punto de inflexión en lo político, donde los uruguayos deberán resolver si además de esa transición en el corto plazo de la elite gobernante, "hay una transición entre toda una estrategia de desarrollo de matriz mercadocéntrica, que tiene una concepción de la sociedad individualista y egoísta, que tiene una ética de la corrupción de 'hacé la tuya'" y un nuevo modelo de país basado en la producción y la redistribución de la riqueza.
"En el centro está la necesidad de resolver el trabajo de los uruguayos. Toda una serie de políticas, aunque limitadas en el horizonte histórico de los trabajadores, y que apunten al desarrollo productivo son abiertamente positivas. En su forma de implementación habrá mucha dependencia de la correlación de fuerzas", comentó a BRECHA.
En esa dirección advirtió que el movimiento obrero tiene "mucho que plantear a la izquierda para que profundice su programa. Hay mucho divorcio entre la izquierda y los problemas de los trabajadores. Hay mucho divorcio entre todo el sistema político y los problemas concretos de la sociedad. Muchas de las decisiones que luego se convierten en problemas concretos de la sociedad se toman en un escenario trasnacional, para el cual todavía no hay estructuras políticas que permitan incidir en esos planos".
Esa suerte de ausencia de representación política de los trabajadores (Abdala dijo a BRECHA que hoy nadie llena ese espacio) lleva al dirigente sindical a prever la existencia de conflictos con una administración del EP-FA, en tanto sus aspiraciones no sean contempladas ni se inscriban entre los postulados de una izquierda con tendencia a gobernar con todos, en lugar de resolver en favor de los trabajadores los conflictos con el capital.
No obstante, Abdala entiende que se abren nuevos cauces para avanzar en algunos aspectos como la negociación colectiva. "Nosotros aspiramos a una ley integral de negociación colectiva, con participación de los trabajadores en el diseño de las cadenas productivas y en la redistribución de los ingresos. Lo que defiende el movimiento sindical es que los trabajadores se puedan organizar, para participar en la determinación de sus condiciones de trabajo. Y que esa determinación sea obligatoria para toda la rama de actividad", expresó.
Según Abdala, cuando Vázquez dice que Uruguay no puede competir en productos estándar y de bajo costo y que sólo puede insertarse en base a calidad, "eso llevado hasta sus últimas consecuencias tiene que ver con la calidad de los procesos productivos (esto es, la participación de los trabajadores en la organización de la producción), con la modalidad competitiva del país y las empresas, con la calidad de las relaciones laborales, con los mecanismos de distribución del ingreso. Tiene que ver con todo".
A esta altura de la campaña todos los actores sociales y políticos parecen ir adecuando sus estrategias a un posible cambio en la elite gobernante, después de 150 años de administración de los partidos tradicionales. También es evidente que desde ya se anuncian las tensiones que vivirá un gobierno de la izquierda.
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* Seminario "Uruguay productivo. Encuentro con los sectores de la producción", que tuvo lugar en la IMM.