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Latinoamérica

Ofensiva terrorista contra América Latina

Cándido
Liberación

Está muy presente en la memoria colectiva, la ofensiva terrorista instrumentada por Estados Unidos en América Latina en los años 60-70, que culminó con la instauración de las dictaduras militares o cívico-militares, cuyas trágicas consecuencias están lejos de haber desaparecido. Ni en la memoria de los familiares de los cientos de miles asesinados, "desaparecidos", de los sobrevivientes con secuelas de las torturas sufridas, ni el ordenamiento económico-político que permaneció una vez producido el recambio de los militares por "democracias" más o menos tuteladas. Todos recordarán el trágico destino del gobierno popular de Salvador Allende en Chile, el asesinato selectivo de líderes progresistas de diversos países de la región, la imposición de políticas neoliberales a las frágiles democracias posteriores a las dictaduras.(La Guatemala de Jacobo Arbenz, había experimentado en 1954, una conspiración semejante que derrocó al gobierno legítimo cuyo único delito fue querer entregar unas tierras improductivas de la United Fruit a los campesinos).

Documentos desclasificados de los propios Estados Unidos, han corroborado la veracidad de las precedentes afirmaciones, muchas veces por boca de sus propios protagonistas como el caso del conocido criminal de guerra Henry Kissinger. El pretexto invocado entonces fue el "peligro comunista".

Reseñar escuetamente estos hechos y vincularlos con el proceso que se vive hoy en la región latinoamericana, es de total actualidad. El fracaso de las políticas neoliberales, que han agudizado las condiciones de miseria en la que viven millones de latinoamericanos, ha conducido al descrédito de las denominadas "democracias electorales", que son aquellas que convocan a los ciudadanos a las urnas cada 4 o 5 años y ahí termina toda su participación en el quehacer político. Como consecuencia los partidos políticos tradicionales, que en realidad eran un sólo partido, el de los ricos, soporte de ese sistema fraudulento, que gozan de la estima y apoyo de los centros de poder de Estados Unidos y los gobiernos de la Unión Europea, también han sido sucesivamente eliminados de la escena política por voluntad de los ciudadanos en las urnas. Es decir, dentro de las reglas de juego impuestas y aceptadas por esos mismos centros de poder.

Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, entre otros, han dado testimonio reciente de esa evolución. Y es aquí donde la derecha y muchos gobiernos socialdemócratas que, en tanto incondicionales de la politica exterior de Estados Unidos, esconden al terrorismo detrás de su fachada "democrática", han comenzado a sabotear dichos procesos. Ahora el pretexto de la lucha "contra el terrorismo" despliega un amplio espectro que abarca a todo lo que no acepte las imposiciones imperiales. Los medios han asumido un fundamental de inspiradores intelectuales de intentos terrroristas para entorpecer ese proceso. El caso más flagrante es el de Venezuela donde el presidente Hugo Chávez, ha recibido un abrumador respaldo popular en las urnas en seis oportunidades desde 1998 a la fecha y que fue objeto de un golpe de Estado en abril del 2002 y recientemente del asesinato de un fiscal que investigaba a los golpistas. Si a esto agregamos las permanentes agresiones y amenazas contra Cuba y la instrumentación del llamado Plan Colombia, país que Bush acaba de visitar, no quedan dudas de que se cierne una nueva amenaza imperialista contra los pueblos de América Latina

La conspiración contra Chávez, tuvo el apoyo y la financiación de Estados Unidos y el apoyo del gobierno de José María Aznar en España y de otros gobernantes títeres del continente.

Ni qué decir que en todos estos hechos los medios europeos han jugado un papel escandaloso, por la sistemática deformación de los hechos. El tema no queda agotado aquí.