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Latinoam�rica

Colombia: lo forestal como negocio

Paula Alvarez Roa
Ecoportal.net

Desde los �ltimos a�os el tema forestal en Colombia ha estado en el centro de los principales debates y de la agenda gubernamental. Algunos elementos nos permiten afirmar que �ste, as� como sus servicios ambientales, son un negocio m�s, no solo a nivel nacional sino global.

Resulta de suma importancia saber por qu� desde los �ltimos a�os el tema forestal en Colombia ha estado en el centro de los principales debates y de la agenda gubernamental. Este art�culo pretende en primer lugar responder esta pregunta, y mostrar algunos elementos de pol�tica que nos permiten afirmar que el tema forestal, as� como sus servicios ambientales, son un negocio m�s no solo a nivel nacional sino global.
El Plan Nacional de Desarrollo Forestal (PNDF) del actual gobierno, concebido para los pr�ximos 25 a�os, busca establecer 4 millones de hect�reas de monocultivos de �rboles. Para el presente a�o se planea plantar 17.000 hect�reas, principalmente de Palma africana. Pese a que se trata claramente de monocultivos, las plantaciones son presentadas como "reforestaci�n", pero es interesante se�alar que en el plan de desarrollo forestal no se mencionan las cifras reales de deforestaci�n, que son muy superiores a los datos que el gobierno aporta al respecto.
Entre las razones que se esgrimen para fomentar los monocultivos forestales, la principal es que las caracter�sticas geogr�ficas y ambientales del pa�s son sumamente aptas para el desarrollo de plantaciones productivas con altos rendimientos de madera, debido entre otras razones a los reducidos turnos de cortas (7-15-20 a�os).
El Gobierno est� promoviendo las plantaciones forestales comerciales a trav�s de las llamadas "Cadenas Productivas", las cuales se vienen promoviendo desde 1995 y buscan la suscripci�n de Acuerdos de Competitividad con el sector privado, representado por organizaciones de productores y empresarios. En ese marco, el gobierno promueve distintas pol�ticas, planes y proyectos apuntando a mejorar el entorno competitivo de los distintos eslabones de las cadenas y las condiciones de competitividad de las empresas mismas.
Particularmente con el desarrollo de estas Cadenas se pretende identificar y consolidar n�cleos de "desarrollo forestal" que permitan reactivar la inversi�n en nuevos proyectos productivos bajo condiciones de competitividad, impulsando acuerdos regionales y estableciendo alianzas estrat�gicas entre el sector p�blico y privado (partnerships) y con la comunidad en general, que permitan ampliar la base de recursos madereros, consolidar los esquemas de cadenas productivas y posicionar los productos y servicios forestales en los mercados nacionales e internacionales.
Esto nos parece sumamente preocupante, ya que la reorganizaci�n que se est� produciendo en Colombia, no solo a nivel institucional sino inclusive del territorio, pasa por estas Cadenas Productivas. Es decir, que la producci�n nacional est� condicionada a las exigencias del mercado externo y en consecuencia de las transnacionales que compran. Dicho de otra manera, las Cadenas Productivas est�n articuladas al comercio internacional, que a su vez exige lo que debe producir cada pa�s. Esto explica el porqu� de los monocultivos de palma africana, de palmito, de eucaliptos, de pinos, etc. La Cadena se convierte as� en la forma de producci�n, en donde cabe anotar que los peque�os productores estar�n por fuera de dicha cadena, ya que el inter�s es la producci�n a gran escala.
Esto significa entre otras cosas, la inseguridad y p�rdida de soberan�a alimentarias, puesto que el uso de la tierra y su producci�n no estar�n en funci�n de las necesidades de la poblaci�n, sino por el contrario, de asegurar el negocio de las transnacionales que impulsan estas Cadenas. Para nosotros no hay duda de que el uso de la tierra debe beneficiar principalmente a la poblaci�n, y no ser encarado simplemente como otro negocio m�s.
De all� la inconveniencia de los monocultivos de �rboles, puesto que su rentabilidad est� asociada de manera directa al car�cter comercial y extensivo de las plantaciones, sin importar el desalojo y expropiaci�n de las tierras colectivas, habitadas tradicionalmente por campesinos y comunidades ind�genas y negras.
Es importante se�alar que el propio Presidente Uribe ha sido uno de los m�s entusiastas en impulsar el sector forestal como uno de los pilares del nuevo "desarrollo" en el campo, promoviendo las plantaciones forestales. De all� uno de los grandes programas del Plan Nacional de Desarrollo, llamado "Familias Guardabosques", el cual recibe de parte de la Cooperaci�n Internacional un fuerte apoyo econ�mico para ejecutar proyectos relacionados con la ordenaci�n, conservaci�n y restauraci�n de ecosistemas forestales; promoci�n de cadenas forestales productivas y desarrollo institucional.
Si bien ello podr�a parecer positivo, lo que se esconde detr�s es que a trav�s de incentivos econ�micos, se incorpora a estas familias a las cadenas de extracci�n a gran escala, que en �ltima instancia favorece a la multinacional due�a de la plantaci�n y en donde adem�s el gobierno nacional avala y crea todas las condiciones para aplicar esta pol�tica, canalizando directamente recursos de la Cooperaci�n Internacional a estas Cadenas Productivas y al negocio.
Al mismo tiempo, a trav�s de este modelo de familias guardabosques se quiere establecer una relaci�n de asalariados con la gente local, y que las comunidades dejen de relacionarse con el bosque como hasta la fecha lo han hecho, particularmente las comunidades ind�genas y negras. M�s a�n, la estrategia del gobierno apunta a la apropiaci�n del territorio de las comunidades, que quedar�a en manos de las empresas madereras.
Todo eso se esconde tras bonitas palabras como "reforestaci�n", "ordenaci�n", "conservaci�n" y "restauraci�n", cuando en realidad se trata de sustituir ecosistemas y comunidades con gran diversidad por plantaciones y sociedades homog�neas y atadas al inter�s de las grandes empresas.
Por Paula Alvarez Roa
CENSAT Agua-Viva
Amigos de la Tierra - Colombia


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