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Latinoamérica
8 de enero del 2004

Hacia la mayor suma de felicidad posible

Reinaldo Bolivar
www.geocities.com/reinaldobolivar

Concluyó el año 2003. Pasó de prisa, en particular sus últimos 11 meses, repletos de actividad. Si tomamos a pie juntillas aquel adagio de "las horas corren rápido para los alegres y lenta para los tristes", nunca como ahora el eslogan "Somos alegría, somos mayoría" ha estado más apropiado.

Mientras un oposicionismo a ultranza basaba su accionar público en acciones en hacer sufrir a la población, secuestrar la bandera nacional y crearle una imagen negativa al país, los bolivarianos los afrontamos con espíritu optimista hasta derrotarlos.

El balance emocional del año es un contraste por una lado entre la amargura, el rencor y la ira de los sectores que por incapaces, por hundir a la nación en más de 80% de pobreza a lo largo de 40 años que en lugar de buscar su redención con hidalguía optaron por descargar su artillería de odios contra el pueblo apoyados en la riqueza mal habida y en una prensa audiovisual amoral y sin patria; y de otro lado las mayorías de trabajadores, indígenas, amas de casas, desempleados estudiantes y jóvenes en general que se ven parte de un proceso de cambios políticos, económicos y sociales.

Mientras los oposicionistas planean a diario su próximo Plan B (golpe-transición-fraude), miles de venezolanos se gradúan en la Misión Robinsón como nuevos letrados. Mientras ellos negaban la salud pública en hospitales y clínicas, la Misión Barrio Adentro se sembró en la ciudadanía. Al contrario de los miles de jóvenes que durante años vieron esfumarse sus sueños de profesionalizarse ante el alejamiento de las universidades, ahora la Misión Ribas permite concluir el bachillerato y la Misión Sucre abre las puertas a todos a una universidad al servicio de la Nación. Son mayorías alegres que se forman bajo el manto de la Patria Bolivariana a la que devolverán su amor con el trabajo calificado y la transformación de la realidad.

A los derechos fundamentales se suman efectivamente los culturales, sociales, económicos, deportivos y recreativos. El pueblo canta, baila, visita los museos, llena los escenarios antes exclusivos de unos pocos; resplandecen al fin las medallas de los logros deportivos fruto de la masificación del deporte desde la infancia a la tercera edad; la gente ahora camina por parques recuperados para el disfrute social.

Es un Proceso sin excluidos. Los empresarios por Venezuela lo reafirman; la clase media lo comprende y se integra ¿Cuándo el INDECU de hace 5 años se hubiese enfrentado a la Banca Comercial para defender el patrimonio de 60 mil familias estafadas con los créditos indexados que jugaron con lo más sagrado del grupo familiar: la vivienda? ¿Cuántos profesionales se han beneficiado con los automóviles populares? Los créditos otorgados por la Banca Estatal llegan sin discriminación a la agricultura, microempresa, cooperativas y personas emprendedoras. Es el concepto de equidad social llevado de la letra al papel, bajo la máxima bolivariana de "Dar al pueblo la mayor suma de felicidad posible". ¿Qué falta mucho? Cuarenta años de calamidades y malversación adeco-copeyana no se corrigen tan fácilmente. Pero el camino es el correcto.

Imposible ocultar la evidencia. Para los expertos la prueba estadística no deja duda: El segundo país en reservas internacionales de América Latina; riesgo país histórico, por debajo de 700 puntos, bolsa de valores en alza, baja mortalidad infantil, mayores proyectos en marcha de infraestructura en toda la región.

Políticamente, la democracia más participativa e incluyente del hemisferio, reconocida mundialmente luego de los procesos de recolección de firma, evento sin precedentes en la historia democrática mundial.

En todo momento, el entusiasmo de las mayorías bolivarianas en movimiento, defendiendo sus conquistas y su Constitución con sabiduría, sin violencia, con la alegría de quienes se saben en el camino correcto, signó el año 2003, sin lugar a dudas el año de las grandes victorias y conquistas populares. Por ello la Navidad valió por dos, el pueblo se la ganó palmo a palmo a los profetas del desastre. El contagió fue tal que hasta los que en el 2002 sabotearon, salieron a las calles a celebrar y a comprar sin limites en tiendas y centros comerciales.

No hay dudas, la Venezuela avanza bajo el liderazgo público de un Presidente que no pierde detalle de la marcha de un país y entusiasma con su dinamismo a toda la nación. Ahora el binomio Chávez- Pueblo, Pueblo-Chávez, recibe al 2004 sereno, alerta, dispuestos a consolidar la Revolución Bonita interna y externamente contra toda resistencia del pasado.