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Latinoamérica

Embajada de EE.UU. rearticula bloque neoliberal gobernante en Bolivia

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Econoticiasbolivia.com (La Paz, marzo 19, 2004).- La Embajada de Estados Unidos en Bolivia ha comenzado a rearticular con éxito un bloque neoliberal de apoyo al gobierno de Carlos Mesa. Hasta ahora, ya ha convencido a los dirigentes de los partidos que gobernaron con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada para que brinden su respaldo político y parlamentario a las medidas económicas del actual Presidente.

"La megacoalición (el bloque político neoliberal que respaldó a Sánchez de Lozada) ha vuelto a funcionar bajo el padrinazgo de la Embajada de Estados Unidos", dijo el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, poco después de que se dio a conocer públicamente sobre las reuniones propiciadas por la Embajada y que dio como primer fruto la aprobación del Impuesto a las Transacciones Financieras en el Senado de la República.

Según informó el matutino La Razón, "los líderes del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario, del ex presidente Sánchez de Lozada), MIR (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, del ex presidente Jaime Paz Zamora), NFR (Nueva Fuerza Republicana, del ex capitán Manfred Reyes Villa) y ADN (Acción Democrática Nacionalista, del ex presidente Jorge Quiroga) habrían participado en un desayuno trabajo con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos y del Palacio de Gobierno para tratar la situación política del Presidente".

"Según fuentes políticas, los funcionarios estadounidenses habrían explicado a los políticos que el Gobierno debe ir a la reunión del Grupo de Apoyo para Bolivia -que se realiza hoy en Washington- por lo menos con respaldo político. Los asistentes a la reunión habrían criticado la falta de un plan y habrían aceptado apoyar a Mesa".

TRABAJO DE PERSUASIÓN

El trabajo de persuasión de la Embajada había comenzado a mostrar resultados positivos cuando dirigentes del MIR de Jaime Paz, que habían cogobernado hasta el final con Sánchez de Lozada, solicitaron días atrás poderes especiales para Mesa, para que pueda gobernar sin interferencias del Parlamento.

Sin embargo, esta opción no fue aceptada por los otros partidos de derecha, como el MNR, NFR y ADN, que se inclinaron por consensuar de a poco el plan económico de Mesa, según lo solicitado por la Embajada de Estados Unidos, y dejando abiertas las posibilidades para armonizar posiciones y actuar conjuntamente en torno a temas claves como la Asamblea Constituyente, el referéndum sobre el gas y las reformas a la Ley de hidrocarburos.

"Estamos dispuestos a cualquier entendimiento para garantizar la gobernabilidad", aseguró el dirigente del MNR, Oscar Arrien, tras reunirse a nombre de su partido con el presidente Mesa. Lo mismo sostuvo a nombre del MIR, el dirigente Oscar Eid, al concluir al anochecer de este jueves la reunión tripartita en Palacio de Gobierno.

El acercamiento de Mesa a los partidos tradicionales fue interpretado por Morales como obra de la Embajada. "Lo que ha pasado con (el ex embajador Manuel) Rocha y ahora con (David) Greenle es que están haciendo funcionar la megacoalición neoliberal para defender el modelo económico, para defender este sistema político (...) Nosotros vamos a seguir con el pueblo", dijo al cuestionar la aprobación del nuevo tributo.

"Los más afectados con la Ley del Impuesto a las Transacciones Financieras son los comerciantes. La gente que tiene mucha plata no mueve su dinero del banco, y son los comerciantes los que depositan y retiran constantemente su dinero los que ahora deben pagar el impuesto. Eso no es justo, ya que se podía evitar este impuestazo sobre la gente, subiendo las regalías que deben pagar las transnacionales petroleras", aseguró.

PACTO SOCIAL

Otros que cuestionaron el nuevo impuesto, la rearticulación del bloque neoliberal y la injerencia estadounidense fueron los sindicalistas y dirigentes de las organizaciones sociales y populares, que habían resistido fuertes presiones del Gobierno, la Iglesia, la Asamblea de Derechos Humanos y los medios de comunicación más importantes del país que trataban de obligarlos a suspender sus protestas y a firmar un pacto social con Mesa.

"No puede existir un pacto fiscal con el Gobierno cuando Mesa sólo ve su entorno y obedece ciegamente al gobierno norteamericano, estableciendo medidas que en su contenido afectan más a los pobres que a los ricos. Perdonó impuestos a los grandes industriales agropecuarios y para el campesino que mantiene los mercados locales no hay nada", afirmó el dirigente de los campesinos de Cochabamba, Eugenio Zárate.

Con similares argumentos, los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) rechazaron también las advertencias del Secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica boliviana, Francisco Flores, que llamó a la "concertación entre empresarios, políticos, sindicalistas y gobierno para evitar peligros como golpes de Estado, ruptura democrática y desintegración regional".

"La advertencia que lanzó la Iglesia Católica de un posible golpe de Estado es tan sólo una estrategia que utiliza el Gobierno para obligar a los sectores sociales a que aprueben la política económica de Carlos Mesa", dijo el minero Jaime Solares, líder de la COB.

Otros sindicalistas, como Roberto de La Cruz, de la Central Obrera de El Alto, también rechazaron la posibilidad de hacer un pacto social, olvidando las reivindicaciones populares a fin de preservar el sistema democrático, tal como plantearon, por separado, la Defensoría del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos.

"Este no es el momento para las marchas de protestas", afirmó el Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, al convocar a la paz social entre los movimientos sociales y el Gobierno. Lo propio sugirió el presidente de los Derechos Humanos, Sacha Llorenti, al solicitar a la COB y a los sectores sociales a suspender sus demandas sociolaborales hasta la realización de la Asamblea Constituyente, prevista para mediados del 2005.