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Internacional

Carta a George W Bush

Lima, 5 de mayo de 2004

Señor George W. Bush Presidente de los Estados Unidos de América

Con el debido respeto a su alta investidura le envío esta líneas para felicitarlo y expresarle mi admiración por la brillante aplicación que ha hecho de la Ley # 15 del famoso libro de Al Ries & Jack Trout "Las 22 Leyes Inmutables del Marketing", y que dice: "Ley de la Sinceridad: Cuando admita algo negativo, el mundo le reconocerá algo positivo".
Soy consultor en marketing, con más de 30 años de experiencia y de éxitos, y por ello me considero calificado para aconsejarle que además de reconocer que unos pocos soldados estaudinenses torturaron a algunos prisioneros irakies, lo que le ha permitido mostrarse 'horrorizado' y ganarse las simpatías de muchas gentes, usted puede seguir en esta estrategia de marketing y hacer otros reconocimientos, como por ejemplo: · Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que todos los Gobiernos de los Estados Unidos de América han incumplido todos los tratados celebrados, a lo largo de la historia de ese país, con las naciones originarias de América: Siux, Apaches, Comanches, etc.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que el hundimiento del acorazado Marne, en la Bahía de Cuba, en 1898, fue provocado por la Marina de los Estados Unidos de América para provocar una guerra contra España y apoderarse de Cuba, lo que consiguió con notable éxito.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que el Gobierno de los Estados Unidos creó problemas en Colombia, los que terminaron con la división de ese país y la creación de la República de Panamá, con el objeto de apropiarse de los terrenos y los derechos sobre el canal por 99 años, y que sobre esos terrenos mal habidos fundó la tristemente célebre 'Escuela de Las Américas'.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que el Gobierno de los Estados Unidos de América recibió una Declaración de Guerra de parte de Japón, varias horas antes del ataque a Pearl Harbour, y que además, tuvo indicios suficientes para alertar sobre este ataque y no lo hizo, porque Franklin Delano Roosvelt estaba interesado en participar en la II Guerra Mundial, en contra de la mayoritaria opinión pública.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que el Japón estaba absolutamente derrotado y muy próximo a rendirse, cuando el Presidente Harry S. Truman lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, en un acto tan absolutamente innecesario como genocida.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que en la post guerra mundial, los Estados Unidos de América que decían haber luchado por la Democracia y contra el nazismo, apoyaron a todas las dictaduras nazis de América Latina, entre otros a Trujillo en República Dominicana; los Somoza, padre e hijo en Nicaragua; Stroessner en Paraguay, y una larga lista, que incluye el golpe de estado contra Joao Gulart en Brasil, contra Jacobo Arbens en Guatemala, hasta la desestabilización de Chile y la muerte de su Presidente (electo democráticamente) Dr. Salvador Allende.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que el asesinato del Presidente Kennedy fue un Golpe de Estado encubierto, organizado por la CIA, las compañías petroleras y con la complicidad de Jhonson, para continuar la guerra en Viet Nam, en beneficio de las multinacionales que fabricaban y vendían armas.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, los bloqueos criminales contra pueblos -que no son responsables de sus gobiernos- como ahora en Cuba y no ha mucho en Irak y terminar con esa infamia.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento. que las crisis económicas de Argentina y demás países sometidos al FMI han sido provocadas por este organismo, con el apoyo del Banco Mundial, de la OMC y de otros organismos en beneficio exclusivo del Tesoro de los Estados Unidos de América.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que usted ganó las elecciones presidenciales con una minoría de votos directos, merced a un sistema electoral antidemocrático, y muy posiblemente, merced a la ayuda ilegal de su hermano, Gobernador del Estado de Florida.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que su padre ha sido -y posiblemente todavía es- socio de los padres y familiares de Bin Laden.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que usted tuvo indicios y avisos de la CIA de posibles atentados contra edificios públicos con aviones civiles y no tomó las precauciones mínimas que le sugirieron.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que usted y su vicepresidente están vinculados económicamente a las compañías petroleras y las transnacionales que se han adjudicado contratos de reconstrucción en Irak..
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que nunca hubo armas químicas ni de destrucción masiva en Irak. Que sólo fue un pretexto para invadir ese país, cuyo petróleo es apetecido por las compañías a las que usted está vinculado.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que en la Base Naval de Guantánamo se tortura habitualmente a los prisioneros afganos e irakies y se les mantiene en cautividad sin reconocimiento de sus derechos a un juicio justo.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que los señores Blair y Aznar son sicarios suyos y que usted siente un profundo y muy merecido desprecio por ellos.
· Reconocer, Mr. President, como es de público y universal conocimiento, que los jóvenes americanos muertos o lisiados física y mentalmente para siempre en Irak, su Viet Nam particular, (como ha dicho el Senador Kennedy) han servido para engrosar las cuentas de resultados de las multinacionales a las que usted y sus allegados están vinculados.
Pero todo eso es irrelevante, Mr Presidente, porque 'agua pasada no mueve molino' y ya han dejado de ser noticia.
Usted es un hombre inteligente y le sugiero dar una muestra de su grandeza, sorprendiendo a todo el mundo, y reconociendo que los dólares no valen ni la vigésima parte de su cotización actual, ya que el exceso de ellos que ha impreso Estados Unidos -sin ningún respaldo- han sido estúpida o criminalmente atesorados por los Gobiernos sumisos de sus aliados y de otros no tan aliados, confiando equivocadamente que el dólar es una moneda dura, pero ignorando que dada la cantidad de dólares que hay sobre el planeta permitirían comprar más de veinte veces toda la tierra y todos los bienes que hay susceptibles de ser comprados en este planeta. Aclare, Mr.
President, que comprar veinte veces el planeta es tan difícil y absurdo como tener armas capaces de destruir veinte veces un planeta que solo puede ser comprado o destruido una sola vez.
Dígalo, Mr. President y alcanzará la gloria y la posteridad le recordará como el hombre que una vez dijo la verdad y salvó al mundo de la destrucción globalizada.
Atentamente Máximo Kinast RUT 33909925-J (Barcelona-España)