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Latinoamérica

El convidado de plata del 31 de octubre

Hugo Cores
PVP-567 Frente Amplio
La República

Para la izquierda, la realización de elecciones municipales dentro de 6 meses tiene mucha importancia.
No obstante, estas elecciones implican ciertos debates (acerca de si una o más candidaturas) y también el surgimiento de las tensiones que inevitablemente se desarrollan a partir de la competencia entre candidatos frentistas.


La unidad

Por eso creo que no habría que adelantarse en ese capítulo de la transición. El énfasis debiera estar más bien en otras prioridades. Por ejemplo tener en cuenta que la derecha habrá de favorecer, a través del control de los medios de comunicación, fomentar decíamos, todo lo que puede hacernos aparecer como divididos e incapaces de gobernar.

Cualquier discrepancia, cualquier gesto puede estar llamado a alentar divisiones.

Sembrar cizaña en el pueblo, hacerlo dudar de sus propias fuerzas y hasta de su historia y de su identidad, son prácticas esenciales de la derecha y de las burocracias estatales que ven peligrar sus privilegios.

El descreimiento ciudadano es pariente del desprestigio de lo público a favor de la "libertad de mercados" y, como éste, está regulado de tal manera que es un bien para los ricos y poderosos y siembra estragos entre los débiles y desorganizados.

Habrá pues manija y cizaña. Y esfuerzos por impedir que llevemos adelante nuestro programa. Ya están en curso. Para el poder ya hay buenos y malos en el nuevo gobierno. Y para los "buenos", será el reino de los canales de televisión.

Sobre los frenteamplistas "malos", la TV solo difundirá odiosas noticias y el deseo descarado de hacerlos cuanto antes subir al Gólgota, arrastrando su cruz de radicales e intolerantes.

Decimos esto porque no nos olvidamos que los grupos que controlan autoritariamente los medios de comunicación (salvo excepciones minoritarias), han reafirmado su Declaración de Fe Democrática; es decir, su juramento de lealtad con el poder económico y los intereses conservadores.

De este modo, las "butacas" del circo ideológico de la derecha ya están prontas.

Creo que esta táctica de la división del FA no va a prosperar. Y no va a prosperar porque la sociedad uruguaya, y esto es lo nuevo del 31, animada de una nueva vitalidad, exige del FA resultados, cambios, gestos que demuestren que el país ha empezado a transitar por otros tiempos políticos, en el que las carreras individuales de los personajes pasa a segundo lugar con relación a los grandes cambios sociales y económicos que debemos realizar entre todos.

Profundizar nuestro contacto con la gente

En su magnífico libro "Independencia y Revolución en América latina" (Ed.Siglo XXI), el sociólogo (y ex rector de la UNAM) Pablo González Casanova remite no a uno sino a decenas y decenas de triunfos populares. Vale la pena leer y releer esos tramos de la historia de nuestras democracias latinoamericanas.

Veríamos cómo no son solo los golpes militares apoyados desde los Estados Unidos los que han abortado los procesos de cambio reclamados por las masas populares y nos han mantenido en el subdesarrollo y la dependencia.

También las inconsecuencias y la división de las fuerzas de izquierda han hecho fracasar procesos con tremendo empuje popular.

Como frentistas, subsumirnos enteramente en las problemáticas de los cargos de gobierno y de las elecciones en mayo, implicaría descuidar una tarea esencial, un desafío que surgió de las urnas el 31 de octubre: el de la reconciliación de decenas de miles de uruguayos con la política, con la democracia, con los partidos y especialmente con el Frente Amplio.

Ese despertar ciudadano, después del largo invierno de la despolitización alentado por la ideología neoliberal, precisa causes orgánicos para expresarse y adquirir fuerza.

La vida es lucha

Hoy, en nuestra democracia, tienen más poder los capitalistas de la Banca de Quinielas, o los usureros de las pseudo cooperativas de crédito o los propietarios de radios agrupados en ANDEBU, que representan muy poco, pesan más, decíamos, que cientos de miles de ciudadanos desocupados, que gremios enteros de docentes, estudiantes, obreros, empleados y profesionales.

Unos tienen todo el tiempo y todo el dinero necesario para hacer lobies, para contratar abogados, pagar publicidad y hacer correr las coimas.

Los otros, el pueblo, la mayoría de la población cuenta con la legitimidad democrática de las mayorías que eligieron Presidente, diputados y senadores. Y también con sus organizaciones sociales y políticas.

En estos días, en ciertos clubes selectos, los lobies trabajan. Jurisconsultos y los procuradores del privilegio trabajan silenciosamente, todos los días y a toda hora. En tanto defensores de la "libertad-de-enriquecerse", no se dan tregua. Los ediles oficialistas de Maldonado, en ese terreno, con la habilitación fraudulenta de excepciones para la construcción de grandes moles, se llevan las palmas.

Proliferan las conversaciones reservadas, llenas de "sentido común" entre empresarios y políticos del sistema o de quienes sin serlo están dispuestos a "adaptarse a la realidad" de las clases tal como son, "del mundo tal cual es" con sus desigualdades y sus injusticias. Y mientras nosotros festejamos, ellos urden cómo estafar esa victoria popular tan trabajosa y legítimamente lograda.

La justicia social por la que luchará, a no dudarlo, el gobierno presidido por Tabaré, tendrá que enfrentar esa tendencia adaptativa y de resignación ante las realidades injustas. Tendrá que realizar obras de contenido social y de justicia que van a contrapelo del "sentido común del capitalismo", que no es otro que obtener la mayor cantidad de ganancia en el menor tiempo posible.

Ellos con sus grupos de presión y sus bufetes de abogados. Nosotros con la necesidad de dar cauce organizado al invitado de piedra del 31 de octubre, el pueblo pidiendo más ciudadanía, más información, más participación.

No partimos de cero. Como izquierda organizada, tenemos presencia en los gremios e implantación política en los barrios y en todas las ciudades del país. Y una tradición de lucha que viene de la CNT y desde más atrás.

Ellos apuestan a los lobies y a la marginalización del pueblo del curso de la vida política.

Nosotros queremos al pueblo organizado y bien informado. Fortalecer al Frente Amplio y a sus aliados. Apostamos a estar presentes en la organización de todas las demandas gremiales y populares, para darles un sentido no parcial o sectorial sino de cambio nacional, de formar parte y ser protagonistas en el nacimiento de un nuevo país para todos.

Digamos de paso que resulta un gesto acorde a los tiempos que vivimos el anuncio de Tabaré de realizar una gira por los rincones más pobres del interior del país. Hacerlo marca la diferencia. La que existe entre los presidentes que por hacer la buena letra con los banqueros dieron la espalda al pueblo y el presidente que se siente representante de todos los uruguayos y se propone actuar para favorecer a los más desamparados. ¡Vaya diferencia!

Precisamos, todos, seguir construyendo ese haz de fuerzas organizadas que respalden el significado de la victoria del 31 de octubre. Y facilitar con nuestro apoyo el cumplimiento del programa aprobado por la ciudadanía, les guste o no a los lobies.

El que estaba descreído y hoy cree. El que ha recobrado la confianza en sí mismo y en su organización, el que cree que puede ser protagonista de un cambio, todos esos son convidados de piedra ante cualquier forma de continuismo. En sus manos y en sus conciencias está el destino del país. Incorporarlos a las filas de la izquierda gremial, cultural o políticamente organizada debiera ser nuestra primera prioridad. Para que sea el convidado de plata de una nueva democracia en el país.