Este XX Festival de VOZ la verdad del pueblo es en homenaje al poeta comunista chileno, Pablo Neruda, en el centenario de su nacimiento, quien le rindió tributo con su hermosa pluma y maravillosos versos a la vida, a la esperanza, al amor, a las mujeres, al vino y a la comida, pero también al Partido y a las gestas revolucionarias del siglo pasado, incluyendo, por supuesto, la gran Revolución Rusa y el triunfo de la Unidad Popular en Chile. Su muerte la precipitó, en 1973, la dictadura fascista de Augusto Pinochet, orquestada desde Washington por el imperialismo yanqui, el que aún imparte bendiciones a tiranos y a falsos mesías que pretenden perpetuarse en el poder.

Pero recordamos también en el XX Festival a otro extraordinario poeta, casi tan grande como Neruda. Se trata de Luis Vidales, Premio Lenin de la Paz, nacido el 26 de julio de 1904, en Calarcá (Quindío), destacado militante del Partido Comunista Colombiano y amigo fraterno de VOZ la verdad del pueblo. Les proponemos a los camaradas del Comité Distrital, que el próximo mes de julio realicemos un acto especial en homenaje a este poeta inmortal.

Los temas políticos del Festival son "Democracia y Derechos Humanos", precisamente cuando hace pocos días fue aprobado en el Congreso de la República el "estatuto antiterrorista", que penaliza la lucha social y popular, como complemento de la política gubernamental de la "seguridad democrática", instrumento uribista de la guerra contra el pueblo y para la práctica de tierra arrasada en campos y ciudades.

El "estatuto antiterrorista", aplicado antes de su aprobación, es para la represión a las masas y la cacería de brujas a dirigentes de izquierda, sindicales, sociales y populares. En Colombia los derechos humanos están en su peor momento, no sólo por la persecución uribista a los opositores y la práctica del terrorismo de Estado que anula las libertades democráticas y los derechos fundamentales, sino también porque la política oficial busca liquidar las conquistas laborales y sindicales a favor de las transnacionales, el gran capital y el capital financiero.

El TLC, que negocia el gobierno de Uribe con la Casa Blanca, es para entregar más nuestras riquezas naturales, en desmedro de la agricultura y de la industria nacional. Buscará descargar la crisis económica en los hombros de los trabajadores y del pueblo. Es la alternativa a la crisis pero por la vía neoliberal de las privatizaciones y de conculcar derechos adquiridos. Son soluciones para los capitalistas y mayor pobreza para los trabajadores. Así se vio hace pocos días en la huelga de ECOPETROL, en que solo la firmeza de sus trabajadores afiliados a la USO, logró detener la feria del importante patrimonio nacional.

La oligarquía no tiene soluciones a la crisis del país. La solución es política, democrática y popular. El país reclama un nuevo poder, pero democrático y popular, alejado de los pactos oligárquicos en las alturas, tutelados por el imperialismo norteamericano. El viraje del país debe ser hacia una apertura democrática que erradique las causas que originaron el conflicto colombiano. Es un conflicto que sólo tiene solución política y bajo otras condiciones de poder. Todo lo contrario a lo que promueve el presidente Uribe Vélez, que basa su programa en la "estrategia global contra el terrorismo", copiada del presidente Bush, al fin y al cabo su amo y protector. Es la política de guerra total contra el pueblo y la insurgencia, creyendo que todo aquel que no esté al lado del dictador es un terrorista.

A pesar de la incoherencia uribista, pues su política es la guerra, respaldamos las propuestas del Ejército de Liberación Nacional para eventuales acercamientos con el Gobierno Nacional, aunque estaremos vigilantes para que Uribe Vélez no pretenda aprovechar esta situación a favor de la legitimación de los llamados diálogos con los paramilitares a los que quiere legalizar en la más completa impunidad o también para fortalecer su campaña reeleccionista. Detrás de la postura abierta a los diálogos puede haber trampas para fortalecer siniestros objetivos.

Pero, ¿Qué es el terrorismo? ¿Quiénes son los terroristas? ¿Por qué son terroristas los palestinos que luchan por el derecho a su propio territorio y nacionalidad y no lo es Sharon que les niega ese derecho asesinando a niños, mujeres y ancianos? ¿Por qué no es terrorista Bush que ordenó arrasar con Irak y sus misiles impactaron barrios populares, hospitales y objetivos civiles? En Colombia pasa lo mismo. ¿Por qué es terrorista Manuel Marulanda, quien lucha por un nuevo país y no lo es Álvaro Uribe Vélez que quiere conducirlo a la noche oscura del fascismo? Terroristas son los que le niegan a los pueblos el derecho a la libertad, a la paz, a la democracia, a la justicia social, a la felicidad y a un futuro promisorio.

Una política como la Uribe Vélez no tiene futuro. Así como lo derrotamos en el referendo también lo derrotaremos en la reelección. Ésta podrá pasar en el Congreso con la vergonzosa compra oficial de votos a senadores y representantes del tradicionalismo clientelista y bipartidista, pusilánimes, que se venden por auxilios, por puestos públicos en el país y en el servicio exterior. El tirano podrá ser derrotado por la fuerza de la unidad popular y de la acción de las masas.

El camino se presenta claro ante nosotros. La alternativa es la unidad más amplia. Un Frente Único contra el reeleccionismo uribista, capaz de detener la guerra contra el pueblo y la explotación del gran capital. En éste frente del pueblo caben los revolucionarios, los demócratas, las organizaciones sindicales, sociales y populares y todo aquél que esté dispuesto a combatir la reelección de Uribe y actúe por los cambios democráticos.

Aunque es prematuro hablar de candidaturas presidenciales el debate está abierto y no lo vamos a eludir. El Partido Comunista Colombiano apoya la candidatura del senador Carlos Gaviria Diaz, presidente del frente Social y Político, en el entendido que el objetivo fundamental es sumar fuerzas para derrotar al tirano. El objetivo supremo es la gran unidad por la democracia y la solución popular de la crisis del país. A esta unidad y con estas características convocamos a todos los colombianos y colombianas.

Llamamos a la solidaridad con los presos políticos y prisioneros de guerra; a respaldar el acuerdo humanitario, negado por el gobierno de Uribe Vélez y rechazado de manera abusiva por el embajador de los Estados Unidos en Bogotá. Es parte de la injerencia yanqui en Colombia, aceptada de manera dócil por el Gobierno Nacional y la oligarquía colombiana. Ellos no conocen la palabra patria ni tienen dignidad.

Somos solidarios con Cuba socialista, liderada por Fidel y el partido Comunista de Cuba, que ha demostrado que la dignidad no tiene precio y que ninguna amenaza por poderosa que parezca es suficiente para doblegar su firmeza revolucionaria y sus principios. Somos solidarios con Venezuela Bolivariana y con el compañero Hugo Chávez Frías que resisten el embate del poder imperial y del capital que persigue detener los cambios en el hermano país. Somos solidarios con el pueblo palestino, víctima del terrorismo israelí con el respaldo de la Casa Blanca imperialista.

Desde VOZ agradecemos todas las muestras de apoyo y de solidaridad. Con el respaldo de ustedes, del Partido Comunista Colombiano, del movimiento sindical y popular, seguiremos adelante. Nada podrá detenernos, ni los atentados, ni las amenazas, tampoco el acoso judicial y la asfixia económico. A todo ello nos sobreponemos porque por encima están nuestros principios y convicciones revolucionarias. Con la fuerza unitaria del pueblo derrotaremos al tirano, que seguramente quedará en el mismo lugar al que caen todos los tiranos: en el basurero de la historia!

¡Viva el Partido Comunista Colombiano!

¡Viva el Frente Social y Político!

¡Viva la unidad del pueblo colombiano contra la reelección y por el cambio democrático!

¡Viva VOZ la verdad del pueblo!

¡Viva Colombia!

Bogotá, Distrito Capital, junio 20 de 2004