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Latinoamérica

Cartas a los cristianos
El ELN de Colombia llama a los critianos a empuñar las armas de la fe, la conciencia crítica y la conciencia de clase popular

Carta a los critianos
LUCHAMOS POR UNA CULTURA DE HUMANIDAD
Apreciados compañeros.

Ustedes como frente de lucha ideológica tienen en sus manos un tesoro cultural único, porque ha sido acumulado durante las últimas décadas de reflexión y de lucha por miles de compañeras y compañeros, quienes son los más altos exponentes del pueblo latinoamericano. Este patrimonio cultural constituye una riqueza que fue fraguada por la entrega de lo mejor de lo mejor de cada uno de ellas y de ellos. Fue como producto de lo mejor de lo humano de estos héroes y mártires que se cristalizó esta joya, que hoy se encuentra en manos de Ustedes.
Este patrimonio de los pueblos nos ha permitido elevarnos en la búsqueda de la dignidad humana para todos los pobres y oprimidos del mundo, para construir su igualación, su emancipación y la paz. Les hablamos de la Teología de la Liberación (TL), como un tesoro que permite elevar al pueblo creyente hacia mayores cimas de humanidad, hacia mayores topes de cultura humana.
Ya es un lugar común decir hoy que sufrimos una crisis de civilización o de una crisis cultural caracterizada por una pérdida de unidad cognitiva, por la desintegración de modelos de universo y por la fragmentación social, en la que la verdad se torna difusa y tiende a reinar la incertidumbre y la angustia. Es en este cruce del desierto ideológico que el patrimonio cultural que significa la TL resulta de gran apoyo y verdadera brújula para esta compleja marcha emancipadora.
La TL es un marco general de referencia ideológico, es un cruce de diamante con esmeralda, en el que se unieron la pureza y la resistencia del diamante, con la belleza de nuestras esmeraldas. Es pureza ética por su servicio incondicional y desinteresado al pobre, a los humildes; es consistencia porque significa resistencia, constancia y sacrificio en la lucha y es de máxima belleza por su entrega en el amor al pueblo que sufre. Por esto la joya de la TL es la herencia que tiene el pueblo creyente para luchar por el reino de dios aquí y ahora.
Con la metodología de "Ver, Juzgar, Actuar" la TL no sólo enseña la reflexión filosófica, sino que conduce la lucha colectiva de transformación social, fundamentándose en los eternos valores de amor y justicia heredados de grandes creencias religiosas como el cristianismo y el judaísmo.
El gran Camilo Torres y monseñor Gerardo Valencia Cano los llevamos en el corazón como ilustres precursores de la TL en Colombia, así como lo fueron monseñor Helder Cámara y miles de cristianos en Brasil en los años 60; de su fecunda siembra fructificaron la Comunidades Eclesiales de Base (CEB) en todo el continente y desde ellas se edificaron instituciones populares prestigiosas, entre tantas, como el Movimiento Sin Tierra (MST) brasileño.
Han transcurrido 4 décadas desde entonces y por tanto merece hacer un alto en el camino para interrogarnos a nosotros mismos, sobre, ¿qué hemos hecho bien en este periodo? ¿Qué dejamos de hacer? ¿Qué hicimos mal? ¿Qué debemos de hacer en el futuro inmediato?
Nuestra tarea es doble pues no sólo basta con ser guardianes de este patrimonio cultural humano, puesto que es nuestro deber también recrear y desarrollar la TL. A primera vista pareciera que ambas tareas son muy complejas, pero no es así, dado que hoy lo básico es enraizarnos aún más y mejor en el pueblo que sufre, para desde ahí más adelante, sólo más adelante, racionalizar nuestras experiencias de transformación social y sumarlas a las reflexiones fundadoras de la TL.
Es en la vida y en la lucha que desarrollamos el pulso ideológico con la cultura regresiva, de destrucción y miedo que significa hoy la cultura esta vieja sociedad; para abrirle paso a una cultura alternativa, humanista y progresiva. Vale la pena recordar a propósito a otro gigante de los años 60, al filósofo Jean Paul Sartre, quien planteó el dilema principal que debía enfrentar la especie humana, cuando lanzó la consigna, "Socialismo o barbarie".
Para terminar esta primera comunicación con Ustedes queremos convocarlos a empuñar con firmeza tres poderosas armas indispensables para esta lucha ideológica como son su fe, la conciencia crítica y la conciencia de clase popular. Y para "luchar con el corazón y con la cabeza" como aconsejaba Manuel Pérez.
Esperamos sus respuestas a nuestro llamado, para que sea en medio de este intercambio que surja nuestra segunda comunicación para Ustedes.
Nos despedimos hasta entonces.
Fraternalmente en:
Ni un paso atrás, Liberación o muerte.
Comando Central
del ELN de Colombia.
Mayo del 2004
En el cuarenta aniversario del surgimiento de la insurgencia colombiana.