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Latinoamérica

Demuelen símbolo de la dictadura de pinochet

Eduardo Andrade Bone
La Fogata

Uno de los emblemas de la dictadura fascista encabezada por el ex dictador Augusto Pinochet será trásladado al Museo del Ejército, para que así pueda ser disfrutado por los violadores a los derechos humanos que aún permanecen en las filas del ejército, en especial del actual Coman-dante en Jefe, que ha sido involucrado en varios casos de atropellos a los derechos fundamenta-les de las personas, pero que aún no asume su propia responsabilidad ante estos hechos.
El denominado Altar de la Patria y "Llama de la Libertad", será reemplazado por la cons-trucción de la Plaza de la Ciudadanía. La resolución se logró después de varios años de nego-ciaciones con los sectores más duros del Ejército y próclives al ex dictador. Sólo permanecerá en el sector, el monumento a uno de los forjadores de la Independencia de Chile, Bernardo O′Higgins, que jugará un papel importante en el término del colonialismo español.
Una de las cosas que llama la atención en torno de está decisión, es que además el Altar de la Patria, producto de una propuesta pública que se adjudicaría el propio Ejército, serían los "lla- mados a demoler" éste nefasto símbolo de la dictadura.
El retiro de la Llama de la Infamia, es una demanda de la mayor parte del pueblo chileno y de las organizaciones que han desplegado una gran lucha por el reestablecimiento pleno de los derechos humanos en Chile. Dicho símbolo desde su creación misma se había constituído en una verdadera provocación a la gran mayoría de los chilenos y a aquellos que sufrieron en car- ne propia las consecuencias de la represión y la tortura.
Se estima que tanto el Altar de la Patria como la Llama de la Libertad, será demolido uno y retirado el otro, cuando se de por concluída la segunda etapa de la construcción de la Plaza de la Ciudadanía, a fines de 2005.
Sin duda que el clamor de los ciudadanos ha sido escuchado, sin embargo, aún falta mucho por lograr una democratización real del país y de las propias Fuerzas Armadas. Llama la atención que recientemente el Comandante del Ejército, haya manifestado que la "política no volvera a entrar a los cuarteles", pero el jefe del ejército, se cuida muy bien de decir a que tipo de política se refiere, pués por tradición las Fuerzas Armadas chilenas han sido formadas en la ideología militar prusiana y de la Doctrina fascista de la Seguridad Nacional y él sabe muy bien a que interesés obedecen dichas doctrinas militares.
No basta con eliminar los emblemas de la dictadura pinochetista, es fundamental además eliminar de las fuerzas armadas chilenas una formación que van en contra del pueblo chileno, hay que eliminar sus métodos represivos, su totalitarismo y ponerlas al servicio del Estado chileno.
El jefe del ejército chileno, reprueba que los partidos políticos puedan ejercer algún tipo de influencia en el personal militar. Sin embargo los más granado de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas, se codean y tienen relaciones de diversos tipos, con la más rancia burgue- sía chilena, las que ejercen precisamente su influencia al mundo militar a través de este tipo de contactos. Por lo demás, sólo la oficialidad tiene derecho a voto, lo que de una u otra manera los obliga a tener una preferencia política. El golpe de Estado de septiembre de 1973, es la prueba más clara de ello.
Después de más de 30 años del golpe de Estado, no he visto hacer vida social a los oficiales de las Fuerza Armadas, con los dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores, con los dirigentes de las organizaciones campesinas o de las Federaciones de Estudiantes Universita- rios. Pero sí se los ve a menudo en las páginas sociales del diario El Mercurio y de otros medios,con los empresarios de la derecha pinochetista que apoyaron el golpe y luego se pusieron al servicio de la dictadura, para tener a buen recaudó sus privilegios. De allí que no basta con retirar los símbolos de la dictadura, para el reestablecimiento de una democra- cia plena, hay que tener la voluntad política suficiente para devolver la soberanía plena al pueblo chileno. Recordemos una vez más, que los gobiernos post dictadura han ejerci- do la administración del país, bajo la Constitución fascista del 80, que fuera elaborada a espaldas de pueblo chileno y ésta también se constituye en un emblema del régimen militar con el cual hay que terminar definitivamente.