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Latinoamérica

25 de abril del 2004

Según un informe de la ONU
Casi el 80 por ciento de los latinoamericanos considera que son los grupos económicos empresariales y financieros los que ejercen el poder en sus países

Gustavo González
IPS

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó a América Latina a avanzar de una "democracia electoral" a una "democracia de ciudadanía", para superar el desencanto de un alto porcentaje de su población y evitar recaídas autoritarias.

Luego de 25 años de progresos hacia gobiernos civiles elegidos en las urnas, los sistemas políticos e institucionales de la región enfrentan serios problemas, advirtió el informe "La democracia en América Latina: Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos", presentado el 21 de abril en Lima.

Según el reporte del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) existe una crisis de confianza en los sistemas democráticos, que no han logrado satisfacer las aspiraciones políticas, sociales y económicas de los latinoamericanos.

"El crecimiento económico insuficiente, las profundas desigualdades y los sistemas jurídicos y servicios sociales ineficientes han provocado el malestar popular y socavado la confianza en la democracia electoral", indicó el informe preparado por un equipo de expertos que encabezó el ex canciller argentino Dante Caputo.

El mandatario peruano Alejandro Toledo presidió la ceremonia de entrega del documento, a la cual asistieron también el administrador general del PNUD, Mark Malloch Brown, y su directora regional para América Latina y el Caribe, Elena Martínez.

El secretario general de la ONU , Kofi Annan, dirigió asimismo una alocución a través de una grabación en vídeo.

El informe es considerado la iniciativa más importante del PNUD de los últimos años en la región. El equipo de expertos responsables incluyó a 32 gobernantes y ex gobernantes latinoamericanos, además de altos funcionarios de organismos regionales, académicos y observadores externos, como el ex presidente del gobierno español Felipe González.

Durante la investigación fueron entrevistados 231 líderes políticos y se elaboraron dos mediciones, el Indice de Democracia Electoral (IDE) y el Indice de Apoyo a la Democracia , sobre la base de encuestas de opinión pública a 20.000 personas de 18 países de la región.

El informe indica que en 2002, de acuerdo a las encuestas, 54,7 por ciento de los latinoamericanos declaraba que prefería un "régimen autoritario" a uno democrático, si el primero le "resolvía" sus problemas económicos.

"Esto es lamentable. Lo que es más importante aun, es equivocado", señaló Annan a propósito de ese resultado. "La solución para los problemas de América Latina no reside en un regreso al autoritarismo, sino en una democracia más profunda y consolidada", subrayó el secretario general de la ONU.

"La receta que ofrece desarrollo o justicia social a cambio de una pérdida de libertad es una trampa del diablo que ofrece bienes materiales a cambio del alma", sentenció a su vez el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, uno de los invitados a la presentación del informe.

Sanguinetti criticó así una actitud predominante entre los latinoamericanos que, en una proporción de 56,3 por ciento consideran que "el desarrollo económico es más importante que la democracia", frente a 48,1 por ciento que opina lo contrario, de acuerdo con las encuestas de opinión.

La visión desencantada y a la vez funcional sobre el sistema político se expresó igualmente en que 58,1 por ciento de los encuestados estimó legítimo que sus presidentes "vayan más allá de las leyes".

Ante otra pregunta, 43,9 por ciento se mostró escéptico de que "la democracia solucione los problemas del país", contra 35,8 por ciento que sí confía en los sistemas representativos.

Malloch Brown destacó los serios desafíos políticos que enfrenta esta región de más de 400 millones de habitantes y llamó a superarlos. "El mundo entero está interesado en la democracia de América Latina. Nuestro reto es que el logro (democratizador) de décadas recientes no solo se mantenga sino que se fortalezca", dijo.

El informe deja constancia también de la desconfianza de los latinoamericanos hacia las instituciones del Estado, ya que 40 por ciento de la población considera que "puede haber democracia sin partidos", posibilidad que niega solo 34,2 por ciento.

Los que estiman que "puede haber democracia sin un Congreso (legislativo) nacional" ascienden a 38,2 por ciento, mientras 32,2 sostiene lo contrario.

Otro dato significativo: 79,7 por ciento de los encuestados consideró que son los grupos económicos empresariales y financieros los que ejercen el poder en sus países y 65,2 por ciento atribuyó también poder a los medios de comunicación.

El ex canciller Caputo señaló que estas señales de las encuestas no deben eclipsar la importancia de los avances políticos de las últimas décadas en la región.

"Los déficit, las lagunas, las asechanzas que se ciernen sobre nuestras democracias no deberían llevarnos a olvidar que hemos dejado atrás la larga noche del autoritarismo", apuntó el ex ministro argentino.

"No hay malestar 'con' la democracia, pero hay malestar 'en' la democracia y para resolverlo es indispensable hacer uso del instrumento más preciado que ella nos brinda: la libertad", agregó.

"Libertad para discutir lo que molesta, lo que algunos preferirían que se oculte, libertad para saber que un sistema que es casi un sinónimo de igualdad, convive con la desigualdad más alta del planeta", concluyó Caputo.

El experto se refería a la brecha económica entre ricos y pobres, que es en América Latina mayor que en cualquier otra región del mundo.

Martínez indicó que este informe representa el punto de inicio de un debate sobre el futuro de la democracia, que se iniciará en Santiago, Washington, México y Bruselas, con la participación de presidentes y ex presidentes, académicos, líderes de la sociedad civil, medios de comunicación, el sector privado y la comunidad internacional.