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Latinoamérica

Sin desmilitarización, imposible el intercambio

Escribe desde Madrid José María Ramírez. "Resulta que ahora Monseñor Luis Augusto Castro, obispo de Tunja quien al frente de la Comisión de Facilitación ha tenido que devolverse por lo menos dos veces del sur, cuando los militares le han impedido ingresar a dialogar con los negociadores y el mismo Reyes, se desubica de su condición de facilitador y se alinea del lado del Gobierno, su presidente y su inefable comisionado, para imponerle a las FARC, desistir de la desmilitarización de dos municipios para negociar las condiciones del Canje Humanitario.

José María Ramírez
ANNCOL/Madrid

] Ante los duros golpes que los frentes de las FARC vienen propinando a miles de unidades de las fuerzas especiales involucradas en el Plan Patriota con asesoría de mercenarios norteamericanos, como el desprestigio del presidente evidenciado en su incapacidad en todos los frentes que prometió solucionar y que está siendo respondido y confrontado con multitudinarias marchas y manifestaciones en el país, el gobierno ha enviado de nuevo a la Jerarquía eclesiástica a pedirle a las FARC que cedan sus condiciones para el Canje Humanitario de prisioneros.

Las Farc, en declaraciones del comandante Raúl Reyes, han aceptado reunirse con la Iglesia "...cuantas veces sea necesario, en cualquier lugar que ofrezca garantías tanto para ellos como para nosotros,..." señalando que las negociaciones deben realizarse con el gobierno en territorio colombiano, pues la Iglesia sólo pude cumplir funciones de facilitación.

Resulta que ahora Monseñor Luis Augusto Castro, obispo de Tunja quien al frente de la Comisión de Facilitación ha tenido que devolverse por lo menos dos veces del sur, cuando los militares le han impedido ingresar a dialogar con los negociadores y el mismo Reyes, se desubica de su condición de facilitador y se alinea del lado del Gobierno, su presidente y su inefable comisionado, para imponerle a las FARC, desistir de la desmilitarización de dos municipios para negociar las condiciones del Canje Humanitario.

El Jerarca colombiano afirma sin inmutarse que "Ese tipo de propuestas no tienen acogida dentro de las esferas del Gobierno"..."Por lo tanto, es importante buscar otras alternativas y otros caminos para hacer el acuerdo humanitario sin despejar territorio alguno...", recogiendo el discurso de Luis Carlos Restrepo y Avaro Uribe, que habían respondido al Secretariado de la Insurgencia con igual intolerancia despótica.

El peregrino argumento de Monseñor, muestra que los coqueteos de sotana y el desgajar de margaritas, no son mas que nuevos sofismas demagógicos dirigidos a calmar el descontento ante el recule de la política uribiana y bushiana, buscando potenciar su corrupta campaña reeleccionista y menguar la protesta social, cívica y popular que se agiganta ante el desempleo, el hambre, la paliza a los trabajadores sindicalizados, los asesinatos por los paramilitares, y el paquetazo de reformas funestas y draconianas impuestas por el capitalismo salvaje del FMI.

La Seguridad Dedocrática ha militarizado el país y colocado en manos de la Jerarquía Militar y Privada alarmantes sumas billonarias de erario público, como las "ayuda" del Pentágono y la Unión Europea, para arrasar con la Oposición en el país, amen de la violación sistemática de los Derechos Humanos y las libertades públicas.

La Jerarquía eclesiástica cada día más cuestionada por sus fieles, no puede seguir cohonestando la bellaquería y el autoritarismo de éste régimen. Si la cúpula eclesial no se atrinchera en un papel neutral, consciente de la existencia de un Conflicto Social y Armado, en la que es preciso meter apertura y espacio entre las dos fuerzas contendientes, facilitando el encuentro y encaminando la discusión hacia acuerdos bilaterales, su protagonismo en éste crucial momento de la historia colombiana y latinoamericana, se seguirá desdibujando y su credulidad podrá seguir corriendo la misma suerte que la del régimen de marras.

Lo primero que el Prelado debe exigir con la Comisión de Facilitación es que el Presidente ordene a los mandos, para que empiecen con un pequeño despeje del camino y el sitio adónde puedan reunirse con los negociadores de las FARC, pues como son testigos fieles los proyectados encuentros han sido espiados y saboteados en mas de una ocasión.

Mientras en la mitad de Córdoba, golpeada y arruinada por los paramilitares narcotraficantes, se reúne la Iglesia con el gobierno y la cúpula paranoica, hacia el centro y el sur de Colombia los escuadrones de la muerte viajan y se siguen camuflando entre las unidades militares, por mandato presidencial, con la orientación de provocar, asaltar y masacrar campesinos y moradores para impedir cualquier encuentro entre el gobierno y la Guerrilla.

Los Alzados en Armas, su dirección, han cedido en cada nuevo encuentro, en cada nuevo debate que por el Canje Humanitario se ha suscitado, desde que lo propuso de nuevo hace dos años. De dos departamentos a uno, a dos regiones, a una región, a dos municipios ahora. Lo sabe Monseñor Augusto Castro y demás purpurados. Lo mas desastroso sería que a nuestros jerarcas, los estuviera emboscando el maldito Alzheimer, la sordera o la ceguera, porque nos llevaría el Chiras !.

Sin la desmilitarización por lo menos de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, a fin de procurar mínimas condiciones de seguridad y confianza de las partes, para que el Comisionado y sus asesores puedan ir y venir y sentarse a ver las propuestas y minucias en que se puedan aproximar y acordar los procedimientos es materialmente imposible el Canje Humanitario.

Lo saben los familiares de prisioneros de los dos bandos, lo saben los Medios, la Iglesia. Ante todo lo saben los Capos paramilitares y los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, que no están de acuerdo con El Intercambio ni la salida política al Conflicto. Su estrategia es la guerra preventiva de la geopolítica, pese a que los vientos y las muchedumbres en las Américas marchen cada vez más en su contra.