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Latinoamérica

27 de febrero del 2004

Chile: Doctora Berna Castro, coordinadora de PODEMOS
"Vamos a cambiar esta institucionalidad, porque es ilegítima"

El Siglo

Cuando el 13 de diciembre del año pasado nacía en la sede de la FECH un amplio movimiento político-social -conformado por partidos como el Comunista, Humanista, Alternativa Socialista, MIR, Izquierda Socialista y el MPMR, junto a organizaciones como el Comité de Defensa del Cobre, de los Usuarios de la Salud Pública, Urracas de Emaus o la Escuela Libre Los de Abajo-, había un clima de fraternidad diferente, un aire a "momento histórico" que se respiraba entre los asistentes. A pocos meses de ese día, el ahora denominado Poder Democrático Social, PODEMOS, comienza a ser realidad en el país y se prepara a ser real alternativa a los defensores del neoliberalismo, sean de la derecha o de la Concertación.

La doctora Berna Castro, ex concejal de La Pintana, hoy integra el equipo de siete coordinadores de PODEMOS, movimiento en formación integrado por organizaciones políticas y sociales que han hecho causa común en la lucha por la democratización del país, levanta un proyecto de país diferente y la lucha contra el modelo capitalista neoliberal.

Le pedimos profundizar sobre el origen y las perspectivas del naciente movimiento y sobre su perspectiva personal frente a esta iniciativa.

Berna Castro siempre se ha definido como dirigente social y política. También como una mujer cristiana, formada en las comunidades de iglesia.

Sus primeros pasos en ese mundo los dio cuando era estudiante secundaria y participaba en la Vicaría Pastoral de la Zona Sur. "Más adelante concurrimos al llamado del cardenal Silva Enríquez para formar la Pastoral Universitaria". Ahí fue la presidenta del consejo laico de la Pastoral Universitaria y de la Facultad de Medicina en los días de la constituyente de la FECH. Era plena dictadura, y la federación que jugó un papel muy importante junto con los trabajadores. Entonces existía un diálogo muy fuerte entre el movimiento universitario, sindical y poblacional. "Para mi generación era muy claro que la democracia era un paso esencial para recrear un proyecto histórico que se había roto el año 73 con el golpe de Estado. Allí se privilegiaba la experiencia desde la base social y del pueblo organizado, entendíamos que eso era lo que iba a recrear la construcción de un nuevo país".

En esa época era dirigente del PDC, pero renunció a su miltancia "porque los partidos son instrumentos de cambio y la Concertación aparece como continuadora del mismo modelo que se venía dando desde la dictadura e incluso va adquiriendo la práctica de ese modelo, que coarta la organización y recreación desde la base social. Es imposible seguir estando en una coalición política que rompe su diálogo directo con el pueblo y empieza a servir otros intereses", afirma. "Muchos dirigentes empezamos a comprender la necesidad de la conformación de un movimiento amplio, pluralista, que tiene que tener expresión política capaz de levantar una propuesta de cambio del modelo político, económico, cultural y ético".

- ¿Cuáles son las cualidades más esenciales del PODEMOS?

"Que representa al conjunto de luchadores sociales que, viniendo de diferentes fuentes valóricas e ideológicas, tienen un claro compromiso de vida con su pueblo y aspiran a la transformación del país. Es ese hombre o esa mujer que desde la salud, desde el sindicato, la junta de vecinos, el taller juvenil, desde las diferentes expresiones sociales tiene sus raíces en la lucha contra la dictadura o en períodos anteriores donde participaron de la reforma agraria, la educación popular, los movimientos de la iglesia progresista. Hablamos de ese luchador social que tiene esas raíces y nunca renunció a ellas, que siempre participa, recrea y es parte de un movimiento de democratización. Ese hombre y esa mujer ven la necesidad del PODEMOS y de la articulación, y no solamente desde un marco teórico sino desde la vivencia cotidiana".

- El PODEMOS es político, es social, o son las dos cosas…

"Ambas cosas, porque está esa vertiente de quienes a lo mejor no militan en un partido político, pero eso no quiere decir que no tengan postura política, porque desde el diálogo directo con lo social desarrollan la acción y la comprensión política. Algo que se ha introducido fuertemente en nuestras organizaciones sociales y populares es esta falsa dicotomía que quiere reducir al dirigente social a la obtención de un determinado objeto como la construcción de una cancha, pero sin tener comprensión de las condiciones de vida de su población y de sus causales. Estas posturas buscan transformar al luchador social en un funcionario de políticas sociales restrictivas, y esa falsa dicotomía sólo le sirve a aquellos que mantienen el modelo, porque necesitan contar con funcionarios sociales que hagan la pega bien y barato, y que restrinjan la actividad a la construcción de la cancha de fútbol, la compra de las camisetas, a conseguir números para el consultorio y otros asuntos que no son malos, pero que son usados para evitar que la gente tenga opinión integral acerca de los problemas de su comuna y de su país.

Pero en PODEMOS están aquellos luchadores sociales que no solamente pelean por lo básico para el poblador o el trabajador, sino que además con el grupo social del cual son dirigentes hacen la comprensión de las causales, y por lo tanto tienen opinión política".

- Hay otra aparente contradicción, y es que este movimiento surge en cierto modo por arriba, a través de la coordinación de los dirigentes nacionales, pero se plantea la construcción en la base….

"Hoy nuestro país puede tener múltiples organizaciones sociales y aun los partidos políticos pueden tener expresión en las comunas o en los sindicatos, pero otra cosa es hacerse parte comprensible de lo que está pasando en el sindicato o la población. Esa dicotomía se ha producido desde el golpe militar hacia delante, con la destrucción de esta unión que siempre hubo. En PODEMOS está la vertiente del luchador social como está también la expresión política, el partido político. Están allí el Partido Humanista, el MIR, el Partido Comunista, que también entienden la necesidad de recrear formas de articulación concreta desde la base social en torno a una propuesta de cambio.

Entonces hay una articulación por 'arriba' porque uno ve dirigentes nacionales de los distintos referentes, pero el partido político llega a esta comprensión porque esta surge desde su base social. Esto no surge desde un escritorio, sino desde la base social que empuja a esta comprensión política del partido, no es algo cupular.

Los partidos de la Concertación hacen una encuesta y los dirigentes lanzan una opinión a través de los medios. En PODEMOS el dirigente político y social es dirigente 'del' sindicato, 'de la' junta de vecinos, 'de' la organización estudiantil, somos dirigentes desde ahí, y no desde una instancia burocrática, ni hay un consultor de opinión pública.

El problema es preguntarse desde dónde estás dialogando. El diálogo que hace el PODEMOS es hacia el pueblo organizado, que tampoco tiene expresión mediática y cuya articulación orgánica ha sido destruida no solamente por la dictadura, sino que durante estos trece años ha enfrentado una política sistemática de destrucción de este tejido social".

- Cómo se desarrolla la estructura orgánica del PODEMOS…

"En las comunas, los dirigentes sociales y políticos se responsabilizan de conformar el PODEMOS y lo construyen en esa unidad territorial, o también desde los frentes sociales como sindicatos, federaciones de estudiantes u otros, también se construye así.

Aquí se parte de la convicción absoluta de que el actual modelo neoliberal y las expresiones del capitalismo en Chile han generado exclusión y pobreza, y eso hay que romperlo. Ese es el compromiso ético de los luchadores sociales y políticos que se articulan. Estamos en esa etapa de construcción, pero también comprendemos hay que levantar un proyecto alternativo que implique movilización social, y estamos llamando a una convención para los primeros días de mayo donde los núcleos que se han ido articulando de Arica a Punta Arenas van a converger en la propuesta al país de un proyecto. Llegaremos a la convención con toda esta diversidad".

-¿Y hay experiencias de esto que ya se puedan visualizar?

"Ya hay experiencias en Valparaíso, Concepción, Talca, Los Angeles, Arica, Iquique. A veces esto ha ido más rápido de lo que nosotros mismos imaginábamos.

La idea es llegar a esa convención a proponer un proyecto, para con él disputar los espacios de conciencia que nos permitan generar un poder con autoridad, donde la autoridad precisamente surge de la identificación y el compromiso de cada uno".

- Hablamos de un proyecto de país en la perspectiva de las presidenciales, o de algo que va más allá?

"Va mucho más allá. Estamos viviendo una democracia liberal donde uno de los espacios teóricos de decisión es la elección de las autoridades políticas. Sin embargo no estamos en una democracia y el mismo sistema binominal hace que hoy en el Congreso no haya nadie que represente los intereses reales de nuestra población. Allí no están representados los intereses de los trabajadores, de los pobladores ni del pueblo mapuche, sino los intereses de aquellos que sustentan el modelo. El tema electoral es un espacio de debate, pero la Concertación y la derecha no debaten políticamente en los períodos electorales, no discuten proyectos, se basan más bien en la simpatía, se ponen como símbolo el león que te defiende o jóvenes con bonitos rostros.

Nosotros decimos: no. Si vamos a tener expresión en el espacio electoral, si eso surge en el debate de la convención como una necesidad objetiva, va a ser para poner en debate al modelo y sus consecuencias en nuestra sociedad, para poner en el debate a la política de vivienda, la privatización de los servicios básicos, la privatización de la salud, el robo del cobre".

- ¿La construcción de este movimiento plantea superar en alguna medida la experiencia anterior de los partidos?

"No en vano han pasado treinta años. En general los partidos políticos han sufrido una desvinculación de la base social, sin embargo hay partidos cuya principal representatividad sigue siendo esa base social. La mejor noticia es que aquellos referentes que son de izquierda y cuya opción es la representación del mundo popular, entienden que tienen que entrar en diálogo con un amplio espectro de luchadores sociales que también tienen esa opción política, aunque a veces desde diferentes fuentes valóricas. Hay que sumar estas conciencias para recrear y ser una expresión más fidedigna de la diversidad de nuestro pueblo y para enfrentar un modelo que fragmenta y corrompe".

- ¿Este proyecto político no tiene apellido? ¿Se define formalmente de izquierda?

"Yo diría que es un proyecto en construcción, y que como tal tiene utopías y referentes. No es la mera sumatoria de reivindicaciones locales, eso sería poco serio y no permitiría avanzar. Este es un proceso que se define por la comprensión de que el sistema neoliberal, y todas las expresiones del capitalismo, atenta contra la dignidad humana en forma clara y concreta. Esa es la primera definición".

- ¿Hasta dónde llega la diversidad del PODEMOS?

"Hay cristianos, marxistas y una diversidad que enriquece. Negar nuestras fuentes culturales y valóricas equivaldría a negarnos nosotros mismos, sin embargo este carácter anticapitalista y antineoliberal también tiene otros apellidos, como el respeto irrestricto a los derechos humanos. Ese es otro sentido democrático profundo que nos une y que va mucho más allá del acto de votar.

Aquella persona que no entiende lo que significa el capitalismo, que no tiene una comprensión profunda de lo que significan los derechos humanos y que no entiende que el poder se genera desde la autoridad que dan la participación, el compromiso, la solidaridad, no tiene espacio en el PODEMOS.

Se trata de una diversidad amplia, pero con mucha claridad respecto del modelo capitalista neoliberal y de que enfrentamos a una institucionalidad que no es democrática.

Nosotros retomamos el lenguaje del pueblo organizado.

- Hasta ahora ese pueblo no ha logrado conquistar suficientes espacios, y en cierto modo se ve más atrás que sus iguales en América Latina…

"Cada pueblo tiene su propio trayecto, su propia historia, y la historia de Chile siempre avanzó dentro de una convicción de la necesidad de ir creando un tipo de sociedad donde las diferencias se zanjan a partir del debate de ideas, de la acumulación de conciencia. La máxima expresión de esto fue el surgimiento del gobierno de Allende en 1970, que es el resultado de todo un caminar de muchos años. Yo diría que Chile ha sufrido durante estos últimos 30 años la desarticulación, la confusión del lenguaje, la pérdida de la batalla valórica, y todo esto influye en que la población no se haya expresado como lo ha hecho en otros países de América Latina el último tiempo. Lo que necesitamos es retomar esa historia, recrearla y sumar fuerzas".

-El nombre "PODEMOS" ¿sugiere que es posible cambiar esta sociedad?

"El PODEMOS es expresión de esa posibilidad. En la CUT, donde existe una pluralidad de pensamiento, se ha tomado conciencia desde el ser trabajador y ellos también han propuesto al país el Chile que queremos mediante su proclama Por un Chile Justo, que plantea que los trabajadores tienen que luchar también en la expresión política. También están las asambleas populares, donde convergen múltiples expresiones sociales, lo que pasa en las comunidades cristianas de base donde se reflexiona acerca del rol del cristiano en la construcción social y política del país. Todo eso está en el país. No está en la televisión, pero existe.

En la resistencia de los trabajadores del sector salud surge la claridad valórica de ellos frente a la visión de una política sanitaria que tiene que ser justa y al servicio de las personas, y que por lo tanto se resisten a la privatización que quiere hacer el Gobierno.

Esa fortaleza, el PODEMOS la recoge y la hace suya".

- ¿En qué posición se ubica PODEMOS respecto de la Concertación?

"Nos ubicamos en abierta oposición a la derecha y los partidos de la Concertación porque son los responsables del actual modelo político, social y económico; aspiramos a una democracia participativa y directa; queremos trabajar por la construcción de una sociedad diferente, más justa y solidaria.

Vamos a disputar cada espacio en cada sindicato, federación estudiantil, junta de vecinos, porque ahí sí hay representatividad. Eso es lo esencial para nosotros, y desde ese espacio vamos a disputar el poder para los cambios. Lo electoral-institucional, bajo este modelo, para nosotros es solamente un espacio para poner en discusión los temas de verdad y confrontar a la Concertación y al gobierno.

Va a ser difícil, porque nuestras experiencias son diversas y los cantos de sirena siempre existen y nos van a querer meter en la institucionalidad, pero nosotros les vamos a decir 'no'. Estamos con el pueblo y no dentro de esta institucionalidad, porque esta institucionalidad la vamos a cambiar, y nuestra fuerza es tan grande que la vamos a hacer pedazos, porque es ilegítima.

Hay compañeros que en forma muy legítima plantean que nos vamos a reunir 'el mundo progresista', algo así como el mundo de los hombres buenos, pero no dicen que somos los luchadores sociales y políticos para el cambio. Esa no es una diferencia sólo semántica, de lenguaje, porque cuando hablan del mundo progresista, lo que están diciendo es que vamos a reunir a aquellos que saben lo que es bueno, y no que nos vamos a reunir como pueblo, donde todos sabemos que podemos construir algo diferente.

Ese lenguaje es propio del que va a decir, desde el progresismo, lo que es bueno para el país, pero teniendo el cuidado de no cambiar mucho las cosas, porque le tienen miedo a la confrontación, a la crisis. Nosotros decimos ¡no!. El pueblo, cuando hace una propuesta, lucha, entra en crisis, y el modelo le va a responder con violencia. Nosotros no queremos la violencia. Es el modelo el que pone la violencia.

Entonces, en esto hay que ser muy claritos cuando aparecen estos otros referentes del denominado mundo progresista, que tratan de hacer un puente entre los que apuntalan el modelo y aquellos que están marginados, y nos tratan de hacer creer que ellos son los buenos intermediarios para que este modelo sea 'un poquito más humano'. Que ellos sean intermediarios, para lo único que nos sirve es para retrasar lo que verdaderamente queremos construir".