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Latinoamérica

10 de febrero del 2004

Haití: Los rebeldes opositores ya controlan ocho ciudades y se contabilizan 41 muertos

David Usborne
Especial para Página 12

Rebeldes opositores tomaron al menos ocho ciudades en Haití, incluyendo los puertos de Gonaives y Saint Marc, después de varios días de violencia que amenazan la autoridad del presidente Jean- Bertrand Aristide, según informes. En medio de informaciones contradictorias, la policía haitiana recuperó en la tarde el control en la ciudad de St. Marc (96 kilómetros al norte de Puerto Príncipe), cuya comisaría había sido abandonada el sábado tras un ataque opositor. Según distintas fuentes, han muerto 41 personas desde que comenzaron los disturbios el jueves. La comunidad internacional -incluyendo la OEA, Estados Unidos, Canadá y Francia- llamó a que se detengan los enfrentamientos.

La crisis en Haití, en la que murieron al menos 68 personas desde septiembre, parece estar profundizándose rápidamente. "La situación es de insurrección popular armada", comentó ayer el opositor ex coronel Himler Rebu. "Ahora es un conflicto armado abierto. No es un chiste", dijo Guy Delva, secretario general de la Asociación de Periodistas Haitianos. Otras ciudades y comunidades alineados con el gobierno se estaban protegiendo frente a posibles ataques de los rebeldes. Los residentes levantaron barricadas en las calles de la ciudad costera sureña de Jacmel para repeler a los rebeldes opositores.

Los disturbios se agudizaron el jueves pasado cuando un grupo armado, anteriormente leal al presidente Aristide, tomó el control de la norteña ciudad portuaria de Gonaives y liberó a alrededor de 100 prisioneros. El grupo, previamente conocido como los Caníbales, ahora se hacen llamar el Frente de Resistencia de Gonaives.

Alrededor de 150 policías intentaron retomar el control de la ciudad el sábado, pero debieron retirarse. Al menos 14 policías y un número no especificado de civiles murieron en los enfrentamientos armados, dijeron algunos informes. Un policía fue linchado. Gonaives, con una población de alrededor 200.000, es una ciudad de gran significación histórica, ya que allí Haití declaró su independencia en 1804, después de que esclavos derrotaran al ejército de Napoleón.

Mientras tanto, los disturbios se extendieron el domingo a St. Marc, otra ciudad a 100 km al norte de la capital, Port-au-Prince. Los manifestantes saquearon contenedores portuarios, llevándose televisores, colchones y bolsas de harina. Además, bloquearon la mayoría de las calles de la ciudad con árboles caídos y autos incendiados. Se informó de dos civiles muertos en la ciudad a causa de la violencia. Anoche se escucharon tiros esporádicos. Las informaciones sobre si los rebeldes habían perdido el control de la ciudad eran contradictorias.

Al menos seis ciudades más pequeñas cercanas a Gonaives han caído en manos de los rebeldes, incluyendo Ennery, Gros Morne, L'Estere, Anse Rouge, Petite Rivière de l'Artibonite y Trou du Nord, según la Asociación de Prensa Haitiana. Hay informes que dicen que los residentes de estas ciudades se están movilizando a favor de los rebeldes.

El presidente Aristide, un ex sacerdote elegido en 1991, fue derrocado por un golpe militar y luego reinstalado en el poder gracias a la intervención de los Estados Unidos en 1994. Hoy ejerce su autoridad por decreto, después de que el Parlamento dejara de funcionar este año. Los rebeldes reclaman la renuncia del presidente, acusándolo de corrupción y violaciones a los derechos humanos. El mandato del presidente Aristide finaliza en 2006.

El problema comenzó después de que el partido de Aristide, Lavalas, ganara las elecciones legislativas de 2000. Sin embargo, observadores internacionales denunciaron que hubo fraude. Aristide accedió a nuevas elecciones el año pasado, pero grupos de la oposición se negaron a participar, generando una crisis. Las protestas antigubernamentales y las huelgas generales han debilitado aún más al país empobrecido desdeseptiembre, cuando se encontró el cuerpo mutilado del líder del grupo de los Caníbales en un zanjón.

Mientras, los partidos opositores mayoritarios han intentado desvincularse de la violencia. Los líderes de los partidos más importantes, particularmente el Grupo de 184 y Convergencia Democrática, han denunciado que el grupo de los Caníbales es una creación de Aristide. El gobierno ha negado estos vínculos.

David Usborne De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.Traducción: Ximena Federman.