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Latinoamérica

Desempleados, exigen la liberación de un líder obrero

Mineros atacan con dinamita sede de empresa estatal

La Paz
Reuters

Mineros desempleados, que desde hace tres meses ocupan por la fuerza una mina de estaño, atacaron con dinamita el jueves la sede de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en La Paz para exigir la liberación de un líder obrero, provocando serios destrozos aunque no víctimas fatales, dijeron distintas fuentes.

"Los agresores provocaron varias explosiones de dinamita para penetrar en el edificio", dijo por teléfono el portavoz de Comibol, Edmundo Zogby.

"Los destrozos fueron importantes en la planta baja, donde volaron la puerta principal", agregó Zogby, quien permanecía en el interior del edificio y aclaró que los atacantes fueron repelidos por la guardia policial de Comibol con gases lagrimógenos.

"Estamos a salvo, pero con algunas asfixias por los gases", dijo con respecto a unas 200 personas, entre empleados y visitantes, que estaban en el inmueble en el momento del incidente.

Cerca de un centenar de los mineros atacantes, con cartuchos de dinamita amarrados a la cintura o con los explosivos en las manos, se hallaban apostados en las inmediación del edificio de Comibol, ubicado en una céntrica zona de La Paz.

"Estamos decididos a morir", dijo uno de ellos a periodistas, identificándose como Eloy, mientras efectivos policiales reforzaban también el control de la zona.

El minero explicó que el grupo llegó al amanecer a La Paz desde la mina Caracoles, un yacimiento del altiplano andino, situado a 180 kilómetros al sur de la sede gubernamental, para "exigir la libertad de nuestro principal líder, Víctor Mena", dijo.

El portavoz de Comibol explicó que Mena fue detenido el miércoles por mandato de un juez, bajo acusación de "robo de minerales" de la mina Caracoles, de propiedad estatal.

"Comibol demandó judicialmente a Mena y a otros dirigentes cooperativos por ese delito, después de constatar hace algunos días que los ocupantes de Caracoles comenzaron a explotar y comercializar ilegalmente los minerales de esa mina", agregó Zogby.

La mina de Caracoles, con una producción promedio anual de 1.000 toneladas de estaño, era operada desde 1997 por la empresa privada Barrosquira hasta su invasión, el 4 de mayo, por mineros cooperativistas sin trabajo.

La ocupación derivó en la rescisión del respectivo contrato de riesgo compartido entre Comibol y Barrosquira y en el inicio de un tortuoso proceso de negociaciones con unos 400 cooperativistas ocupantes y 220 mineros desalojados de Caracoles.

Zogby dijo que hace dos semanas se había llegado a un principio de acuerdo entre las partes para crear una nueva empresa, supervisada por Comibol y con participación de los dos sectores de trabajadores mineros, que operaría bajo otro contrato de riesgo compartido.

"Se esperaba concluir pronto la negociación, pero Comibol recibió informes sobre la ilegal y unilateral explotación y comercialización de los minerales de Caracoles, por parte de los ocupantes de la mina", agregó el portavoz.

El funcionario aclaró que esta semana debía concluir también otro proceso paralelo de inventario de los bienes y equipos de Caracoles para liquidar el contrato con Barrosquira y definir la constitución de la nueva empresa.

"La situación ahora, tras este ataque, es bastante más complicada", agregó.

5 de agosto, 2004