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Internacional

Pase libre para la tortura

Damir Sagoli
EPA
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Según informaciones de prensa, el Ministerio de Defensa de EE.UU. presentó el año pasado un estudio legal, según el cual el presidente de EE.UU. George W. Bush no tiene que respetar leyes y acuerdos sobre la prohibición de la tortura. Por lo tanto, las personas que torturan siguiendo sus órdenes, no podrían ser perseguidas judicialmente.

El estudio habría sido realizado por importantes juristas civiles y militares para el Ministro de Defensa de EE.UU. Donald Rumsfeld, según el Wall Street Journal del lunes. Incluye una lista y citas de leyes de EE.UU. y de acuerdos internacionales contra la tortura, en relación con la seguridad nacional y sobre cómo eludir formalidades jurídicas al respecto. No quedó en claro si Bush llegó a ver el documento, dice el periódico.

Hubo quejas de comandantes sobre los "métodos convencionales".

Según el periódico, el estudio fue realizado después que comandantes de la base militar de EE.UU. en Guantánamo se quejaron de que no obtenían suficientes informaciones de sus prisioneros utilizando métodos convencionales. Los juristas justificaron su resultado con que no hay nada más importante que "obtener informaciones de los servicios secretos, que son indispensables para la protección de innumerables ciudadanos de EE.UU." Como comandante supremo el presidente tendría derecho a autorizar el uso de todos los medios corporales y psicológicos. Esto incluiría la tortura.

Según su información el periódico tiene en su poder un borrador del estudio del 6 de marzo de 2004, que, según datos de círculos informados, no se diferencia en lo esencial de la versión definitiva de abril de 2003. Refiriéndose a círculos del Ministerio de Defensa de EE.UU. dice que algunos juristas militares se habrían manifestado contra algunos métodos de interrogatorio, pero que terminaron por firmar el documento.

Altos generales de EE.UU. han rechazado críticas en el sentido de que autorizaron métodos de interrogatorio de detenidos que violan las Convenciones de Ginebra. En la prisión iraquí de Abu Ghraib soldados de EE.UU. habrían maltratado y humillado a prisioneros. El gobierno de EE.UU. calificó estos hechos como actos individuales. EE.UU. mantiene prisioneros en Guantánamo, Cuba, a más de 600 seres humanos, que fueron capturados durante la guerra contra el terror lanzada por Bush. No tienen contacto con abogados o parientes. La Corte Suprema de EE.UU. estudia actualmente su estatus.

Las fuerzas armadas de EE.UU. defienden la violación de la Convención de Ginebra

A pesar del rechazo de las acusaciones por las fuerzas armadas de EE.UU., es obvio que ya sabían el año pasado, que el trato de prisioneros iraquíes bajo su custodia contraviene la Convención de Ginebra. Según un informe mediático australiano las fuerzas armadas de EE.UU. declararon en un escrito a la Cruz Roja, que los detenidos no deben ser considerados como prisioneros de guerra.

Según una información de la emisora ABC el mayor australiano George O'Kane declaró en una entrevista que, durante su actividad en Bagdad, ayudó a redactar una carta de las fuerzas armadas de EE.UU. a la Cruz Roja. En dicho documento el ejército defendió el punto de vista de que los detenidos no gozan de la plena protección según la Convención de Ginebra, en los casos en los que la seguridad militar lo requiere.

No quedó en claro si este escrito fue efectivamente entregado a la Cruz Roja. Constituía una respuesta a las objeciones de la Cruz Roja a la situación en la prisión de Abu Ghraib, donde prisioneros que podrían ser importantes para los servicios secretos, desde el punto de vista de EE.UU., fueron descubiertos desnudos y en total oscuridad.


© Damir Sagolj/EPA