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Internacional

4 de enero del 2004

Trampas legales aparentemente insolubles confrontan a una administración a la que se le acaba el margen de maniobra. Algo 'grande' impedirá que Sadam sea procesado
El año de la ley en el que vivimos en peligro

Michael C. Ruppert
From the Wilderness Publications
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

FTW ha subrayado que los acontecimientos en los cinco años después del 11 de septiembre de 2001 determinarán el curso de la historia humana durante los próximos quinientos años. Al considerar las presiones tectónicas que se están acumulando durante este año de elección presidencial - impulsadas por la realidad emergente del Pico del Petróleo y del Gas - ocurre ahora que, de esos cinco años, 2004 podría verse marcado por algunos de los mayores cambios políticos, económicos y militares en la historia. Gran parte de este trastorno habrá sido causado por el éxito de periodistas independientes, investigadores, activistas, tribunales y parlamentarios en desafiar las acciones del Imperio de EE.UU. en casa y en el extranjero desde el 11- S y en hacerlo responsable por sus propias declaraciones, acciones y documentos.

Esto recuerda el proverbio: "Cuidado con lo que pides en tus oraciones. Podrías obtenerlo". Esta bestia es peligrosa ahora y las señales son abundantes, partiendo de las alarmas de terrorismo durante las fiestas, a la reaparición de la enfermedad de la 'vaca loca', a un repentino interés renovado del gobierno en el ántrax, que nada es imposible si la bestia se ve amenazada. Incluso David Rothkopf del Washington Post plantó la semilla el 24 de noviembre cuando sugirió que un atentado terrorista podría "perturbar" las elecciones presidenciales de 2004. No debiera sorprendernos.

Al intensificarse los ataques contra las tropas de EE.UU. y de la coalición en Irak desde la "captura" el 14 de diciembre de Sadam Husein y en circunstancias de que EE.UU. está perdiendo la paz en Afganistán, como lo demuestra un reciente informe del Consejo de Relaciones Exteriores, resulta que precisarán de algunas distracciones de importancia para mantener en funciones la maquinaria económica y política de EE.UU. Una historia publicada el 28 de diciembre en el Post reveló que la tasa de víctimas de EE.UU. en Irak ha doblado en el período de cuatro meses desde septiembre a través del fin del año. No hubo un dividendo post-Sadam desde ese punto de vista.

Es una cuestión abierta si las medidas económicas acostumbradas para hacer crecer la economía antes de una elección no van a revelar algunos de los aspectos más lúgubres del Pico del Petróleo y del Gas antes incluso de que llegue la elección. A medida que expanden las economías de EE.UU., China y Europa (la de China está haciendo explosión), lo mismo ocurre con el consumo de energía. Es un juego mortal aumentar ahora el uso de petróleo y gas y arriesgar más apagones y explosiones en los precios antes de noviembre próximo.

Una fuerte ventisca azota el castillo de naipes

El éxito de los desafíos a la versión de EE.UU. del 11-S y a la inteligencia fraudulenta que justificó la invasión de Irak en marzo pasado ha colocado algunos obstáculos de importancia ante la agenda de Wall Street y Washington después del 11-D. En el contexto de un año de elección presidencial esos obstáculos causarán una preocupación crucial a la administración Bush quien trata de mantener su puesto de Director Ejecutivo del emergente Nuevo Orden Mundial, y tiene que hacer todo lo posible por eliminar o neutralizarlos todos antes de los comicios.

Por ese motivo, Thomas Kean, el presidente republicano de la así llamada Comisión Independiente que investiga el 11-S, prefirió sacar por adelantado el 17 de diciembre un anuncio limitado modificado de que los ataques podrían haber sido impedidos si no hubiera sido por la incompetencia y los fracasos de la inteligencia causada por los mandos intermedios. La fecha escogida para ese anuncio, sólo cuatro días después de la "captura" de Sadam Husein, fue un débil intento de enterrar las dudas no-aclaradas sobre el 11-S bajo los sondeos favorables a Bush. Que Kean haya decidido hacer su comunicación después de haber ordenado que la FAA [oficina federal de administración de la aviación de EE.UU.] le hiciera entrega de los registros de las actividades de la Fuerza Aérea y del gobierno el 11-S, pero antes de recibirlos; y después de aceptar el tibio compromiso de revisar extractos parciales de las informaciones de inteligencia de George Bush previas al 11-S, pero antes de verlas, constituye una amplia evidencia de su motivación política. Los organismos investigadores raramente presentan un juicio público antes de examinar la evidencia.

Si se ven acorralados, los neoconservadores y el sistema económico global que les dio su apoyo en 2000, recurrirán probablemente a medidas extremas y draconianas que podrían marcar el fin de la fachada de la democracia estadounidense. 2004 va a ser un año muy peligroso. Los principales desafíos enfrentados por la administración Bush son tanto legales como de su propia creación. Reflejan cambios inevitables en las posiciones adoptadas y de declaraciones hechas por los neoconservadores desde que EE.UU. se lanzó por un camino de guerra infinita por el petróleo. Recuerdan otro antiguo adagio que fue expresado por un alcohólico en recuperación que dijo: "Si no cuentas una mentira, no tienes que recordar qué fue lo que dijiste". La administración Bush está bailando sobre una cuerda floja.

El equipo de Cheney para la energía

FTW ha sostenido desde largo tiempo que los secretos más profundos y más tenebrosos del 11-S están enterrados en los registros del Grupo de Desarrollo de Política Energética Nacional [NEPDG, por la sigla de National Energy Policy Development Group] del vicepresidente Cheney, que concluyó su trabajo y publicó un informe en mayo de 2001 en el que admite una escasez crítica en los suministros de energía . Aunque esas admisiones eran vagas - y ubicadas casi exclusivamente en secciones ocultas del informe no mencionadas en los resúmenes ejecutivos o en los informes para la prensa - indicaron claramente que una importante prioridad nacional era la adquisición de nuevas fuentes de energía de hidrocarburos ante un telón de fondo de una producción interna en permanente disminución.

Poco después de presentado el informe se inició una batalla entre el Comité de Reforma del Gobierno de la Cámara y el demócrata Henry Waxman sobre los archivos y quién se había reunido con el panel y qué había sido discutido. Aunque gran parte de la atención se concentró al principio en la participación de corporaciones como Enron, ExxonMobil y BP, FTW estableció que los verdaderos secretos tuvieron que ver con el conocimiento del equipo de trabajo del punto crítico de los suministros de petróleo y gas y de sus amenazantes impactos sobre la civilización humana. Ya que el equipo de trabajo había sido pagado con dinero del contribuyente, el Congreso consideró correctamente que el público tenía derecho a saber quién había sido invitado y qué había sido discutido.

Las demandas iniciales de la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) y de grupos ciudadanos incluyendo Judicial Watch y el Sierra Club ratificaron los derechos constitucionales (imperativos) del Congreso y del pueblo de acceder a los archivos. Un fallo inicial de la Corte del Distrito de EE.UU. lo confirmó y la Corte de Apelaciones de EE.UU. se negó a intervenir luego de una apelación de la Casa Blanca. Como resultado, agencias que cooperaron con el equipo operativo publicaron una serie muy incompleta de archivos mientras la propia Casa Blanca, utilizando el privilegio ejecutivo, se ha negado categóricamente a revelar una sola página de sus materiales.

El 15 de diciembre de 2003, según informa Associated Press, la Corte Suprema de EE.UU. anunció que pronunciaría un fallo sobre el caso en algún momento durante julio de 2004, sólo tres meses antes de la elección presidencial. Esto representa un auténtico problema para la administración Bush. Legalmente, hay muy poco que pueda sostener sus acciones obviamente ilegales. Y la presentación al pueblo de EE.UU. de otro fallo de la Corte Suprema, empañado por motivos políticos, sólo meses antes de la elección podría reanimar el debate sobre el fallo ilegal de la Corte sobre Bush contra Gore, que detuvo el recuento de votos en Florida en el año 2000.

Además de recordarle a la Corte mediante la amplia publicación de artículos sobre la decisión pendiente, el pueblo de EE.UU. puede hacer muy poco para influenciar el resultado. No obstante, la Corte ya siente suficiente presión ya que una multitud de posiciones extralegales de la administración Bush está siendo crecientemente atacada y analizada por el público. Para que la máquina pueda seguir funcionando debe proteger el valor de la marca EE.UU. que se refleja en su capacidad para convencer a grandes porciones de la masa de que el sistema sigue funcionando. Aunque podría ser que el pueblo estadounidense no comprenda plenamente las implicaciones de un fallo de la Corte Suprema a favor de la administración Bush en este caso, los abogados que hacen que el sistema funcione y los periodistas que informan al respecto, ciertamente lo comprenderán.

Ésta es la decisión más peligrosa en última instancia, que la administración debe obtener en el próximo año. La revelación completa de los archivos de Cheney permitiría a publicaciones como FTW dar respuesta de una vez por todas por al pueblo de EE.UU. y del mundo a la principal y mayor pregunta sobre el 11-S: "¿Qué pudo motivarlos a hacer una cosa tan horrible? ¿Qué pudo haber sido tan importante?". En un juicio penal por asesinato el motivo podría ser uno de los tres elementos básicos requeridos para una condena. El método y la oportunidad ya han sido establecidos.

11-S - Procesos relacionados con el terror

Sólo una persona en todo el mundo ha sido condenada por algo relacionado con los ataques del 11-S. Muy pocos han oído hablar de Mounir el-Motassadeq que fue arrestado en Alemania en noviembre de 2001 y condenado en 2003, según un informe del 16 de diciembre del Wall Street Journal, como cómplice en 3.066 asesinatos. Su condena está a punto de ser revocada sólo como resultado del fracaso de un proceso alemán relacionado con el caso. Ese caso se derrumbó recientemente porque EE.UU. se negó a presentar un testigo clave que podría haber presentado un testimonio exonerador: Ramzi bin al-Shibh.

Bin al-Shibh, presuntamente capturado en Pakistán justo un año después de los ataques, ha sido elevado al estatus de principal planificador en la leyenda del 11-S. Como uno de los otros presuntos principales planificadores, Khalid Shaikh Muhammad (KSM), no ha aparecido ni una sola vez en público mientras que montones de convenientes confesiones suyas y de KSM han sido publicadas por el gobierno de EE.UU. para apoyar esa versión insostenible de los eventos. Bin al-Shibh es probablemente retenido en Guantánamo, fuera del alcance de los medios, de los abogados y de la Constitución. El riesgo de credibilidad para el gobierno de EE.UU., mientras inventa una red enmarañada de informaciones conflictivas, es que en algún momento, a fin de mantener un resto de credibilidad, tendrá que presentar declaraciones reales y verificables de las personas que mantiene bajo custodia. Tiene que presentar a los testigos, en persona.

El 11 de diciembre de 2003, el juicio alemán de una segunda persona acusada de complicidad en los ataques del 11-S, Abdelghani Mzoudi, se derrumbó al presentarse al tribunal una declaración de bin al- Shibh exonerando a Mzoudi de todo conocimiento de los ataques del 11-S. La declaración llegó al tribunal después de que la inteligencia alemana desafió un pedido de EE.UU. de que se excluyera la declaración del proceso, y cumplió con la ley alemana que - como la de EE.UU. - exige que toda evidencia exculpatoria sea revelada durante el juicio. Según artículos en The Guardian y The New York Times, los servicios de inteligencia alemanes habían tenido en su poder el material exculpatorio antes del comienzo del proceso de Mzoudi. Esto provoca la pregunta de por qué el gobierno de EE.UU. había tratado de suprimir ilegalmente evidencia que demuestra la inocencia de Mzoudi.

La respuesta es clara. EE.UU. necesita una condena por el 11-S, cualquier condena por el 11-S, desesperadamente.

El juez alemán que desestimó el caso de Mzoudi abrió la puerta para una inmediata apelación y revocación en el caso de Motassadeq quien, como Mzoudi, estaba relacionado con miembros de la célula de Hamburgo de Mohammed Atta. Ambos individuos eran marroquíes y los dos habían solicitado el testimonio de bin al-Shibh como parte de su defensa. El acceso a dicho testimonio había sido denegado repetidamente a los abogados de Motassadeq. Como un presagio para futuros procesos por el 11-S - si jamás llegan a ocurrir - el juez Klaus Ruhle dijo, según informa el Times del 12 de diciembre: "que aunque tenía serias dudas sobre la fiabilidad de la evidencia, no podía evaluarla adecuadamente sin el testimonio de bin al-Shibh."

Esto deja abierta la posibilidad adicional de que para evitar que en el futuro su propia conducta criminal quede aún más peligrosamente en descubierto, el gobierno de EE.UU. creó el testimonio de bin al-Shibh para impedir que el juicio de Mzoudi destape defectos aún más flagrantes en la leyenda del 11-S creada por EE.UU. después de que quedó en claro que los tribunales alemanes no iban a ceder a los deseos de John Ashcroft.

En un pasaje muy revelador al final de su informe Desmond Butler del Times pareció reconocer las persistentes preguntas existentes todo el mundo sobre si KSM y bin al- Shibh habían sido realmente detenidos. Escribió: "Según la carta de la policía al tribunal, el testigo del que se presume que sea el señor bin al-Shibh hizo su declaración el pasado mes".

Si la condena de Motassadeq es revocada, un nuevo examen del papel de bin al-Shibh en el 11-S y su subsiguiente "captura" podría implicar el riesgo de que otras mentiras sobre el 11-S queden en descubierto. Esto vale especialmente para la identidad, deliberadamente confusa, del "tesorero" de los ataques, Omar Saeed Sheikh, y del hombre que le ordenó que transfiriera 100.000 dólares a Mohammed Atta sólo semanas antes del 11-S - el general Mahmud Ahmad en aquel entonces jefe de la inteligencia pakistaní. Ahmad tenía estrechos vínculos con el director de la CIA George Tenet y estuvo en Washington durante la semana de los ataques, reuniéndose con Tenet, con altos miembros de la administración Bush y con importantes líderes del congreso como el Presidente de la Inteligencia de la Cámara, Porter Goss y el jefe de la inteligencia del Senado, Bob Graham.

Zacariahs Moussaoui, el así llamado secuestrador Número 20, encarcelado en Minnesota poco antes del 11-S, fue hecho famoso por el legendario Memorando Rowley, escrito por la agente de asuntos legales del FBI de Minneapolis, Coleen Rowley, Mujer del Año de TIME Magazine en 2002. En su memorando describió deliberados, ineptos y exitosos intentos de personal de la central del FBI, incluyendo al jefe de unidad, David Frasca, fundamentalista radical, por suprimir una investigación que podría haber impedido los ataques. Con el paso del tiempo se ha hecho evidente que los detalles del memorando Rowley han sido consagrados - como señala un investigador - como si fueran "sagradas escrituras" sobre el 11-S. ¿Y si algunos de esos detalles formaban parte de una leyenda inventada, hecha más verosímil por las protestas de Rowley? Para un excelente análisis de este guión vea: "There's Something About Omar: Truth, Lies, and the Legend of 9/11" de Chaim Kupferberg en: http://www.globalresearch.ca/articles/KUP310A.html.

Desde su encarcelamiento y la presentación de acusaciones en su contra, Moussaoui ha solicitado repetidamente el testimonio de Khalid Shaikh Muhammad, Mustafa Ahmed Hawsawi y bin al-Shibh. Como en los casos anteriores el gobierno de EE.UU. se ha negado a permitir declaraciones o interrogatorios de testigos que podrían exonerarlo. Un tribunal de distrito de EE.UU. terminó por ordenar que los testigos fueron presentados y que se tomaran sus declaraciones. El resultado fue que el juicio de Moussaoui se detuvo, mientras el Departamento de Justicia de John Ashcroft apelaba a un tribunal superior el que no es probable que decida a favor de Ashcroft.

Dado el resultado de los juicios alemanes, es extremadamente probable que al ir a la elección de noviembre la administración Bush no tendrá una sola condena relacionada con el 11-S que mostrarle al público de EE.UU., algo que seguramente será mencionado por el candidato demócrata y señalado en la prensa.

Otras dos decisiones legales recientes han afectado aún más la capacidad de la administración de mantener una tapa sobre las mentiras del 11-S y han complicado seriamente los problemas mencionados. El 20 de diciembre, AP informó que, en dos sentencias separadas de la Corte de Apelaciones, se había decidido que EE.UU. no puede mantener indefinidamente a los detenidos en Guantánamo, Cuba, fuera del sistema legal de EE.UU. (es decir lejos de la vista del público) y que no se puede negar la protección constitucional a ciudadanos estadounidenses como el presunto sospechoso de una bomba sucia, José Padilla, utilizando la justificación de que se trata de presuntos "combatientes enemigos" detenidos fuera del territorio de EE.UU.

El resultado del primer fallo es la garantía de un plazo inevitable en el que el gobierno de EE.UU. tendrá que presentar a Khalid Shaikh Muhammad, bin al-Shibh, y a otras figuras clave en la leyenda del 11-S, para que sean examinados en público. FTW no tiene duda alguna de que es innegable que la credibilidad del gobierno se derrumbará si la prensa mundial y abogados de la defensa con un cierto nivel de inteligencia formulan las preguntas más elementales.

El resultado de todos estos precedentes imposibilitaría que el gobierno pueda conservar exitosamente la credibilidad de sus narrativas del 11-S.

SADAM HUSEIN

¿Qué estaban pensando?

Suponiendo que sea el verdadero Sadam Husein el que fue oficialmente detenido el 14 de diciembre, FTW no puede concebir bajo qué circunstancias el gobierno de EE.UU. pueda permitir que se le procese. El mundo no aceptará un juicio secreto.

The New York Times escribió el 17 de diciembre: "El juicio de Sadam Husein debe lograr varias cosas al mismo tiempo. Debe educar a los iraquíes y al mundo sobre la naturaleza de su régimen, adherir a los estándares de corrección internacionales más elevados, y proveer un mecanismo para un castigo apropiado. La mejor manera de lograr estos objetivos es crear un tribunal dentro de Irak, bajo la autoridad de Naciones Unidos, formado por jueces y fiscales iraquíes e internacionales".

Pero el dilema confrontado por EE.UU. fue descrito por Agence France Presse el 20 de diciembre: "El controvertido abogado francés Jacques Vergès dice que está dispuesto a defender a Sadam Husein ante un tribunal y, si puede, llevar a líderes mundiales a testimoniar, en lo que podría constituir un inmenso bochorno para Estados Unidos, Francia, y otros países.

"... Insistió en que 'todos los jefes de estado occidentales', del período de la guerra Irak-Irán de 1980 a 1988, deberían subir al estrado cuando se procese a los ex funcionarios iraquíes encarcelados... 'Cuando recriminamos el uso de ciertas armas (tenemos que saber) quién vendió esas armas', dijo sobre las compras pasadas de Irak de armas de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia." Joe Conason de The New York Observer señaló el 22 de diciembre que: "Un obvio testigo posible es el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, que actuó como enviado especial a Bagdad a principios de los años 80. Sadam podría exhibir sobre un caballete del tribunal, la famosa fotografía de diciembre de 1983 en la que estrecha la mano de Mr. Rumsfeld, el que reconoce que Estados Unidos sabía que Irak estaba utilizando armas químicas. Si sus fuerzas estaban usando Tabun, gas mostaza, y otros venenos prohibidos, podría preguntarse, ¿por qué restauró Washington las relaciones diplomáticas con Bagdad en noviembre de 1984? Hay muchos problemas relacionados con los detalles de la conveniente captura de Sadam en un momento en el que la popularidad de Bush estaba bajando. Una serie de periódicos mundiales, de Gran Bretaña a Australia, han señalado que los grupos kurdos rebeldes habían reivindicado la captura de Sadam antes de que las fuentes de EE.UU. publicaran una historia oficial. Las historias kurdas son creíbles pero no revelan la fecha de captura, lo que podría explicar la apariencia despeinada del antiguo dictador iraquí.

El 21 de diciembre, FTW recibió una fotografía, sin indicación de su origen, en un correo electrónico con el título "De un amigo en Arabia Saudí". En la fotografía dos soldados de EE.UU. muestran como levantaron un sello de un bloque de espuma de poliestireno de sobre el escondite de Sadam. La foto presenta dos problemas respecto a la narrativa de EE.UU. Primero, muestra claramente dátiles maduros colgando de la rama de un árbol. Esta maduración sólo ocurre en los meses de verano, y en diciembre los dátiles ya han sido cosechados hace tiempo, se han podrido hasta quedar ennegrecidos sobre la rama, o han caído de los árboles. Al lado de los dátiles hay una cuerda que sujeta una carne desconocida secándose al sol. De nuevo, éste es un proceso - según fuentes iraquíes y árabes - que sólo ocurre durante los meses de verano.

Una búsqueda en varios sitios de noticias en la red reveló que la fotografía era una foto de AP que - junto con por lo menos otras cuatro que mostraban los dátiles maduros - sigue colocada en el sitio en la red de noticias de CBS en: www.cbsnews.com/stories/2003/12/14/60minutes/rooney/main588520.shtml.

(Vaya a "The Capture of Saddam" y luego haga clic en "Photo Essays").

Las fotos de AP disipan otros rumores de que Sadam haya estado atrapado bajo un bloque de hormigón. Los primeros planos del bloque superior de la foto de AP muestran claramente que es liviano. Está apoyado por las empuñadoras menos que agresivas utilizadas por los soldados en la fotografía. Aunque es posible que haya habido ladrillos colocados sobre el sello de espuma, sigue siendo un hecho que si Sadam hubiera sido capturado algo antes, lo habrían mantenido como prisionero en la 'guarida de araña' mientras sus captores ocupaban la espartana casucha que se encontraba encima.

El momento escogido y la forma de captura de Husein desafían toda lógica. Sólo puede ser juzgado en público e incluso si convenientes confesiones de su parte, sin el apoyo de videos o de testimonio jurado, permiten a EE.UU. ubicar armas de destrucción masiva adecuadamente colocadas, las cartas de este póquer van a tener que ser reveladas en algún momento. La administración Bush lo sabe y FTW concluye que incluso cuando anunciaron su captura, ya habían decidido que Sadam Husein jamás sería procesado en público o se le permitiría que se defienda. Esto hace que su captura sea un evento increíblemente ominoso. Algo grande tendrá que suceder para impedir que el juicio tenga lugar.

UN JURADO DE ACUSACIÓN POR EL CASO PLAME / WILSON

Finalmente, un artículo del 26 de diciembre en The Washington Post informó que un cuarto fiscal ha sido agregado al equipo del Departamento de Justicia que investiga quién fue el que desde la Casa Blanca filtró el año pasado la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame al periodista Bob Novak.. Plame es la esposa del ex embajador de EE.UU., Joseph Wilson, que fue enviado por orden de Dick Cheney a investigar documentos que presuntamente probaban que Sadam Husein había estado tratando de comprar uranio de Níger. Los documentos eran burdas falsificaciones, pero el presidente Bush los mencionó en su discurso sobre el estado de la unión y gran parte de su gabinete se basó en ellos para justificar la invasión de Irak incluso después de que Wilson había informado que eran falsificaciones y que las afirmaciones eran falsas.

Según el artículo del Post, fuentes del FBI han indicado que un jurado de acusación podría ser formado dentro de poco para investigar el caso. Si es así, los problemas de la administración Bush se multiplicarán cuando aparezca más y más evidencia ante un organismo sobre el cual John Ashcroft no puede ejercer un control total.

El artículo del Post agrega que: "El lunes [22 de diciembre] el líder de la minoría en el Senado y el demócrata responsable en el comité sobre Servicios Armados enviaron una carta al Ministro de Justicia John Ashcroft solicitando más información sobre la investigación. 'Solicitamos que usted nos suministre una estado general de la investigación, incluyendo la cantidad de personas que han sido entrevistadas por el Departamento de Justicia, la cantidad de informaciones que usted ha recibido, los tipos generales de información sobre las que se le informa, qué condiciones ha puesto usted en el marco de esas informaciones para asegurar la independencia de esta investigación, y si usted ha discutido el caso con funcionarios superiores de la administración fuera del Departamento de Justicia...

"Los senadores dijeron que existe un evidente conflicto de intereses en el hecho de que Ashcroft sea informado sobre el tema, y pidieron nuevamente que un fiscal especial investigue el caso... "

La carta Daschle-Levin parece haber tenido efecto. En un sorpresivo anuncio el 30 de diciembre - como informó CNN - John Ashcroft anunció que se había recusado de todo rol en la investigación y que el control del caso pasaría al fiscal de EE.UU. en Chicago, Patrick Fitzgerald. La selección de Fitzgerald fue decidida evidentemente sólo por preocupaciones políticas. Pero habría que señalar que bajo la ley de EE.UU., los fiscales de EE.UU. operan independientemente del Ministro de Justicia. (Vea: http:// www.fromthewilderness.com/free/ww3/04_04_02_elephant.html)

Este desarrollo debilita aún más la capacidad de Bush de controlar un barril de pólvora legal que, como tantos otros, podría derribar su régimen.

De interés crucial en esta investigación es un documento que surgió del Buró de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado y el hecho de que ha habido varias muertes misteriosas en esa unidad en los últimos meses. (FTW está preparando actualmente una investigación detallada, sólo para subscriptores, de los vínculos entre esos desarrollos, las muertes y el que la CIA y la administración se encuentran en una contienda que es casi una "guerra a tiros".

Si en este caso se forma un jurado de acusación podría - como sucedió con el jurado de acusación de Watergate y Richard Nixon - significar el fin de la administración Bush. El actual régimen ha demostrado ser un manager inepto de los asuntos mundiales en beneficio del sistema financiero y ofensivo para la mayor parte de la población del mundo. Como FTW ha señalado durante un año, George W. Bush podría ser invencible en la elección. Por cierto reunirá más dinero que todos sus contrincantes y, si los tres años precedentes constituyen un rasero, ha demostrado que hará cualquier cosa para retener el poder. Pero eso no indica que no se le pueda detener. Richard Nixon creía que nadie lo podía detener y jugó una mano de póquer dura hasta el final. La diferencia entre Richard Nixon y George W. Bush es que Richard Nixon capituló cuando vio que si seguía luchando destruiría el país.

Ante el telón de fondo del Pico de Petróleo y Gas y lo que nos espera inevitablemente en nuestro futuro, George W. Bush podría no ver motivos similares para semejante circunspección.

31 de diciembre de 2003
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